Cinco días después de conseguir su última victoria, entrenando para ser el jefe de filas del Astana Team en la próxima edición del Giro de Italia, la llama de Michele Scarponi que alumbraba el mundo del ciclismo con su sonrisa y sus buenos resultados ha dejado de brillar, pero no por causas naturales, sino que como suele ocurrir anualmente, cuando cientos de personas pierden la vida al salir a la carretera con sus bicicletas, en esta ocasión le ha tocado el turno a un corredor profesional, acostumbrado a realizar miles de entrenamientos a lo largo de su vida ciclista hasta que este fatídico 22 de abril de 2017, un camión se saltaba un cedal paso chocando frontalmente contra él para acabar con su vida. Con mujer y dos hijos que pierden a su marido y padre, Michele era un hombre que llevaba ligado al mundo del ciclismo ni más ni menos que quince años, y a sus 37 años no había perdido la pasión por seguir compitiendo a nivel profesional.

Scarponi, la sonrisa que nunca acababa

Nacido el 25 de septiembre de 1979 en IesiAncona, ciudad de su querida Italia, Scarponi llegó al mundo profesional en el ciclismo en el año 2002 de la mano del equipo Acqua & Sapone, con quien vivió su primer año como corredor disputando tan solo cuatro carreras, entre las que se encontraba el Giro de Italia, para destacar en la  Settimana Ciclistica Internazionale Coppi-Bartali donde en la primera etapa concluía en la etapa cuatro era quinto y en la última etapa finalizaba séptimo para ser octavo en la clasificación general. Tan solo un año después cambiaba de aires para llegar al Domina Vacanze - Elitron, donde estaría dos campañas siendo la primera su estreno en la Vuelta a España, donde terminaba en una fabulosa décimo tercera posición de la clasificación general, siendo además décimo sexto en el Giro de Italia, y durante la temporada de clásicas terminaba séptimo en la Amstel Gold Race y cuarto en la Lieja-Bastoña-Lieja, mostrando así sus primeras credenciales de lo que prometía ser un corredor brillante.

En su segunda temporada en el Domina Vacanze en 2004 lograba su primera victoria como profesional en la segunda etapa de la Settimana Internazionale Coppi e Bartali, donde finalmente era tercero en la general para posteriormente concluir cuarto en la Flecha Valona y séptimo en la Lieja-Bastoña-Lieja, logrando a continuación ser segundo en el Tour de Austria, lo cual le habría las puertas de su primera participación en el Tour de Francia, carrera en la que a pesar de debutar terminaba en las primeras posiciones durante varias etapas, dando el salto en 2005 al Liberty Seguros, siendo esta una temporada que marcaría sin duda su carrera, puesto que comenzaba a disputar las carreras de mayor nivel, tomando referencias para las próximas campañas. Un tercer puesto en la cuarta etapa del Giro de Italia y una cuarta posición en la décimo cuarta etapa de la Vuelta a España además de un séptimo lugar en la general de la Vuelta a Burgos eran sus mejores resultados de un año en el que crecía personal y profesionalmente al tomar parte en importantes pruebas como la Tirreno-Adriático, Milán San Remo o Critérium Internacional.

2009, su primer gran año

Después de no ser capaz en 2006 de conseguir ningún resultado reseñable, Scarponi regresaba en 2007 al Acqua-Sapone, primer equipo que le dio la oportunidad de entrar en el mundo del profesionalismo, y donde Michele lograría sus primeros grandes resultados, comenzando con una quinta posición en la Vuelta a Murcia, un noveno lugar en la Tirreno-Adriático, una etapa y la general de la Settimana Internazionale Coppi e Bartali, y por último un segundo lugar en el Giro del Trentino, lo cual provocaba que se fijara en él el Serramenti PVC Diquigiovanni-Androni Giocattoli, con quien viviría tres temporadas llenas de alegría.

En su primer año con la escuadra italiana tan solo disputaba seis carreras en suelo italiano con un séptimo lugar en el Giro dell'Emilia. Pero todo cambiaría un año después, en 2009. Comenzando con una quinta posición en la Vuelta a Andalucía, Scarponi proseguiría con una victoria de etapa y la clasificación general de la Tirreno-Adriático, pero no sería hasta el Giro de Italia cuando se llevaría ni más ni menos que dos victorias etapa en la sexta y décimo octava etapa, siendo estas sus dos primeras grandes victorias en una de las grandes carreras, para que 2010 fuera el año de su despegue.

En su útlimo año en el Androni Giocattoli - Serramenti PVC Diquigiovanni, que modificaba su nombre, Scarponi se ganaría un sitio entre los grandes hombres del ciclismo, comenzando con una séptima posición del Giro di Sardegna, un noveno lugar en la Classica Sarda Olbia-pantogia, llevándose una etapa y siendo segundo en la Tirreno-Adriático para que en la Settimana Ciclistica Lombarda By Bergamasca finalizara con una victoria de etapa, dos segundos puestos y una victoria en la clasificación general. Siendo cuarto en el Giro del Trentino, Michele Scarponi llegaba con ganas e ilusión al Giro de Italia, donde vencía en la décimo novena etapa para ser ni más ni menos que cuarto en la clasificación general, a un paso del podio, concluyendo el año con un segundo puesto en el GP Industria & Commercio di Prato y en el Giro de Lombardía además de un tercer lugar en el Giro dell'Emilia, lo cual le permitía llegar hasta el Lampre, equipo que se fijaba en sus cualidades como corredor para encabezar su equipo tras nueve años como profesional en 2011.

En 2011 consigue su gran carrera, el Giro de Italia, de la mano del Lampre

Había vencido en grandes carreras, coqueteado con los mejores resultados en las carreras de tres semanas, pero no sería hasta 2011 cuando llegaría la explosión de Scarponi en su primera temporada de la mano del Lampre - ISD. No se bajaba de las primeras posiciones, había encontrado una regularidad fabulosa que le llevaba a ser cuarto en el Giro di Sardegna, tercero en la Tirreno-Adriático y sexto en la Milán San Remo antes de conquistar la Volta a Catalunya y el Giro del Trentino llegando como uno de los máximos favoritos al Giro de Italia, prueba en la que no se llevaba ninguna victoria de etapa, pero se llevaba el triunfo más importante, el de la clasificación general, siendo esta su primera gran carrera como corredor profesional. En 2012 era el máximo favorito a reeditar su corona en la carrera italiana, pero las fuerzas no serían las mismas que un año atrás, concluyendo en cuarto lugar para a continuación disputar el Tour de Francia, donde firmaba un segundo puesto en la décima etapa.

En 2013, su último año como corredor del Lampre, terminaría en tercera posición la Volta a Catalunya antes de ser segundo en el campeonato de Italia en ruta, quinto en la Lieja-Bastoña-Lieja y firmar un nuevo cuarto puesto en el Giro de Italia, lugar que había obtenido un año atrás. Gracias a su experiencia, buscando ayudar en las grandes carreras a Vincenzo Nibali y Fabio Aru, Scarponi era noveno tanto en la Vuelta a Andalucía y la Tirreno-Adriático, teniendo que abandonar en la décimo sexta etapa del Giro de Italia antes de acudir al Tour de Francia como gregario de lujo de Nibali, siendo una de las personas más importantes dentro del cuadro kazajo para que Vincenzo consiguiera llevarse la victoria en la clasificación general. Al año siguiente, ya en 2015, Scarponi aprovechaba el momento en que sus jefes de fila no estaban en carrera para intentar brillar en solitario, concluyendo sexto en la Vuelta al País Vasco, undécimo en el Tour de Romandía, para acudir por segundo año consecutivo al Tour de Francia buscando la victoria con Nibali, quien a diferencia del año anterior tan solo podía ser cuarto y Michele finalizaba en la 41ª posición. Su año terminaría con una segunda posición en la Vuelta a Burgos a tan solo dos segundos de Rein Taaramae.

En 2016 y 2017 no perdía las ganas por competir

Los años no pasan en balde para nadie, pero Scarponi era como el buen vino, que con el paso de los años mejoraba, sobre todo gracias a la experiencia que iba obteniendo con el paso de las temporadas. Acompañando siempre a Nibali en sus grandes carreras, en este pasado año a Michele le tocaba acudir al Giro de Italia, carrera que había conquistado cinco años atrás con un papel totalmente diferente, el de ayudar en todo momento a que su jefe de filas conquistara la ronda italiana, siendo el décimo sexto, formando junto a Jakob Fuglsang un espectacular dúo de gregarios del corredor italiano. Tras ser vital en el Giro, Scarponi se adueñaba el Astana en la Vuelta a España, donde comandaba el equipo siendo tan solo capaz de terminar en la undécima posición a más de quince minutos de la victoria en la general.

Ya en 2017, el presente año, terminaba en décimo octava posición en la Volta a la Comunidad Valenciana, en décimo quinto lugar en la Tirreno-Adriático, para que su última carrera fuera esta misma semana, cuando en el Tour de los Alpes se imponía en la primera etapa para finalizar en cuarta posición en la clasificación general. La sonrisa era su expresión más característica, brillando con luz propia y siendo querido por un pelotón que este sábado le llora cuando Michele Scarponi estaba pensando en ser el jefe de filas del Astana Team en el próximo Giro de Italia después de la baja por lesión de Fabio Aru. El mundo del ciclismo llora a uno de los suyos, que ha visto arrebatada su vida después de que un camión se saltara un cédal paso chocando frontalmente contra él. Descanse en paz un ciclista que pasará a la leyenda del ciclsimo.