La Premier League es la competición europea con mayor poderío económico, el reparto televisivo de esta hace que todos sus clubes tengan cada vez unos recursos más elevados y eso se nota en las últimas ventanas de fichajes. Sin embargo, esa superioridad en el mercado no se traduce en la mayoría de casos en el terreno de juego.
La solvencia económica que es la principal virtud del fútbol inglés hoy en día también podría ser su mayor problema. Esa solvencia hace que el estudio del mercado sea menor que cuando los recursos son más limitados.
Estos últimos años se ha visto pagar a equipos de la Premier League cantidades desorbitadas por jugadores y al cabo de pocos meses deshacerse de él. La adaptación a un fútbol como el inglés no es nada fácil y los clubes que pagan grandes cantidades por estos jugadores buscan un impacto inmediato que a veces no llega.
Por ello en muchos casos se prescinde del jugador de manera precipitada. Los recientes casos de Salah o De Bruyne son una gran prueba de ello, ambos jugadores no consiguieron asentarse en su día en el Chelsea y tras pasar por diversos equipos dónde si han tenido el protagonismo acorde con su talento, se han convertido en estrellas mundiales.
Eso ha hecho recordar a otros jugadores con pasado en la competición que tampoco triunfaron y ahora lo hacen en equipos de las principales ligas europeas:
Uno de los casos más llamativos es el de Iago Aspas. Una sola temporada en Primera le bastó para firmar por uno de los grandes de la Premier pero su estancia en Anfield fue un auténtico suplicio. Con el equipo sumergido en la pelea por el ansiado título liguero y con una competencia feroz (Luis Suárez, Sturridge, Sterling, Coutinho, etc.) apenas dispuso de oportunidades y su bagaje se reduce a 378 minutos en liga y tan solo un tanto anotado en la FA Cup.
En la actualidad triunfa en el club de su vida, el Celta, dónde esta temporada ha conseguido pasar la barrera de los 20 tantos en liga por primera vez en su carrera y cuenta con muchas papeletas para ser convocado por Julen Lopetegui para el próximo Mundial de Rusia.
Otro damnificado español de ese Liverpool fue Luis Alberto, el canterano del Sevilla también formaba parte de ese equipo red que se quedo a un paso de conquistar la primera Premier League de su historia pero al igual que Aspas no tuvo la confianza de Brendan Rodgers y decidió salir cedido para tener minutos.
Tras sus cesiones a Málaga y Deportivo, el Lazio apostó por él y lo compró al Liverpool. Actualmente y tras una campaña de adaptación es una de las grandes sensaciones de la temporada en la Serie A con 11 goles y 12 asistencias (el mejor de la competición). Esas cifras le han llevado a debutar con la selección española el pasado mes de noviembre.
Caso aparte merece el de Florian Thauvin viendo la temporada que esta realizando el ex jugador del Newcastle. Tras maravillar en la Ligue 1 con el Bastia, Lille y Marsella las urracas pagaron por él 18 millones de libras, un fichaje con unas expectativas muy altas que nunca se cumplieron. Sin apenas protagonismo en sus primeros meses acabo la temporada jugando de nuevo en el Olympique de Marsella en calidad de cedido.
Nunca más volvería a vestir la camiseta del Newcastle, tras el descenso de estos prolongo su cesión un año más con los del Vélodrome para ser finalmente recomprado. Actualmente es junto a Dmitri Payet la gran estrella de este Marsella que tras muchos años vuelve a soñar con meterse en una final europea. Sus cifras hablan por si solas 20 goles y 12 asistencias, datos que hacen que su presencia en Rusia el próximo mes de junio sea más que probable.
Sin salir de Francia aparece otro caso de jugador que llegó en este caso a Manchester con unas expectativas muy altas pero que poco a poco se fue apagando hasta ser relegado al final del banquillo. Es el caso de Memphis Depay que llegó al Manchester United tras estos desembolsar 34 millones de libras al PSV, no parecía una mala operación visto el gran potencial del holandés, sin embargo, la presión y una cabeza que parece poco amueblada arruinaron sus opciones de brillar en el teatro de los sueños.
El Olympique de Lyon fue a su rescaste y el United que vió en esa oferta una gran oportunidad de recuperar parte de lo invertido decidió aceptar. A las órdenes de Génésio ha recuperado su mejor nivel, sobretodo en este último tramo de temporada con varias exhibiciones que hacen recuperar el optimismo sobre él. 16 goles y 12 asistencias en liga números que hacen recordar al mejor Depay de su etapa en el PSV.
Trasladémonos a Alemania para hablar de Serge Gnabry una de las mayores promesas del fútbol alemán pero formado en Londres, más concretamente en la cantera del Arsenal. Sin oportunidades allí optó por probar suerte en su país y en el Werder Bremen dió un rendimiento espectacular, tal fue el nivel mostrado que el pasado verano el Bayern de Munich se hizo con sus servicios en una cantidad cercana a los 10 millones de euros.
El Bayern no quiso frenar su progresión y consciente de que no podían darle los minutos necesarios lo cedieron al Hoffenheim. A las ordenes de Julian Nagelsmann empezó un tanto irregular pero sus últimas actuaciones ya recuerdan al jugador que maravilló en Bremen. Suma 10 goles esta temporada en Bundesliga a los que acompaña con 5 asistencias en su carta de presentación.
En el mismo equipo actual que Gnabry esta otro jugador con pasado en Premier League que tampoco triunfó y ahora si lo hace lejos de las islas. Andrej Kramaric llegó a ser en su día el fichaje más caro de la historia del Leicester City, tras salirse en la liga de su país con el Rijeka, los zorros apostaron por él pero nunca se adaptó.
Salió en el mercado invernal de la temporada dónde el Leicester logró la hazaña de coronarse campeón de la Premier pero su salida no habría podido ser más beneficiosa a nivel individual. Con el Hoffenheim ha vuelto a ser aquel goleador que se vio en el Rijeka y en sus dos últimas temporadas suma 27 goles en Bundesliga.