Seleccionador de Egipto 2018: Hector Cúper, un lobo con piel de cordero

El técnico argentino jamás ha disputado una copa del mundo, ni como jugador ni como entrenador. Sin embargo, ostenta una dilatada carrera en el mundo del fútbol.

Seleccionador de Egipto 2018: Hector Cúper, un lobo con piel de cordero
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Por Francisco Polo

Hablar de experiencia en un banquillo es hablar sin duda del que será entrenador de Egipto en el cercano mundial de Rusia 2018, que comenzará el próximo jueves 14 de junio, Héctor Cúper. Un técnico con una amplia carrera en el mundo del balompié pero que, curiosamente, no sabe lo que es participar en una copa del mundo, ni como jugador, ni como director técnico.

Argentina como primera escuela

Para conocer la fecha en la que comenzó la andadura de Héctor Raúl Cúper como entrenador hace falta remontarse al año 1993, momento en el que debuta con Huracán, equipo en el que había colgado las botas hacía apenas una temporada.

Con el conjunto argentino logró un meritorio segundo puesto en el campeonato de liga, teniendo en cuenta que era su primera experiencia como míster y que apunto estuvo de lograr alzarse con el título liguero, de no haber sido porque cayó derrotado en el último encuentro  frente a Independiente

Su buen hacer en Huracán le llevó a dar un rápido salto en su carrera como entrenador y apenas con un año de experiencia fue reclutado por el CA Lanús para un ambicioso proyecto, en el cual logró su primer título como coach en el año 1996. Para ser más exacto se alzó con la Copa Conmebol, siendo este el preludio de un adiós a Lanús, que se confirmó semanas después. 

Salto a Europa

Hacía apenas tres años que Cúper había decidido dedicar su vida a los banquillos cuando la oportunidad para entrenar en la cuna del fútbol, Europa, le llegó de la mano del RCD Mallorca, conjunto que tuvo a bien contratar sus servicios en el año 1997 con el objetivo de relanzar al club y hacerlo todo lo competitivo que fuera posible.

Los éxitos no tardaron en llegar para el 'novato' entrenador, que apenas una temporada después de su contratación ya había logrado dejar al equipo en quinta posición, además de llevarlo a una final de Copa del Rey que, eso sí, perdería ante todo un FC Barcelona.

Tuvo la oportunidad de redimirse el conjunto bermellón una campaña después, donde también logró el pase para la final de la ya inexistente recopa, pero de nuevo la moneda salió cruz y los de Cúper perdieron en el duelo definitivo frente al Società Sportiva Lazio, final por cierto que puso el punto definitivo a las ediciones de este torneo. 

El momento de levantar su primera copa en el viejo continente sin embargo no tardaría en llegar gracias a la final que disputó el equipo mallorquín ese mismo año frente, de nuevo, al Barcelona de Van Gaal, donde el equipo insular se impuso por un cómputo global de 3-1, obteniendo así su primera Supercopa española de la historia.

Enemistad con las finales

Tras lograr la Supercopa de España con el Mallorca, Cúper aterrizó en el Valencia CF, equipo con unas aspiraciones aún mayores que las del cuadro anteriormente dirigido por el técnico argentino, en el año 1999.

Su llegada trajo bajo el brazo el que sería segundo título en España y el tercero como entrenador y es que tan solo unos meses de haber firmado su vinculación con la entidad valenciana, Cúper levantaba de nuevo la Supercopa de España y otra vez seria frente al FC Barcelona de Van Gaal, en este caso tras imponerse por 4-3 en el cómputo global. Sin embargo, cosas del fútbol, esta temprana alegría iba a ser prácticamente la última que se llevaría Héctor de su paso por Valencia.

¿Existe algo más amargo que perder una final de Champions para un entrenador? Pues si. Perder dos. Y este es el resumen que se puede hacer de lo que deparó el futuro para el técnico de Chabás en el conjunto ché. 

Durante dos años consecutivos el Valencia CF estuvo en boca de todos por su buen juego, su actitud y sobretodo por el hito de haber conseguido llegar a dos finales de la Copa de Europa, en el año 2000 y 2001, sin embargo, fue más protagonista si cabe por el hecho de que no consiguió alzarse con ninguna de ellas.

En la primera de las dos finales, fue derrotado por Real Madrid en la ciudad del amor, en París. Lugar donde el conjunto blanco se impuso a la squadra de Cúper por 3-0

En segunda instancia, el cuadro valencianista cayó frente al Bayern de Múnich en Milán debido a una agónica tanda de penaltis resuelta finalmente en favor de los alemanes por 4-5. El partido había concluido anteriormente con 1-1 en el electrónico. 

Inexplicable decadencia 

Tras haber llevado al Valencia a dos finales de la Copa de Europa, comenzó una extraña y casi definitiva, al menos hasta el momento, etapa de caída libre en la carrera del entrenador argentino. 

Abandonó el cuadro valenciano en el año 2001, con la esperanza de tener mejor suerte en el Inter de Milán. Sin embargo, más allá de una segunda posición lograda en la temporada 2002/2003, Cúper no ganó ningún título y además fue por primera vez destituido por malos resultados. Ocurrió en su tercera temporada al frente del Internazionale, cuando un mal arranque de campaña, donde en seis jornadas no pasó del octavo puesto, le llevó a ser destituido del conjunto italiano.

Tras su salida del Inter de Milán la trayectoria deportiva de Héctor Cuper inició un largo período de oscuridad, que le hizo perder casi todo el crédito que había ganado en sus primeros años como técnico en nuestro país.

Desde un regreso a su tan amado RCD Mallorca, que acabó con un despido en menos de un año y con el equipo como último clasificado de la Liga, pasando por un testimonial encuentro con el Real Betis Balompié, al que entrenó durante 14 jornadas en la temporada 2007/2008, y donde también fue destituido por malos resultados, culminando de este modo su segunda etapa en España.

A partir de entonces Cúper paso por un sinfín de equipos sin pena ni gloria. Aterrizó en el Parma, donde no duró más de una temporada, y unos meses después optó por peculiar destino como fue para el míster la selección de Georgia, equipo en el cual estuvo también un año y donde no fue capaz de ganar ni un solo partido.

Algo de luz pudo ver Héctor Cúper en Grecia al ser contratado por el Aris Salónica, o eso parecía en un principio. El conjunto griego, con el entrenador argentino al mando, logró llegar a la final de la copa griega, la cual perdió frente al PAE Panathinaikos por 1-0, y además también se clasificó para la fase de grupos de la Europa League en la temporada 2010/2011. Torneo donde Cúper se volvió a sentir grande, consiguiendo diez puntos en la fase de grupos, quedando como segundo clasificado en la susodicha dicha fase. Más tarde, en dieciseisavos de final, sería apeado de la competición por el Manchester City; meses después, tras una racha de malos resultados el entrenador dimitiría poniendo así fin a su etapa en Grecia. 

Un corto regreso a España, dirigiendo al Racing de Santander, equipo del que acabaría también dimitiendo tras no conseguir buenos resultados, así como una etapa sin mayores sobresaltos en el Orduspor turco y por último una experiencia por el fútbol árabe en el Al Wasl donde estuvo 2 meses y 20 días antes de presentar la enésima dimisión de su carrera, al no estar conforme con la marcha del conjunto fueron los antecedentes de Cúper antes de decidirse por la selección de Egipto, donde actualmente se encuentra. 

Egipto

La selección egipcia ha traido para el técnico la tan ansiada estabilidad que todo entrenador necesita para continuar creciendo; Desde el año 2015 lleva el bueno de Héctor Cúper al cargo del combinado africano y desde entonces ha logrado un subcampeonato en la Copa África, perdiendo en la final ante la selección de Camerún por 2-1 cuando corría el año 2017, así como también en el pasado año, la clasificación para el mundial de Rusia 2018, donde consiguió ser primera en la fase de grupos con 14 puntos imponiéndose al Uganda, segunda clasificada con 10 puntos, Ghana que finalmente no pudo pasar del tercer puesto con 8 y por último una selección del Congo que se quedó con tan solo 3 puntos

Rusia 2018

Egipto vuelve a un mundial 28 años después y lo hace de la mano de un entrenador que ya ha demostrado tener nivel para llevar incluso al Valencia hasta dos finales de Champions, pero que también ha reflejado una cara oscura, en la cual no ha sido capaz durante varios años, de terminar ni una sola temporada no solo en uno, sino en varios conjuntos. Por ello, es un verdadero misterio saber qué puede esperarse de esta selección africana en un mundial que podría ser el trampolín perfecto para Cúper si quiere volver, a sus 55 años, a la élite del fútbol mundial una vez termine este torneo. Contrariamente, también podría suponer el golpe definitivo a una larga y variada carrera de hacer un papel terriblemente malo.

Lo que está claro es que el combinado con capital en El Cairo no tiene a un cualquiera en el banquillo y el resto de selecciones lo saben y por ello deberán tener cuidado con un lobo, como es Héctor Cúper, que en los últimos años ha sufrido una metamorfosis hacia cordero, pero que en cualquier momento puede volver a sacar los dientes y a morder como antaño.