Año 1998, Copa del Mundo disputada en Francia, última jornada del Grupo 7, cara a cara entre dos selecciones que prometían dar alegrías a sus respectivos países, pero que se había visto amenazadas por la Rumanía de Gheorghe Hagi la cual lideraba el grupo, convirtiendo el Colombia vs Inglaterra en un partido vital de cara a la clasificación a los octavos de final. 

Este 2018, se volverán a medir ambos conjuntos, con el mismo aroma de partido trascendental, esta vez en unos octavos de final, en la parte del torneo en la que ganas o te vuelves a casa. 

En ese encuentro que se disputase un 26 de junio, hace poco más de 20 años, se presentaban dos plantillas diferentes, pero con aspiraciones igualmente ambiciosas en la competición y con hambre de confirmar los buenos augurios situados en torno a ambos equipos. 

Poca gente le hubiera dicho en esa tercera jornada al central suplente del Equipo de la Rosa, que en dos décadas se enfrentaría al mismo combinado nacional en un Campeonato del Mundo, pero esta vez como seleccionador,  jugándose un puesto en los cuartos de final.

Gareth Southgate, el actual entrenador de los Three Lions, formó parte de aquel conjunto que expulsó a la selección cafetera en 1998, recogiendo el testigo esta vez como técnico, para tratar de calcar el desenlace llevado a cabo hace 20 años. 

Remontándose a esa fecha, se medían frente a frente dos estilos de juego diferentes, una Inglaterra ofensiva y con jerarquía en defensa, aspirante a todo, y en el otro lado una tricolor atractiva por su medio campo comandado por "El Pibe" Valderrama, leyenda del fútbol mundial ya por aquel entonces, secundado por jugadores como Freddy Rincón o Leider Preciado.

La situación era crítica para ambos equipos, y en el ambiente se mascaba ese aroma a Copa del Mundo que hacía presagiar un encuentro disputado y en el que había situadas muchas expectativas en ambos países.

Los colombianos llegaban dirigidos por aquel entonces por el ya eliminado seleccionador panameño en la actualidad, Hernán "Bolillo" Gómez, tras una victoria frente a Túnez y una derrota frente a Rumanía, viéndose obligados a derrotar a los británicos.

El partido fue un auténtico monólogo inglés, realizando un fútbol vertical y preciso, generando ocasiones de gol que fueron frustradas por el héroe sin corona de aquella fatídica noche para los cafeteros: Faryd Mondragón

Y si la tónica fue la mencionada en el párrafo anterior, implica que Colombia fue duramente sobrepasada por los ingleses, que bombardearon el arco sudamericano, obligando al propio meta a realizar una actuación para los anales de la historia, frustrando a un mito de los delanteros históricos como el gran Alan Shearer, que tuvo hasta tres remates que rechazó Mondragón.

En el minuto 20 de partido, en uno de los constantes ataque de los Pross, un cabezazo mal repelido por la zaga colombiana, fue aprovechado por Darren Anderson para realizar un potente derechazo al que nada pudo hacer el arquero, poniendo el 0-1 en el luminoso. 

Pero el gol de la noche estaría por llegar, tan solo nueve minutos más tarde de la apertura del marcador, la diferencia se haría más grande, con el definitivo 0-2, gracias a un libre directo botado por un joven de 23 años que sería leyenda en Manchester United y Real Madrid. 

David Beckham se iba ganando su reputación de pelotero con goles imparables como el realizado en ese partido, sentenciando prácticamente y moralmente a una Colombia que trató de no bajar los brazos pero que se topó con una férrea Inglaterra

Destacado partido el realizado por un Sol Campbell que comenzó a ofrecer la versión de central rocoso que encandilaría en la afición Spur a finales de siglo y a la Gunner a principios del mismo, realizando jugadas para la memoria como las salidas con el balón jugado desde atrás, sorteando rivales y jactándose de una potencia física portentosa para la época. 

El encuentro finalizó con ese 0-2, pero el partido fue un repertorio de ofensivas inglesas, a las que la Tricolor trató de contrarrestar con empuje y ganas, pero que la artillería de los hombres de tres cuartos de cancha de Inglaterra no dieron opción. 

La figura del  encuentro emergió bajo los palos del arco cafetero, con un Mondragón que realizó numerosas paradas de alto calibre que dejaron boquiabierto al mundo del balonpié por a dificultad de las mismas y por la calidad de los rematadores.

Palomitas, vuelos sin motor, reflejos espectaculares y agilidad felina fueron algunos de los calificativos que describirían la exhibición que ofreció el guardameta que fue portero del Deportivo Cali, entre otros. 

Colombia caía eliminada, moría la ilusión de un país, pero se consolidaba en la élite un portero de 27 años, "El Turco" Mondragón, que deleitó al mundo del fútbol, pero que fue incapaz de rubricarlo con la victoria. 

Para el recuerdo quedará la imagen de un Beckham adolescente, pidiendo la camiseta de su ídolo Carlos Valderrama, al que este contestaba cediéndosela amablemente, siendo la fotografía para el recuerdo. 

Decía adiós Colombia, se despedía "El Pibe", el referente por excelencia del fútbol colombiano, finalizaba una época dorada comandada por el carismático jugador nacido en Santa Marta, por la puerta de atrás, pero fundido en un abrazo histórico con el que sería uno de los centrocampistas con mejor golpeo de balón de los anales de la historia del deporte rey: David Beckham.

El equipo dirigido por Glenn Hoodle acabaría cayendo en penaltis en los octavos frente a Argentina, decepcionando una vez más.