La Selección Nacional de los Estados Unidos ha vivido en este 2017 su peor año sin duda alguna. Quedarse fuera de la Copa del Mundo que se celebrará en el año próximo, ha sido un duro varapalo que ha hecho que tanto el equipo como la Federación se planteen una pequeña revolución.
Tras siete mundiales disputados por el combinado de las ‘Barras y estrellas’ de manera consecutiva, tuvo que ser contra la selección de Trinidad y Tobago (con quienes lograsen hace años su vuelta al mayor evento futbolístico a nivel mundial), quienes les dejasen fuera del mismo.
Una nueva esperanza
Con la llegada de Bruce Arena al combinado estadounidense unos meses antes de que comenzase el año, la Federación buscó revertir una situación que los llevaba a un desenlace que no querían, pero finalmente ocurrió.
En el Training Camp del mes de enero, el seleccionador llamó a una gran cantidad de jugadores jóvenes para ver como se manejaban en un ambiente de partidos internacionales y sobre todo, a qué nivel rendían en este tipo de encuentros. También convocó a muchos jugadores que se encontraban en pre temporada con la MLS, tratando de realizar más pruebas que sirviesen para las siguientes jornadas.
Fueron dos encuentros amistosos en los primeros meses ante Serbia y Jamaica en donde lograron un empate y una victoria respectivamente. Muchos de los futbolistas que participaron con la selección en estos días consiguieron quedarse y hacerse un hueco para los partidos venideros.
Llegó entonces la primera prueba importante para los UMSNT. El partido ante la selección de Honduras en el que una victoria se presentaba como la única opción, sino querían perder sus posibilidades de clasificarse. Y el resultado fue completamente sorprendente. Con un resultado de seis goles a cero, los estadounidenses conseguían dar un golpe encima de la mesa y demostrar que todavía no le podían descartar para la clasificación.
El segundo partido era a priori el más difícil de esas fechas, ya que visitaban al combinado panameño. El partido pronto se puso de cara ya que un gol de Dempsey les puso en camino de la victoria. Pero antes de que llegase el descanso, su rival logró un empate con el que finalizó el partido, no dejando satisfechos a ninguno de los equipos.
Por el buen camino
Con el paso de los meses, parecía que la clasificación estaba en sus manos, pero antes tenían que salvar un escollo muy importante. La salida para jugar en el Estadio Azteca ante México, era la prueba de oro para demostrar si el equipo había o no mejorado. Pero antes tenían que solventar un partido a priori sencillo. La selección de Trinidad y Tobago llegaba a Norteamérica con la intención de dar la sorpresa, pero perdieron un un doblete de Pulisic, que proponía su candidatura a ser le mejor jugador estadounidense en el futuro.
Los USMNT lograron sacar un punto importante del Estadio Azteca
A los pocos días llegó el partido más importante. El combinado ‘Azteca’ recibía los Estados Unidos, con la idea de vencerles y volver a ponerles sobre la cuerda floja. Pero nada más lejos de la realidad. Un gol de Michael Bradley en los primeros minutos del encuentro puso a los visitantes en clara ventaja, pero su rival no se amedrentó y asedió la portería de su rival hasta conseguir el gol. Este resultado de empate supo de poco a ambos, aunque continuaron manteniendo vivas sus opciones.
Un título que sabe a poco
Con la llegada del verano, el combinado estadounidense se preparó para disputar la CONCACAF Copa de Oro, disputada en su país. Para este torneo, el combinado ‘Yankee’ no pudo contar con algunos de sus jugadores a nivel internacional, sobre todo aquellos que jugaban en ligas de primer nivel europeas. Esta fue la mejor oportunidad para que los futbolistas que llevaban probando unos meses, dieran un paso adelante y se hiciesen un huevo en la selección.
Los USMNT quedaron encuadrados en el Grupo B con Panamá, Nicaragua y Martinica. En el primer encuentro se enfrentaron a al combinado ‘Canalero’ con quienes finalizaron un empate a goles. El segundo enfrentamiento, ante los caribeños de Martinica, fue de los más complicados para los estadounidenses, ya que consiguieron la victoria por un gol de diferencia, anotado este en los últimos minutos del partido. El último partido de la fase de grupos los llevó a enfrentarse a Nicaragua, consiguiendo un resultado más amplio.
Tras lograr clasificarse como primero en la fase de grupos, tocaba El Salvador en Cuartos de Final. El partido fue solventado con bastante facilidad, gracias a un marcador de 2-0 con goles de Omar Gonzalez y Lichaj. En semifinales llegó el rival más difícil hasta el momento, Costa Rica. Este partido fue considerado como una final anticipada, que no se decidió hasta los últimos minutos. Los goles de Dempsey y Altidore, dieron finalmente el pase a combinado de las ‘barras y estrellas’.
La final de Copa de Oro fue una reedición de muchos partidos disputados entre estos equipos. Tanto Jamaica como Estados Unidos se han disputado en muchas ocasiones puntos y títulos importantes, lo que hacía que la tensión se viese desde el pitido inicial. El partido estuvo muy igualada y no fue hasta los minutos previos al descanso cuando Altidore puso en ventaja a los USMNT. A la vuelta de los vestuarios, los isleños volvieron a poner la igualdad en el marcador gracias a un gol de Waston. Pero cuando todo hacía indicar que la prorroga era inevitable, apareció Jordan Morris para dar la victoria definitiva a los estadounidenses y su sexto título.
Esta victoria fue considerada como el empujón que la selección necesitaba para conseguir el pase final a la Copa del Mundo. Restaban cuatro partidos y la clasificación estaba en su mano. Sólo ellos podrían conseguirla o perderla.
El comienzo de la debacle
Llegó el mes de septiembre y con él los partidos más importantes para los Estados Unidos en los últimos años. La selección de Costa Rica llegaba New Jersey con ánimo de venganza tras la eliminación de la Copa Oro. Una victoria de los USMNT sería un golpe encima de la mesa y dejaría la clasificación casi asegurada… pero una derrota complicaría mucho las cosas. Y en contra de lo que se podría esperar, después de lo visto unos meses antes, los ‘Ticos’ lograron llevarse los tres puntos con dos goles de Marco Ureña, que volvieron a dejar a los estadounidenses al filo de la eliminación.
Unos días después, visitaron Honduras y las cosas se complicaron aún más. Un gol de Quioto en los primeros minutos obligó a los estadounidenses a marcar un gol, sino querían quedarse fuera de la pelea por la clasificación de manera casi matemática. Un gol de Bobby Wood en los minutos finales, volvieron a llevar la esperanza a los Estados Unidos.
Pesadilla antes de Navidad
Octubre será recordado como el peor mes en la historia del soccer estadounidense. En el mismo lugar en donde se empezó, se cerró un círculo que llevó al combinado de las ‘barras y estrellas’ a vivir una bonita etapa en este deporte.
A principios de mes, los USMNT recibieron a Panamá. Una selección que también necesitaba una victoria para poder seguir optando a la clasificación. El Orlando City Stadium llevó en volandas al combinado local para lograr una victoria que les hacía depender de sí mismos para llegar al Mundial. Un Cristian Pulisic cogió el liderazgo del equipo y con un partidazo, participó en la gran mayoría de los cuatro goles que su equipo anotó.
Los Estados Unidos dependían de sí mismos a falta de un partido. Estas circunstancias hicieron volver 28 años atrás, a un partido que abrió etapa en el soccer estadounidense. En aquel entonces, un combinado estadounidense muy novato, logró una victoria ante Trinidad y Tobago gracias a un gol de Paul Caligiuri, que se conoció como ‘Shot Heard round the World’. Esto le dio al país el pase a una Copa del Mundo después de 30 años fuera del circuito internacional.
La historia podía repetirse. Estaba en manos de los jugadores poder clasificar, pero en ocasiones las cosas no son como uno espera. Dos goles de los trinitenses en la primera mitad, dejaron helados a una selección que apenas consiguió responder. Sólo Pulisic con un gol al inicio de la segunda parte acercó a los visitantes en el marcador, pero la insistencia no fue suficiente, y la derrota cayó sobre los USMNT.
El quedarse fuera de la Copa del Mundo fue un duro varapalo para los Estados Unidos. Un país que poco a poco crece en un deporte en el que todavía no son una potencia, y que están tratando de serlo.
Renovarse o morir
Esta derrota trastocó todos los planes y afectó a todas estructuras del soccer estadounidense. El primero en caer fue el seleccionador Bruce Arena, que no consiguió el objetivo para lo que se le contrató, clasificar a al selección para el Mundial. Días después sería el Presidente de la USSF, Sunil Gulati, el que dejó su cargo.
A partir de ese momento se comenzó con una reestructuración de soccer estadounidense en todos los ámbitos, pero sobre todo en el futbolístico. Con el objetivo de Qatar 2022, pero sobre todo la más que posible Copa del Mundo de 2026 entre México, Canadá y Estados Unidos; se espera formar una base que llegue en plenitud de condiciones a estos dos eventos.
Para finalizar el año, los USMNT viajaron a Portugal para disputar un amistoso ante el actual Campeón de Europa, con un seleccionador interino como Dave Sarachan. Empataron a un gol en ese encuentro para cerrar el año más negro en la historia del soccer de los últimos 20.
En estas fechas y en los inicios del próximo año, con unas elecciones a la Federación de por medio, se espera que anuncien al seleccionador que a partir de enero, deberá dirigir de nuevo el camino del soccer estadounidense,