Trece jornadas, setenta y nueve días han tenido que pasar para que el Sporting volviera a probar el sabor amargo de la derrota. Un Zaragoza capitaneado por Borja Iglesias salió muy enchufado al partido y el delantero maño aprovechó dos errores defensivos de los rojiblancos para desatar la locura en las gradas de La Romareda.
Los de Baraja, lejos de su mejor nivel en la primera mitad, acortaron distancias en el minuto 52 por medio de Rubén García y atacaron sin tregua la portería defendida por Christian Álvarez, que se convirtió en el héroe del conjunto local con tres manos salvadoras
Borja Iglesias anestesia al Sporting
Con un estadio prácticamente lleno y un ambiente de Primera División, el Zaragoza salió al encuentro muy decidido y con las ideas muy claras. El conjunto maño se hizo muy pronto con el control del balón y a los diez minutos ya logró mover el marcador.
Borja Iglesias consigue deshacerse de la marca de Barba y remata un centro procedente de la banda izquierda que dejaba helados a los más de dos mil sportinguistas que se habían desplazado hasta La Romareda. El delantero gallego se convirtió en un auténtico quebradero de cabeza para la defensa rojiblanca, que se ha mostrado muy endeble durante toda la primera parte.
Cuando el Sporting apenas había disparado a puerta, el conjunto local volvía dar un golpe encima de la mesa a través del mismo protagonista: Borja Iglesias, que volvía a dejar en evidencia a la defensa visitante. Javi Ros le metía desde la banda derecha un centro medido a la espalda de los defensores y Borja Iglesias definió a la perfección ante Mariño, al que no le metían dos goles desde la derrota en el Carlos Tartiere hace más de dos meses.
Los ataques del Zaragoza llevaban mucho peligro, aunque Mariño no tuvo que emplearse a fondo en ningún momento. La última ocasión de la primera mitad sería para el Sporting, que a punto estuvo de marcar el primer gol a través de una falta botada por Carmona que Christian Fernández sacó de la escuadra.
Christián Fernández, un héroe bajo palos
El Sporting arrancó la segunda parte con los mismos protagonistas pero las sensaciones sobre el terreno de juego eran radicalmente distintas. Los de Baraja, lejos de su bajo nivel mostrado antes del descanso, se hicieron con el control del balón y en el minuto 52 ya iban a tener su recompensa.
Rubén García enganchó un balón suelto al borde del área y lo envió al fondo de la portería de Christian Fernández, que no pudo hacer nada para evitar el gol. Si la primera mitad llevaba el nombre del Zaragoza, los segundos cuarenta y cinco minutos eran rojiblancos.
Este dominio visitante lo sufrió bajo palos el portero local, que en el minuto 61 sacó una mano salvadora para despejar un remate de cabeza de Carmona en el área pequeña y, apenas diez minutos después, la figura de Christian Álvarez volvió a aparecer para el alivio de los aficionados locales. El guardameta desvió a córner un disparo muy peligroso de Jony que le botó justo delante suyo y volvió a enfundarse el traje de héroe para mantener vivo a su equipo.
El Zaragoza no conseguía reaccionar y la banda izquierda del Sporting se convirtió en un auténtico puñal en manos de Jony, que colgó multitud de centros pero nadie consiguió rematarlos de forma eficaz. A falta de tan solo ocho minutos para finalizar el encuentro, Christian Álvarez volvió a ser decisivo al sacar de la línea de gol un remate de Carmona ante la pasividad de la defensa local.
El Sporting, sin margen de error
A falta de tan solo cuatro jornadas para que concluya la temporada, el Sporting ha gastado un comodín y ya no depende de sí mismo en la lucha por el ascenso directo. El conjunto rojiblanco no perdía desde el 4 de febrero y la derrota en tierras mañas ha significado un toque de atención a la plantilla, que ha acusado la falta de concentración con la que ha salido al encuentro.
A los de Baraja les quedan dos partidos en El Molinón Enrique Castro ‘Quini’ ante el Barcelona 'B' y Granada y dos como visitante, ante el Tenerife y Córdoba. Cuatro finales que van a marcar el rumbo de la nave sportinguista que tendrá como destino el ascenso directo o los puestos de playoff.