La UD Logroñés sigue dando pasos hacia la nueva temporada. Y esta vez sin los habituales rumores, tan típicos de verano. Lejos queda aquel tiempo de "las espadas". Sin hacer demasiado ruido mediático, la entidad blanquirroja está comenzando a construir una plantilla competitiva para luchar por colarse entre los cuatro mejores de su grupo. Aspecto que por otra parte, aún no está decidido. Sin embargo, los riojanos no quieren que esta circunstancia les afecte y prefieren ir preparándose, independientemente de qué rivales les toquen en suerte.
Experiencia para el centro del campo
Andy Rodríguez (Almuñécar, 30-1-1990), es un centrocampista procedente de la Ponferradina. Comenzó a despuntar en la cantera del Real Madrid, pasando a formar parte del Atlético Levante poco después y debutando en Segunda B con el filial granota, registrando interesantes cifras en el aspecto goleador, no alcanzadas en ningún otro momento de su carrera. En 2014 emprendió rumbo a El Toralín, donde permaneció cuatro cursos futbolísticos. En la comarca de El Bierzo, vivió la experiencia de jugar más de 60 duelos en Segunda División, estando a punto de entrar en promoción de ascenso a Primera. A pesar del descenso de los bercianos, continuó defendiendo su elástica, llegando a ser el capitán y el líder en el campo. En estos dos últimos años, no ha tenido tanta suerte a nivel deportivo y ha decidido buscar otro proyecto.
Se trata de un jugador muy inteligente, brillante cuando goza de libertad en el terreno de juego. En los últimos tiempos, también se ha acostumbrado a labores más sacrificadas. Su mayor problema son las lesiones. Algunas de ellas le han lastrado notablemente en los mejores momentos. Si Andy se siente a gusto en un equipo, su rendimiento mejora notablemente. Si por el contrario, como le ha podido pasar en estos últimos tiempos, su club no rinde deportivamente, él es el primero en sufrirlo. Jugador por tanto para proyectos con miras altas.
Seguridad para la zaga
La cuarta incorporación del proyecto blanquirrojo es Mikel Santamaría (Pamplona, 27-7-1987), que actúa de central zurdo y cuenta con un gran conocimiento de la categoría. Dio sus primeros pasos en el equipo de su ciudad, enrolándose en Osasuna B. Con 21 años, se marchó rumbo al Alfaro, que por aquel entonces militaba en Segunda B. De La Rioja Baja pasó a Lezama, y de ahí al Albacete Balompié, donde pudo jugar una promoción de ascenso y se convirtió en un jugador importante en el conjunto manchego. Sin embargo, su explosión ocurrió en el Leganés, llevando a los pepineros a la categoría de plata y siendo capital en Butarque.
En 2015 decidió firmar por el Racing de Santander, donde formó la pareja de centrales con el blanquirrojo Caneda. Con los montañeses pudo ser campeón, jugar dos promociones de ascenso y rozar el cambio de categoría, pero no lo consiguió. El pasado verano, quiso probar suerte en otro conjunto con aspiraciones, el Hércules de Alicante. Sin embargo, su experiencia en la ciudad valenciana no fue demasiado provechosa, ya que la entidad quedó lejos de los cuatro mejores. Ahora, con 30 años, busca liderar la zaga de un proyecto con opciones de ascenso, como aspira a serlo el conjunto de Las Gaunas.
Pretemporada confirmada
La entidad ha confirmado sus encuentros de pretemporada. Serán ocho, distribuidos entre el 21 de julio y el 18 de agosto. Rivales para todos los gustos. Un contrincante de Primera División, el Deportivo Alavés, en el ya tradicional choque en El Prao de Laguardia. Otro partido con un Segunda competitivo, como el Numancia. También habrá hueco para rivales del mismo estatus, como Burgos o RM Castilla. Por último, el club ha querido organizar viajes contra rivales conocidos de Tercera DIvisión (Haro, Agoncillo, Peña Sport y Anguiano).