La maldición en Ipurúa sigue vigente. El Granada sigue sin conocer qué es vencer en Eibar. De hecho, sus últimas visitas en casa de los armeros se han saldado con abultadas goleadas que han dejado muy mermada la imagen de los nazaríes, como ha ocurrido este lunes (4-0).
Eibar y Granada se enfrentaban este lunes en el duelo correspondiente a la quinta jornada de la Segunda División. Con casi un mes de competición, los nazaríes visitaban Ipurúa con el deseo de romper la maldición que les había impedido sacar los tres puntos del feudo armero en toda la historia.
Los locales llegaban tras haber perdido en el anterior choque frente al Leganés (2-1). Los de Garitano se quedaron la pasada campaña con la miel en los labios tras haber estado a las puertas de ascender a Primera. Pese a ello, los vascos intentarán de nuevo intentarlo con una sólida y reconocible plantilla.
El cuadro de Karanka llegaba después de haber perdido en la anterior jornada en tierras andorranas (0-1) pese haber tenido intentonas para revertir el resultado. Con las bajas seguras de Melendo y Soro, el míster granadino optó por un once que contaba con las novedades de Cabaco, Jonathan Silva, Petrovic y Molina, que partían como titulares en un once bastante consolidado.
Los primeros compases del encuentro fueron un claro toma y daca entre ambas entidades con un continuo juego directo y vertical por las dos partes. El combinado local probó suerte a los diez minutos con un duro disparo desde fuera del área obrado por Aketxe, que hizo requerir de la actuación de un seguro André Ferreira que salvó a los rojiblancos.
El Granada, tras esta jugada, comenzó a hilvanar varias combinaciones que acabaron en diferentes llegadas que no terminaron viendo puerta. No obstante, las intenciones de los nazaríes parecían bastantes claras con un juego directo y rápido
Pereira arremete contra el Granada
Cuando más parecía que llegaban los andaluces, el cuadro armero arremetió fuertemente contra los de Karanka. Con un córner que parecía que no tenía mucho peligro, los de Garitano encontraron a Pereira en la boca del área (1-0) libre de marca, por lo que aprovechó esa ocasión para meter un fuerte disparo por la escuadra derecha del meta granadino, que ni pudo intentar parar el golpeo.
Los granadinos respondieron a los minutos con un disparo, bastante forzado, de Jorge Molina, que se giró por completo y el remate, que se fue cerca del palo lejano, casi fue atrapado por Callejón, que se tiró para intentar mandar el balón a las mallas de la portería eibarrense.
La primera parte no tuvo de grandiosas jugadas claras. Los rojiblancos horizontales generaron a cuentagotas tras el tanto local y las intenciones de ellos no parecían muy claras ante un Eibar que esperaba su momento y su potencial juego aéreo para aumentar la ventaja.
En el segundo acto se vio a un Granada muy precipitado. Las ganas por encontrar puerta eran evidentes, pero a veces generaron situaciones de controversia que eran un grave problema para los granadinos.
Blanco Leschuk fue sustituido en el descanso. Se marchó con una tarjeta amarilla que podría haber sido de otro color. Motivos no faltaron. El ariete argentino provocó a los rivales y golpeó en diferentes ocasiones el rostro de algunos jugadores.
El Eibar poco a poco aumentó sus efectivos en ataque. Los locales se mostraron más cómodos en el nuevo tiempo. El resultado a su favor hizo que manejaran el partido de una manera más sosegada ante un Granada necesitado y que quiso rascar algún punto de su templo maldito.
El Granada tuvo otra clara ocasión con un balón bombeado que fue al centro del área de Yoel Robles, que casi peinó Jorge Molina pese a la salida del portero armero, que se chocó con un compañero intentando despejar el esférico.
Goleada vergonzosa
Pese a ello, el Eibar soltó otra estocada. Con una jugada ensayada, Tejero cruzó (2-0) un tiro que fue con rosca hasta el palo largo de André Ferreira mientras los zagueros rojiblancos divisaban la situación. Sin embargo, esta no fue la última de los armeros.
Nada más sacar, los vascos volvieron a llegar al área nazarí. Un mal entendimiento entre los defensores del Granada acabó con el balón en la posesión de Stoichkov, que no se lo pensó mucho y, con un inesperado remate, volvió a batir (3-0) a su contrincante, muy tocado a nivel de juego y a nivel moral.
Los de Karanka pudieron recibir todavía más. Intenciones por parte armera hubo y ocasiones, también. André Ferreira se tuvo que vestir de santo en varias ocasiones para evitar una goleada que podía haber sido todavía mayor. Un resultado que evidenciaba el mal juego y poca capacidad de un Granada muy bloqueado e irreconocible.
Por si fuera poco, el Eibar encontró su cuarto tanto. Bautista, que salió por Blanco en el descanso, encontró puerta (4-0) tras recortar a Cabaco y quedarse solo frente a la portería granadina.
De esta manera, el Granada cerró su segunda derrota consecutiva. En Andorra el equipo andaluz no pudo arañar ningún punto por poco y en Eibar, el nivel fue en decremento y estuvo muy alejado de lo que se vio en los primeros duelos de la campaña. Ver para creer.
El Granada, que tenía en su mano ponerse líder en solitario, dejó escapar esta opción y cierra la jornada con nueve puntos de quince posibles y en el sexto puesto. Mientras, el Eibar se queda tercero con diez puntos en la clasificación.
Ficha Técnica
SD Eibar (4): Yoel, Álvaro Tejera, Berrocal, Arbilla (Chema 87’), Imanol, Corpas, Sergio Álvarez, Aketxe (Javi Muñoz 71’), Matheus Pereira (Peru 87’), Stoichkov (Quique González 71’), Blanco Leschuk (Bautista 45’).
Granada CF (0): André Ferreira, Ricard Sánchez, Miguel Rubio, Erick Cabaco, Jonathan Silva (Quini 60’), Antonio Puertas (Perea 71’), Bodiger, Njegos Petrovic, Myrto Uzuni (Bryan Zaragoza 71’), José Callejón y Jorge Molina.
Goles: 1-0, Matheus Pereira; 2-0, Tejero; 3-0, Stoichkov; 4-0, Bautista.
Árbitro: García Verdura. (comité catalán). Ha amonestado a Blanco Leschuk, Aketxe por parte local y a Uzuni en el otro cuadro.
Incidencias: Partido correspondiente a la quinta jornada de la Segunda División. Choque celebrado en el Municipal de Ipurúa, con 4.560 aficionados en las gradas.