Cualquier tiempo pasado parece mejor

El Valencia llega este sábado a Sevilla, tocado que no hundido. Los chés aterrizan en una situación relativamente cómoda por el margen respecto al descenso pero incómoda por la grandeza de un club en horas bajas. Cambios de entrenadores, una afición crispada, jugadores cuestionados... Todo, con una situación institucional preocupante. Individualidad por encima del colectivo. Cómo ha cambiado la historia.

Cualquier tiempo pasado parece mejor
El Eibar se dio un homenaje en Valencia | FOTO: VAVEL
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Por José Manuel Gelo

No está el horno para bollos en la ciudad del Turia. Ni para bollos ni para nada. El Valencia atraviesa una 'crisis' cuanto menos preocupante que lleva arrastrando varios años consecutivos. Los chés siguen contando con jugadores de calidad, francamente cotizados, pero demuestran que en el fútbol el colectivo siempre está por encima de la individualidad. Que se lo digan al Alavés. Si a todo eso se le añaden constantes cambios en el banquillo, asuntos extra-deportivos y, sobretodo, una situación institucional nada favorable con Peter Lim al mando, el panorama es el que es. Y tiene un color grisaceo que poco invita a la esperanza. No es para menos que una afición tan exigente como la valenciana no esté contenta con el rumbo de los suyos. Cualquier tiempo pasado parece mejor.

Más allá de las posibles causas de todo este revuelo, el Valencia en lo puramente deportivo no se debe fiar un pelo. Especialmente, porque sus sensaciones tampoco permiten relajaciones de ningún tipo. Tras la dimisión de Cesare Prandelli, 'Voro' es el encargado de salvar la temporada lo más dignamente posible. Su efecto comenzaba a producirse, a pesar de la dura eliminación copera ante el Celta de Vigo, a partir de una dinámica positiva con siete puntos de nueve posibles. Eso terminó con derrotas ante Las Palmas y Eibar -goleada encajada por 0-4-. Por lo tanto, el objetivo es volver cuanto antes a recuperar la versión notable mostrada hasta hace poco.

Juego ofensivo práctico

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El peligro llega arriba | FOTO: Slideshare

El Valencia ha cambiado mucho últimamente pero no tanto lo ha hecho en su forma de atacar, de generar peligro. El talento lo sigue manteniendo a pesar de que no esté dando sus frutos. La recuperación en defensa siempre va acompañada de una transición ofensiva rápida con la que poder sorprender a los rivales.

En caso de no poder sacar la pelota jugada, primer propósito de 'Voro', la segunda opción es buscar una jugada en largo. La acción será más directa pero menos fluida aunque no conlleva riesgos. La presión que pueda realizar el Real Betis este sábado en ataque será una de las claves del encuentro. Los chés tendrán que ser precisos en sus envíos. Si lo son, este Valencia puede hacer daño a cualquiera.

Alternativas de pase

Real Sociedad - Valencia | FOTO: Les Chroniques Tactiques
Real Sociedad - Valencia | FOTO: Les Chroniques Tactiques

Otra de las virtudes del cuadro ché, a pesar de sus visibles defectos, es el orden táctico en la realización de las jugadas. Sí es un equipo organizado con el balón en los pies a diferencia de cuando no lo posee. Ejemplo práctico: Real Sociedad - Valencia. El choque no es de esta campaña pero ayuda en el caso. El centrocampista que tiene la pelota visualiza hasta seis líneas -marcadas en rojo- para ejercer su decisión. Puede devolverla al lateral izquierdo, apoyarse en el compañero del círculo central, abrir más a la banda, jugar por el centro u optar por un estilo más directo en busca de los delanteros. El primer atacante puede, en ese caso, comenzar una segunda jugada peinando el esférico hacia el segundo. Mucha variedad en la elaboración de los ataques. Ojo.

El balón parado, un 'arma' más

Mucho cuidado con Parejo | FOTO: Slideshare
Mucho cuidado con Parejo | FOTO: Slideshare

Las faltas en el Valencia tienen nombre propio: Parejo. El centrocampista ché es el encargado de lanzarlo todo porque su golpeo desde corta-media distancia es maravilloso. En los lanzamientos cercanos, los valencianistas utilizan varios jugadores que molestan la visión del portero desde la barrera.

No solo hay que estar atentos a sus golpeos centrales sino también a las acciones desde un costado que conllevan remate. La altura de los zagueros chés, especialmente con Aderllan o Mangala, es una ventaja más. El 4-3-3 empleado por 'Voro' no ayuda precisamente a defender con orden, más aún cuando cuenta de 3/4 de campo hacia adelante con jugadores de vocación ofensiva que no se muestran con solidaridad en las ayudas. Seguramente, sea el principal defecto de un equipo que hace daño pero al que también se le puede hacer daño. Los números lo demuestran.