El 4 de agosto, el vicepresidente del Logroñés, Juan José Guerreros, anunció la llegada de cuatro fichajes por la red social Twitter. 13 días después, se ha hecho oficial la llegada del primer jugador clave, que ayer rescindió con el Real Murcia y hoy ha firmado un nuevo contrato con la UDL para la próxima campaña. El elegido es Rayco García (Las Palmas, 23 de marzo del 87). El canario es un futbolista con amplia experiencia en Segunda B, con más de 200 encuentros disputados y 65 tantos convertidos. Pero el insular también ha podido disfrutar de la Segunda División e incluso de Primera. En definitiva, se trata de un jugador contrastado.
Los inicios de Rayco se sitúan en la temporada 2006/07. El delantero grancanario comenzó por todo lo alto, debutando con 19 años en Segunda División con el Real Madrid Castilla. Sin embargo, el filial blanco acabó en Segunda B y el futbolista salió de La Fábrica, con destino al Villarreal B, donde pasó otra temporada, esta vez en la categoría de bronce. La campaña 2008/09 iba a ser uno de sus mejores años a nivel individual. Con la elástica del Navalcarnero, se convirtió en un jugador clave, logrando jugar 37 partidos y anotando 13 goles, pero sin poder evitar el descenso del Naval a Tercera. Nueva temporada, nuevo cambio de aires. Esta vez al Oviedo. Con los carbayones no brilló tanto y se marchó, rumbo a una etapa exitosa en Vallecas.
Siete temporadas intensísimas
En verano de 2010, el ariete pasó a ser parte del Rayo Vallecano B. En su segunda temporada con el filial rayista, pudo cumplir su sueño, debutar en Primera División. Sin embargo, en invierno de 2011, viéndose con poco protagonismo, decidió viajar hacia Anduva, recalando en el Mirandés. Ese mismo año, el conjunto rojillo, entrenado por Carlos Pouso, protagonizaría una aventura épica en Copa y un ascenso a Segunda. Rayco fue testigo de tal hazaña, aunque su participación fue residual. A pesar de todo, decidió seguir con el conjunto de Miranda en la división de plata, aunque no disputó demasiados minutos. Rayco abandonó el CDM, encarando la que iba a ser la mejor etapa de su carrera.
Su siguiente club fue el Alcoyano. Con los de El Collao, consiguió hacer una gran temporada, anotando 14 tantos. En la 2014/15, recaló en el Nástic de Tarragona. El goleador volvió a marcar otros 14 tantos, completando una genial temporada, logrando el liderato y posteriormente, el ascenso en la ronda de campeones. Al año siguiente, el killer siguió a orillas del Mediterráneo, disfrutando de su tercera etapa en Segunda. Sin embargo, su éxito no fue igual y acabó yéndose sin pena ni gloria. Tampoco encontró su mejor momento en la pasada temporada, donde jugó en Ponferradina y Real Murcia, logrando solamente tres tantos. Se trata de una apuesta arriesgada para el conjunto blanquirrojo, pero si el canario recupera el nivel, sin duda será un jugador top para la categoría, como demostró en sus etapas en el Navalcarnero, Alcoyano y Gimnástic.