Si queríamos emociones fuertes, en el Rallye de Cerdeña las hemos tenido: Thierry Neuville le ha ganado la partida a Sébastien Ogier y se ha proclamado campeón del Rallye de Cerdeña en un final de infarto después de, ambos, luchar durante tres jornadas por la primera plaza del podio. El piloto belga consiguió el podio después de que Ogier terminará a +1.5 de Neuville en el último tramo cronometrado del día, la Power Stage y se quedará, además, a tan solo, +0.7.

El Rallye de Cerdeña arrancó con un ambiente bastante idílico si bien las condiciones eran agradables y el sol fue el principal protagonista pero, la tormenta estaba por llegar. Ogier y Neuville se encararon en una intensa batalla por la victoria de la cita italiana, con un cara a cara entre también dos hombres: Latvala y Lappi. En este sentido, Jari apuntó alto y fue recortandole segundos a su compatriota con el objetivo de aumentar la brecha entre ambos en la general por la tercera posición.

Pero, la mala fortuna le jugó una mala pasada a Jari después de abandonar durante la segunda jornada y, habiendo terminado el último tramo del día, por problemas en el alternador de su Yaris WRC. Fue entonces, cuando se reenganchó a la carrera en Rally2 para disputar la tercera etapa pero, únicamente, consiguiendo la séptima plaza, y Lappi la tercera plaza del podio.

Las últimas campanas de Cerdeña sonaron para un hombre: Neuville y, cómo sonaron. La cosa se mantuvo igual, Ogier al frente con el belga a la caza pero fue, en la décimo novena especial cuando todo, prácticamente, se decidió. El copiloto de Sebs, Julian Ingrassia, olvidó el carné de ruta en el tramo y continuó al siguiente. Por dicha acción recibieron una penalización de 10000 euros, a pagarse entre piloto y copiloto y una advertencia: Si volvía a suceder se les retiraría 18 puntos del campeonato de constructores y 22 para cada campeonato de pilotos y copilotos. El top cinco lo completaron Paddon y Ostberg para pasar a disfrutar de un merecido descanso antes del Rallye de Finlandia.