Justo hace un año, Petra Kvitova regresaba a la senda del triunfo conquistando el torneo de Birmingham tras estar más de seis de baja por lesión en la mano izquierda a causa de un asalto doméstico. 365 después, la tenista checa ha vuelto a conquistar la hierba del Nature Valley Classic de Birmingham confirmando su gran dominio sobre esta superficie. Su víctima en la final de hoy ha sido la eslovaca Magdalena Rybarikova, actual número 19 del mundo, y que también se desenvuelve a las mil maravillas sobre pasto. La eslovaca se apuntó el primer parcial por 6-4 pero no pudo contener la pegada de su rival, que dio la vuelta al partido con autoridad por 6-1 y 6-2. 

Rybarikova pasó del 82% de puntos ganados con primer servicio en el primer set a un 53% en el último. Por contra, Kvitova se afianzó con su segundo servicio ganando el 52% de los puntosKvitova había llegado hasta este partido en modo arrollador, sin ceder ni una sola manga y con su servicio como principal arma. Pero hoy tenía enfrente a la vigente semifinalista de Wimbledon, una Rybarikova que posee la variedad de golpes exacta y precisa para ser muy competitiva en hierba. La eslovaca llevó la voz cantante en el primer set, quebrando el servicio de Kvitova en el tercer juego (2-1). Ésta reaccionó momentáneamente y puso las tablas en el sexto juego (3-3) pero el esfuerzo de conseguir la igualada la pasó factura. Con otro 'break' en blanco, Rybarikova volvió a coger la delantera y esta vez no la soltó para terminar imponiéndose por 6-4. 

Kvitova muestra todo su poderío

Una de las claves del encuentro radicaba en el primer servicio de la eslovaca, con el que sólo se dejó cuatro puntos en la primera manga. Pero tras la reanudación, Kvitova imprimió más aceleración, tanto a sus golpes como a sus piernas. La checa cambió las tornas del partido y mostró toda su agresividad, dejando en sólo tres juegos a su rival en los dos siguientes sets. Rybarikova se había parado a nivel mental, lo que terminó incidiendo también en su físico y en sus tiros, mucho menos dañinos para su rival.

Tras el 6-1 de la segunda manga, Kvitova continúo con la inercia positiva que traía consigo y se adelantó 3-0 en el tercero. Con una ventaja de dos 'breaks', la checa se permitió el lujo de bajar el ritmo y ceder uno de sus dos servicios. Pero Rybarikova ya no tenía más energía en su cuerpo. La eslovaca se encontraba en la reserva desde hacía tiempo y Kvitova asestó el golpe definitivo con otra rotura (4-1). 

Con todo ya bajo control, la de Bilovec cerró a lo campeona con su tercer servicio directo del partido y puso el broche de oro a otra semana triunfal más. Con éste, son ya cinco los títulos que se ha llevado al buche la actual número ocho del mundo, que suma ya 25 en el total de su carrera. Otro dato que demuestra la fiabilidad de la tenista centroeuropea en las finales es que ya son seis seguidas las que han terminado en su poder. Hay que remontarse a octubre de 2016 en Luxemburgo para encontrar la última derrota en una final de Petra Kvitova, una jugadora que ya fija su mirada en el All England Club, escenario del tercer Grand Slam de la temporada, Wimbledon, evento que ha ganado en dos ocasiones, 2011 y 2014, y para el que este año llega en su mejor momento de forma en mucho tiempo.