Empieza la temporada de tierra batida esta semana con el Masters 1000 de Montecarlo, superficie en la que Rafa Nadal ha ganado 49 de los 69 títulos que atesora en su palmarés, y en la que hoy ha cumplido 400 victorias. Ese partido centenario lo jugó hoy en la Court Rainier III del primer Masters 1000 de la temporada sobre polvo de ladrillo contra el británico Kyle Edmund, situado en la posición nº 45 del ranking masculino y que, al igual que el balear, su superficie favorita es la tierra batida.

Sin embargo, el sudafricano de nacimiento y británico de nacionalidad tardó algo más de la cuenta en meterse en el partido, lo que pagó con un rosco cuando aún no había transcurrido la primera media hora de encuentro. Los numerosos errores de Edmund y el buen juego de Nadal permitieron a este colocar el 6-0 en el marcador.

La segunda manga fue el despertar de Edmund. En ella, el británico se acostumbró a los efectos que el español le suele imprimir a la bola y no estuvo tan detrás de la línea de fondo como en el set anterior. Ello le llevó a conectar un winner tras otro (en el total del partido se anotó 33) y a romper el saque de Nadal por primera vez, lo cual le llevó a colocar un esperanzador 4-2 en el electrónico.

Pero Rafa no quiso que su joven rival siguiera ampliando más el colchón e inmediatamente logró un contrabreak que le permitió reducir distancias; pero Edmund seguía con una dinámica positiva, desplegando un buen juego y buenos golpes que le llevaron a meterse en el bolsillo el segundo acto por 7-5. La tercera manga decidiría, por tanto, el nombre del clasificado para la siguiente ronda.

Este acto final fue de idas y venidas, con momentos buenos para uno y otro jugador, pero aunque el británico consiguió una rotura, los tres breaks de Nadal fueron determinantes para que el manacorí se adjudicara este tercer set y el partido por 6-0, 5-7 y 6-3. El mallorquín jugará su siguiente partido ante el joven y peligroso jugador alemán Alexander Zverev, que derrotó a otro español, Feliciano López, por 6-0 y 6-4.