Muchas personas al ver un tenista piensan que este cuenta con recursos ilimitados, que son provistos por sus sponsor, para que estos puedan desempeñar su labor en óptimas condiciones. Pero a veces hay excepciones que demuestran la antítesis de la regla general y revelan lo acotado que es el repertorio, en referencia a sus herramientas de trabajo, con el que un jugador cuenta a la hora de afrontar cada uno de los torneos del circuito. Adrian Mannarino, actual número 28 del ranking de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP), es un ejemplo perfecto de lo mencionado anteriormente.

"¿Hay alguna tienda en el mundo que todavía tenga en existencia raquetas Babolat Pure Aero con grip tres o cuatro ?", fue lo el francés consultó el 6 de octubre, a través de su cuenta oficial de Twitter y durante su participación en el Masters 1000 de Montreal. Justificó su publicación debido a que, con el transcurso de la temporada, la cantidad de raquetas que tenía a su disposición fue mermando hasta que solamente le quedaba una para utilizar. Esta curiosidad se suma a la particularidad con la cual compitió desde el Abierto de Australia, que consistía en que su outfit estaba compuesto de una única camiseta.

A pesar de esos contratiempos, el galo supo desplegar actuaciones destacadas que lo llevaron a alcanzar instancias decisivas de diferentes eventos y consiguió establecerse dentro del Top-30, con la oportunidad de poder registrar, en 2018, la mejor clasificación de su carrera en el escalafón. Para eso tendrá que superar la posición 27 que alcanzó el 27 de julio de 2015.

Un comienzo con dos caras

Mannarino inició el 2017 con un título. Alzó el trofeo del Challenger de Nueva Caledonia y encendió sus motores de cara a los ATP's 250 previos al primer Grand Slam del año. Sus dos próximas paradas fueron el ASB Classic de Nueva Zelanda y el Australian Open. En ambos se despidió temprano debido a que perdió en la primera ronda frente a Marcos Baghdatis y Karen Khachanov, respectivamente. Con el objetivo de aceitar su rendimiento, volvió a jugar un Challenger, en este caso el de Quimper, localidad de su país natal.

Conquistó, por segunda vez, un evento de esa categoría y ahora apuntaba a reafirmar su buen momento en torneos de mayor envergadura. Los ATP's 250 de Sofía (Bulgaria), Memphis y Delray Beach (Estados Unidos) se convirtieron en los escenarios posteriores que también lo vieron caer en la instancia inicial, esta vez ante Nikoloz Basilashvili, Donald Young y Kyle Edmund. Con dos coronaciones en certámenes de menor nivel, pero sin poder acceder a la segunda ronda en los primeros cinco eventos de importancia que disputó, fueron las dos caras que representaban el accionar del oriundo de Soisy-sous-Montmorency al principio de la temporada.

Racha de victorias

El ATP 500 de Acapulco fue el primer torneo en donde Mannarino pudo posicionarse en la segunda ronda. Luego de derrotar al estadounidense Taylor Fritz por 3-6, 7-6 (5) y 6-4, el austríaco Dominic Thiem frenó su envión tras doblegarlo en sets corridos (5-7 y 3-6). El francés empezó su periplo en los Masters 1000 en Indian Wells. Rebasó al argentino Juan Mónaco en el encuentro inaugural, pero perdió ante el español Roberto Bautista Agut por 5-7 y 2-6 en la ronda siguiente. En Miami, el segundo Masters 1000 del año, consiguió tres triunfos consecutivos: Benjamin Becker, Paolo Lorenzi y Borna Coric, que lo llevaron a los dieciseisavo de final, donde cayó frente al checo Tomas Berdych por 3-6 y 5-7.

Ya en la temporada de polvo de ladrillo, repitió la instancia anterior en el Masters 1000 de Montecarlo, pero en esta ocasión tuvo que retirarse ante su compatriota Lucas Pouille tras ceder tres games y estar 0-3 abajo en el marcador. En los dos eventos posteriores, Madrid y Roma, tuvo que sobrepasar la qualy. En ambos lo logró, pero en cada estreno oficial cayó contra norteamericano Jared Donalsond y el uruguayo Pablo Cuevas, respectivamente. En Roland Garros, segundo "majors" del calendario, el galo tropezó tempranamente en el duelo inaugural ante el argentino Horacio Zeballos por 5-7, 3-6 y 4-6, una vez más, mostró un declive en su rendimiento.

Un rendimiento destacado lleva a mejores resultados

La etapa de césped comenzó en el ATP 250 de Hertogenbosch, Holanda. El australiano Jordan Thompson se vio doblegado por Mannarino por 6-4 y 6-1, y avanzó hasta 2R, donde fue detenido por el joven alemán Alexander Zverev en dos parciales (2-6 y 3-6). El ATP 500 de Queen's, Gran Bretaña, fue el siguiente evento que pretendía otorgar buenos augurios antes de afrontar el cuadro principal en la catedral del tenis. Pero tuvo un rápido adiós porque su compatriota Jo-Wilfried Tsonga lo eliminó en 1R por doble 2-6. Su desempeño progresó en el ATP 250 de Antalya, Turquía. Se sobrepuso a Borna Coric, Mohamed Safwat, Fernando Verdasco y Andreas Seppi, y alcanzó su primera final del 2017 en torneos importantes y la tercera de su carrera. El japonés Yuichi Sugita fue su verdugo, que lo derrotó por 1-6 y 6-7 (4).

Había llegado la hora de Wimbledon. Luego de superar en las primeras tres instancias iniciales a Feliciano López, Sugita y Gael Monfils, en su camino se hizo presente el ganador de 12 títulos grandes, el serbio Novak Djokovic, quien no le otorgó márgenes para que pudiera meterse en el partido y lo venció por 2-6, 5-7 (5) y 4-6. Sus próximas estaciones se encontraban en la gira de eventos que se desarrollan sobre superficie dura previa al Abierto de los Estados Unidos. Hizo su debut en el ATP 250 Newport, donde, inesperadamente, se vio dominado por el alemán de Tobias Kamke por 6-7 (5) y 5-7. Posteriormente, voló a México para formar parte del ATP 250 de Los Cabos. Consiguió situarse en los cuartos de final tras doblegar a Jason Jung y Bjorn Fratangelo, respectivamente. Pero Berdych frenó su marcha en dicha ronda.

En el Masters 1000 de Montreal pudo cosechar tres victorias consecutivas: Daniil Medvedev, Milos Raonic y Hyeon Chung, que le permitieron establecerse, nuevamente, a los cuartos de final de un torneo. En esta oportunidad se vio sorprendido por la sorpresa local Denis Shapovalov, quien recibió una Wild Card para ingresar al cuadro principal y lo derrotó por 6-2, 3-6 y 4-6. El Masters 1000 de Cincinnati era la siguiente parada. Volvió a sobrepasar las dos primeras rondas, para luego caer en dieciseisavos de final, en un duro duelo, ante Thiem por 6-7 (4) y 6-7 (3). En su estreno en el US Open superó a Ricardas Berankis. En segunda ronda hizo lo mismo ante Fratangelo, pero en 3R volvió a cruzarse contra Thiem, quien, una vez más, le propinó una derrota por 5-7, 3-6 y 4-6.

Una nueva final y el cierre de la temporada

En el ATP 250 de San Petersburgo, Rusia, Mannarino empezó el último tramo del año. Otra caída inesperada le concedió una temprana despedida del certamen, Liam Broady, en tres parciales (2-6, 6-2 y 6-0), fue el artífice de ese acontecimiento. La gira asiática fue testigo de la cuarta final en la carrera del francés. Durante la semana del ATP 500 de Tokyo, Japón, su rendimiento retomó el gran nivel que demostró en Turquía. Go Soeda, Jiri Vesely, Sugita y Marin Cilic fueron a los jugadores que tuvo que superar para regresar a una instancia final.

Aunque el desenlace fue idéntico al de Antalya, esta vez, efectuado por David Goffin por 3-6 y 5-7. Pero la irregularidad, característica preponderante de su juego que expuso a lo largo del 2017, apareció en el Masters 1000 de Shanghái, China, donde , a pesar de la destacada actuación en el certamen anterior, cayó en su estreno frente al sudafricano Kevin Anderson, finalista del Abierto de los Estados Unidos, por 3-6 y 1-6. El siguiente torneo en el que participó fue el ATP 250 de Moscú, Rusia, donde, tras vencer a Lukas Rosol y Dudi Sela, en las dos primeras rondas, alcanzó las semifinales. Berankis lo sometió, en un duro encuentro, por 3-6, 4-6 y 1-6.

Su anteúltima parada de la temporada fue en el ATP 500 de Viena. Eliminó a Ruben Bemelmans en el duelo inaugural. Se tomó revancha contra Shapovalov en la ronda posterior. De esta manera, Roger Federer era el adversario que lo esperaba en los cuartos de final. El batacazo estuvo cerca gracias a que el número 28 del mundo se quedó con el primer parcial por 6-4, pero el oriundo de Basilea recuperó el control del duelo, ganó los otros dos sets por 6-1 y 6-3, y se adjudicó el partido. En el último evento del año, el Masters 1000 París, Francia, logró vencer a David Ferrer en su debut y avanzó a la 2R, donde Goffin le propinó el cierre de su actividad tenística en 2017, luego de derrotarlo por 2-6, 6-3 y 3-6.

Mannarino, quien concurrió a 29 torneos, disputó 60 partidos, de los cuales ganó 33 y perdió 27, y que cosechó sus actuaciones más resonantes al llegar a la final en el ATP 250 de Antalya y en el ATP 500 de Tokyo, evidenció que un tenista puede sobresalir en el circuito sin contar con materiales ilimitados para desempeñarse en los torneos y también comprobó que un factor determinante en el rendimiento de un jugador es la regularidad, en una semana puedo vencer a las figuras más célebres del planeta tenis y alcanzar el partido decisivo de eventos importantes, y a la otra caer frente ante jóvenes promesas del futuro, algo que deberá corregir si pretende que diversos sponsor quisiesen brindarle su apoyo.