Los rojos aspiran a poder disfrutar de un año tranquilo. Si la suerte en el apartado médico les acompaña, no serán candidatos al descenso. Además, su mala actuación en el pasado les debe servir como aliciente para no repetir los distintos errores que les perjudicaron, quizás, en exceso. 

  • Breve repaso a la 21-22

El tanto de Wataru Endo aún resuena en el Mercedes Benz Arena. Un gol en las postrimerías que escenifica lo que fue la temporada para el equipo de Matarazzo. El americano, que cuenta con el apoyo de la entidad, buscará potenciar a una joven plantilla que deberá aumentar su nivel con el paso de las jornadas.

El Mercedes Benz Arena espera cantar muchos tantos./ Fuente: Getty Images
El Mercedes Benz Arena espera cantar muchos tantos./ Fuente: Getty Images         

Las ausencias durante largos tramos del campeonato de jugadores clave como Saša Kalajdžić, Orel Mangala o Silas Katompa Mvumpa, incluidos los relevos que no aumentaron ni igualaron el buen hacer de ex futbolistas como Nicolas González o Gregor Kobel, complicaron en demasía la segunda etapa en la élite alemana. Una serie de contratiempos que fueron valorados por la directiva tomando la arriesgada, pero acertada decisión, de mantener a su técnico.

Un once que tenía ciertos problemas en la parcela ofensiva después de la decisión de no renovar que tomara, a finales de año, Gonzalo Castro. Un interior de dilatada experiencia en la categoría, siendo, junto al veterano Didavi (que se acaba de retirar al acabar esta 21-22), los de mayor calidad en los últimos metros.

Luego de las marchas en verano de Kobel, González y Castro, a la que hay que unir la venta en el mercado invernal del central zurdo, Oliver Kempf, las llegadas no han terminado de rendir a la altura de los anteriormente citados.

Confiando en las habilidades de su gran entrenador, quien fuera discípulo destacado de Julian Nagelsmann, llegaron a la ciudad unos fichajes de gran futuro, pero de escaso presente (en lo referido al número de partidos disputados, por estos, en primeras ligas a nivel europeo). Solo un jugador, Florian Muller, llegaba con la vitola de ser un deportista experimentado en la Bundesliga. Tras su paso, en forma de cesión, por Friburgo, el Mainz 05 decidió vender al internacional alemán, dejando a cargo de su portería al fornido Robin Zentner.

Muller, Marsmouch, Ahamada, Ito, Millot o Faghir aterrizaron en Stuttgart en busca de minutos para explotar sus, en principio, grandes condiciones (cabe decir al respecto que la media de edad de la plantilla es de tan solo 22 años). En invierno, con la falta de gol del equipo y con la amenaza de descenso “pisándole los talones”, los mandatarios decidieron confiar en los servicios de Tiago Tomás, punta que cambiaría Lisboa por un lugar en la delantera del club germano. Con la llegada del portugués, unido al cambio de sistema y a la recuperación del goleador, Kalajdžić, el conjunto conseguiría una serie de victorias y empates en el tramo final del campeonato que le ayudaron a presentarse en la última jornada con opciones de salvación. Obrando el milagro en un saque de esquina para la historia.

  • Mercado de traspasos con vistas a la 22-23

Hasta el momento, el periodo de altas y bajas se presenta tranquilo para los stuttgartenses. No ha habido muchos movimientos de entrada y no parece que vayan a tener grandes salidas. Según se plantea el verano, no asistiremos a una revolución en el grupo que se conformó en el torneo previo.

El balance es el siguiente:

ALTAS BAJAS
Josha Vagnoman (Hamburgo) Pablo Maffeo (RCD Mallorca)

Konstantinos Mavropanos (Arsenal)

Philipp Förster (VfL Bochum
Juan José Perea (PAS Giannina) Erik Thommy (Kansas City)
Hiroki Ito (Júbilo Iwata) Roberto Massimo (Académico Viseu-Cesión)
Darko Churlinov (Vuelve tras su cesión al Schalke 04) Daniel Didavi (Retirada)
  Omar Marmoush (Vuelve a su equipo de origen: VfL Wolfsburgo)

 

  • Perfil del entrenador y análisis táctico

En lo que será su cuarto año en la sala de máquinas, Pellegrino Matarazzo es, posiblemente, uno de los preparadores con mayor potencial en el fútbol mundial. Tras comenzar su carrera en las divisiones inferiores del FC Núremberg, pasó por el TSG 1899 Hoffenheim (donde fue asistente del actual instructor del Bayern Múnich). El de Nueva Jersey es un preparador innovador que intenta, dentro de sus posibilidades, actuar e intervenir en el devenir de los partidos. Siendo capaz de cambiar el ritmo de los encuentros al introducir variaciones tácticas que vienen determinadas por lo acaecido en el verde.  

No es un técnico que se amolde a un esquema, pero sí a una idea de juego que procura mantener más allá del número de jugadores que se sitúen por línea. Fruto de este dinamismo y del conocimiento que tiene sobre el perfil de futbolista que maneja, Matarazzo despliega un estilo análogo al de Julian Nagelsmann. Según esta comparación, podemos observar cómo ha implementado un sistema mixto. Es decir, atacar formando un dibujo completamente diferente del esquema que presenta a la hora de defender. Consiguiendo, de este modo, que varios de sus pupilos sean polifuncionales y multiposicionales.

Pellegrino Matarazzo, el arquitecto de este VfL Stuttgart./ Fuente: Getty Images
Pellegrino Matarazzo, el arquitecto de este VfL Stuttgart./ Fuente: Getty Images        

No obstante, esta temporada, después de una serie de jornadas donde los resultados no llegaban, el coach decidió pasar al clásico 4-3-3 con el fin de conseguir un once más equilibrado. Años atrás proponía un 3-5-2 y un 3-4-3 en sus dos variantes, a saber: con un rombo en el centro del campo o, en segundo lugar, con un doble pivote y dos segundos puntas; formaciones que varían según las fases de la contienda.

Apostando por la verticalidad, por la anchura en los carriles y por unos centrales valientes en la conducción. Cabe destacar que, si bien es un team que trata de tener la posesión, procurando ser aseados con el esférico, las opciones que les da el austriaco, con sus 2´01, les permiten registrar una variante más al buscar la jugada rápida o directa para salir de la presión alta del rival.

Como decimos, a la entidad le ha faltado cierta calidad diferencial en la zona de finalización. Además de un jugador que, acompañando al capitán nipón, sea capaz de manejar el tempo del partido en zona ofensiva. Por otra parte, han tenido dificultades en la posición del carril diestro, donde no se encontró un recambio de garantías a Silas (una auténtica sorpresa que maravilló en la 20-21). Roberto Massimo, pese a lucir unas condiciones físicas a tener en cuenta, es un atleta que debe crecer en lo táctico y, sobre todo, en la toma de decisiones. En principio, el fichaje del ex del Hamburgo, Josha Vagnoman, viene a tapar estas carencias. Asimismo, en su zaga, no hay que obviar el poco "fondo de armario" del que disponen en una posición fundamental como lo es la de defensa central. Aunque mantienen a sus dos columnas: Waldemar Anton y Konstantinos Mavropanos

  • Posibles formaciones

A continuación, presentamos las dos posibles alineaciones titulares. Como sabemos, la formación es un indicio sobre la manera en la que los protagonistas se plantan en el verde. Sin embargo, tal y como hemos señalado, estamos ante un equipo camaleónico en lo táctico, por lo que a buen seguro optará por ver variado su orden de partida. Según lo analizado en esta pretemporada y en la anterior disputa, prevemos dos posibilidades: un 4-3-3 y un 3-5-2.

  • Jugador a seguir

Wataru Endo volverá a enfundarse el brazalete de capitán. Llegado desde el K Suint-Truidense VV, Endo destaca por ser la extensión del entrenador en el campo. Jugando de central o de mediocentro, el japonés domina el sentido del juego a la perfección, dinámico en el pase (en sus distintas variantes) y con capacidad física tanto para pisar área como llegar a la cobertura. Siempre bien perfilado y situado según la orientación del balón, todas las opciones ofensivas, pero también las defensivas, volverán a pasar por el sostén que es, tal y como demuestra en cada partido, der Kapitan.

Wataru Endo, incombustible./ Fuente: Getty Images.
Wataru Endo, incombustible./ Fuente: Getty Images.       

En lo que han sido sus dos únicas temporadas en la Bundesliga, Endo acumula 66 encuentros. Es decir, solo se ha perdido dos batallas de liga en sus dos primaveras en la élite. Unos datos que ejemplifican sus capacidades para dirigir, pero de igual manera en lo relativo a sus habilidades para el robo (siempre necesarias si se actúa como mediocentro posicional), recuperando el esférico por medio de la anticipación para cortar de las posibles líneas de pases y utilizando el recurso de la entrada en situaciones donde sabe que tiene la ventaja.

Quizás, Wataru Endo no sea el jugador que más focos atrae, ni el que tenga un mayor número de reproducciones en YouTube, ni es el deportista por el que más dinero podría conseguir el conjunto alemán, pero lo que queda claro es que, en la actualidad, no imaginamos un VfB Stuttgart sin la sapiencia del asiático.