El Chelsea llevaba todo el mercado de fichajes monitoreando centrales para reforzar su plantilla. Kounde fue uno de los primeros nombres en salir, por la lista han pasado, Skriniar, Kimpembe o Gvardiol (parece que finalmente terminará llegando en 2023). Finalmente, el equipo blue se ha terminado decidiendo por Wesley Fofana, un central que cuando llegó al Leicester ya demostró su gran nivel para la Premier League.

El jugador nacido en Marsella llega por unos 95 millones de euros, superando a Maguire como el central más caro de la historia. El francés firmará hasta 2028 con el conjunto londinense.

Canterano del Saint-Etiene que llegó a la Premier en la temporada 20/21 por unos 35 millones. En su primera temporada en Premier fue uno de los mejores centrales de la competición, jugando 38 partidos con el Leicester en todas las competiciones.

La temporada pasada no pudo lucir tanto debido a la gran cantidad de problemas físicos que tuvo. De hecho, solo pudo jugar 12 partidos en todas las competiciones.

En los dos primeros partidos de esta temporada, fue titular con los foxes, pero en los posteriores no lo ha sido porque se estaba cerrando ya su traspaso para el conjunto de Thomas Tuchel.

  • Encaje en el esquema de Tuchel

El Chelsea ha comenzado de manera bastante irregular la temporada. Su última derrota ante el Southampton por 2-1 ha dejado muchas dudas en el equipo. Tuchel ha probado a cambiar a un esquema de 4 defensas destruyendo a la defensa de tres. 

Parece ser que con la llegada de Fofana todo esto puede cambiar. El francés es un central que se siente cómodo como central diestro en defensa de 3 y podría hacerlo acompañado de Thiago Silva y Koulibaly. Si el brasileño, Thiago Silva, continúa con problemas de lesiones, podría compartir zaga con Koulibaly, siendo una de las mejores parejas de centrales en todo el fútbol inglés.

Si a Fofana le respetan las lesiones, puede llegar a ser un jugador diferencial en el Chelsea, llegando a ser uno de los mejores centrales del mundo. La cantidad es un poco excesiva, pero siendo la última semana de mercado y sin más opciones, era lo que tenía que hacer el conjunto de Tuchel