Los planteamientos no fueron los únicos protagonistas ayer, pues la locura también reinaría en el Martínez Valero. El conjunto local se empezaría adelantando con dos goles en los primeros diez minutos, pero después del gran esfuerzo del Betis, ayudado a su vez de ciertas decisiones arbitrales, consiguió remontar al colista en un partido que se grabará en la memoria de más de un aficionado.
Análisis táctico
La disposición original de los ilicitanos constaría de tres centrales, acompañados de dos carrileros que apoyarían en la subida a los tres hombres del medio y los dos puntas. Un 5-3-2 en defensa que en el ataque sería un 3-5-2.
Después de los goles repentinos del Elche, ambos equipos llegaron a vestuarios. El objetivo del equipo franjiverde era claro: mantener el resultado. Machín retrasó a uno de los puntas (Ponce), y dio indicaciones a los carrileros de cesar casi en su totalidad sus incorporaciones, acercándolos así a los centrales.
La táctica era ceder la posesión al Real Betis y agrupar a la mayoría de hombres posibles en el área para intentar defender el 2-0 que entonces reinaba en el marcador.
Por parte del Betis, la táctica inicial de Pellegrini era un 4-5-1. Los cuatro hombres de la defensa, dos centrales y dos laterales se encontraban en la misma línea. El mediocampo para dos pivotes, un media punta y dos extremos, rezagados en comparación al 9, que sería Ayoze Pérez.
Inicialmente los hombres situados en las bandas tendrían distintos papeles. Luiz Henrique buscaría el dos contra uno junto a Ruibal, su compañero de banda derecha, aprovechando el gran dribling del brasileño y la excelente velocidad de Ruibal. Sin embargo, en la banda izquierda, Juanmi tomaría una posición de interior, recayendo hacia el medio del campo a la vez que Abner Vinicius tomaría su testigo en el ataque.
Este sistema de ataque en la banda de izquierda se veía apoyado por los dos pivotes heliopolitanos. Andrés Guardado podría apoyar en el costado de Abner si el brasileño sufría a la hora de volver en el repliegue, y para cubrir el hueco de Guardado en el medio estaría William Carvalho, que sufriría bastante con la falta de Guido Rodríguez. El principal referente en el ataque sería Ayoze Pérez, que ejercería la presión sobre los centrales en la salida de balón del Elche.
Durante el descanso, el técnico chileno apreció que este sistema de ataque diseñado para la banda siniestra no estaba aportando resultados y cambió a ambos hombres. Abner sería sustituido por Juan Miranda y Juanmi por Borja Iglesias, que se colocaría como segundo punta en acompañamiento de Ayoze Pérez. Pellegrini decidió que dado que las bandas tendrían una menor importancia, Luiz Henrique se marcharía sustituido por Joaquín.
Ese fue el planteamiento del chileno, y el resto de cambios durante la segunda parte no aportaron un nuevo sentido táctico, manteniendo el de simplemente de hombre por hombre.
Análisis de los datos
Mediante las estadísticas del partido se puede hacer una síntesis del encuentro bastante objetiva. Los locales no podían mantener la posesión durante mucho tiempo y de manera consecuente, la mayoría del partido el esférico se encontraba bajo dominio bético. Los datos indican un 36% de posesión por parte del Elche, mientras que el 64% restante pertenecería al Real Betis.
En el ámbito ofensivo, el cuadro ilicitano realizó dos disparos a portería, acabando ambos en el fondo de la red. Eficacia del 100% para un Elche que no volvería a disparar entre los tres palos después del segundo gol.
Sin embargo, un Betis dominante arrasó y bombardeó de manera constante la meta de Édgar Badía, con un total de siete disparos entre los tres palos y otros nueve que no encontraron la meta del portero catalán.
El dato más curioso sin duda del encuentro fueron los cuatro penaltis que se pitaron. El primero sería a favor del Elche para abrir del marcador, los otros tres, sin embargo, serían señalados a favor del equipo andaluz.
El factor detonante
La victoria del Betis se empezó a cocinar en el momento que el chef Pellegrini decidió ponerle ''el picante'' al partido. La entrada al terreno de juego de Juan Miranda es sin duda alguna el porqué de la victoria del equipo verdiblanco.
Abner es aún joven y tiene poca experiencia en LaLiga Santander. Su primera parte fue floja y estuvo poco incisivo en lo que debería haber sido la oportunidad de oro para que demostrase sus cualidades ofensivas.
El lateral olivareño supo leer a la perfección lo que el juego pedía, asociándose de una forma increíble con el resto de sus compañeros. Una exhibición por el carril que hizo olvidar por un rato a la afición bética la falta de Àlex Moreno.
Suyo fue el primer gol, un poco fortuito eso sí, pues puso un centro desde el costado que se fue envenenando hasta entrar en la portería ilicitana. También creó mucho peligro por el costado y sin duda es el artífice de la victoria verdiblanca.