Jan Kopecky se ha puesta la corona de la WRC2 en el Rali de Monte Carlo después de marcar buenos tiempos y estar, prácticamente en lo más alto, tras el accidente de Eric Camilli. El checo ha conseguido una nueva victoria en una prueba del Campeonato del Mundo de Ralies y apunta alto para el resto de la temporada.
El Rali de Monte Carlo arrancó con una primera especial tan mítica como Sisteron-Thoard, con condiciones nocturnas y un trazado con poca nieve y hielo lo que obligó a los equipos a calzar neumáticos blandos y súper blandos. No obstante, y a pesar de que la situación parecía algo más fácil para los respectivos equipos, la cosa se puso más que seria: Guillaume De Mevius hizo tres trompos y experimentó un problema con la caja de cambios aunque, como él mismo dijo: “sobrevivimos”.
Por su parte, Jan Kopecky reportó que la situación fue “muy difícil y que, por ello, fue bastante cuidadoso en las zonas de hielo y nieve, algo que consideró también Teemu Suninen. Pero si alguien sufrió, aún más, la fiebre de Monte Carlo, ese fue Eric Camilli, quien perdió los frenos a 5 km de la meta del primer tramo cronometrado. Algo parecido a lo que le pasó a Kevin Abbring si bien el holandés reportó que sufrió un pinchazo, perdió los frenos y, a pesar de ello, condujo lentamente hasta el final de la especial. Para el segundo tramo cronometrado, Camilli selló la jornada en lo más alto de la categoría seguido de, eso sí, Kopecky y Suninen.
Por otro lado, los tramos siguientes continuaron con garra y con un factor destacado: la sorpresa. En esta línea, la nieve no hizo presencia como debía pero sí que el trazado se volvió húmedo y a la vez seco en algunas zonas, algo que ciertamente complicó más el asunto. Pero es que nadie dijo que una carrera mundialista fuera fácil y fue así como la cosa se puso más que interesante.
De este modo, Abbring se quedó sin frenos desde las especiales matinales mientras que, por su parte, Suninen, se quedó sin su primera posición tras sufrir un accidente en el TC4 sin daños mayores. Fue entonces cuando el líder hasta el momento de la categoría, Camilli, perdió la primera posición al quedarse parado dentro de tramo y verse finalmente obligado a abandonar.
La segunda etapa del Rali Monte Carlo dio mucho de sí. Los primeros compases del día arrancaron entre un manto blanco, aguanieve y hielo, al más estilo puro Monte Carlo. En esta línea las condiciones difíciles comenzaron a atrapar a los primeros coches. Entre ellos, Abbring se unió a la lista de abandonos tal y como lo hicieron Suninen y Camilli en la jornada del viernes. Eso sí, Camilli y Suninen pudieron reengancharse para la etapa del sábado, pero la normativa del Rali de Monte-Carlo especifica que quien abandone el sábado no puede estar en la clasificación final, lo que hizo que Abbring hiciera las maletas antes de tiempo.
De esta forma, la suerte le sonrió a Kopecky. El piloto checo se fue alejando cada vez más del segundo clasificado, De Mevius, hasta llegar a sacarle ocho minutos. Una brecha muy grande que prácticamente colocó al de República Checa en lo más alto del podio de la categoría. Y es que, además, Guillaume experimentó ciertas dificultades tras golpear la parte trasera de su Peugeot 208. Al final del rali se descubrió que el peso de su batería no cumplía el de la normativa, por lo que recibió 19 minutos de penalización y fue enviado hasta el fondo de la clasificación de la categoría.
Sin mucho en juego para la etapa del domingo, el checo de Skoda Motorsport logró la victoria en la categoría para continuar la racha triunfante de la marca en WRC2 (ya el año pasado lograron también la victoria con Andreas Mikkelsen). Sciessere heredó la segunda posición mientras que Suninen, pese a haberse reenganchado en Rali 2, empezaba su campaña 2018 con un podio, un buen aliciente para un año donde se volverá a subir al Fiesta WRC en selectas pruebas. Ahora, Suecia espera.