Tras los malos resultados cosechados en sus últimos torneos, Feliciano López logró hoy una victoria balsámica en su estreno en el Masters 1000 de París-Bercy, último del año, al derrotar al francés Pierre-Hugues Herbert, número 75 del mundo y al que curiosamente ya derrotó también el año pasado en este mismo torneo y en la misma ronda. El toledano fue de menos a más y tras un primer set complicado resuelto en la muerte súbita, sentenció por la vía rápida con relativa comodidad. 

Ambos firmaron estadísticas algo irregulares con sus respectivos servicios. Herbert hizo once saques directos y seis dobles faltas, las mismas que Feliciano que acabó con diez acesLe costó al español cogerle la temperatura al partido. Herbert, invitado por la organización del torneo y consumado especialista en dobles (dos títulos de Grand Slam en su palmarés), puso en aprietos el servicio del toledano en los primeros compases pero poco a poco, López fue encontrándose mejor sobre la pista siendo el primero en romper el equilibrio del partido con un 'break' en el noveno juego, 5-4, que le dejaba a las puertas de cerrar el primer set. Sin embargo, el español se despistó y perdió inmediatamente su ventaja    (5-5). 

Afortunadamente, López no se vino abajo y en el desempate se mostró más fuerte. Aprovechando su segunda bola de set, el pupilo de 'Pepo' Clavet cerró la manga en el juego decisivo por 7-4 tras más de cincuenta minutos de duración. 

Feliciano no se complica la vida

Con un set ya en el bolsillo, el español asestó el golpe de gracia a su rival adelantándose por 3-0 en el inicio de la segunda manga. A diferencia de lo que sucedió en la primera, López gestionó perfectamente su ventaja y cerró sin mayores problemas el choque por 6-3. En la segunda ronda ya espera otro francés, Lucas Pouille, decimoséptima mejor raqueta del mundo y que viene en racha tras vencer en el ATP 500 de Viena. Tras la baja de Roger Federer, el francés ocupó su lugar en el cuadro y todavía cuenta con opciones matemáticas de lograr una plaza para las Nitto ATP Finals de Londres. Eso sí, no le vale otra cosa que ganar el título.