Tras una semana de alto voltaje en Roma, Rafa Nadal y Alexander Zverev han sido los únicos supervivientes y se medirán hoy en la gran final del último Masters 1000 del año sobre tierra batida, no antes delas 16:00 de la tarde hora española. Una final con alicientes de sobra para poner punto y seguido de manera brillante a una gira que culminará dentro de tres semanas en París.
Con su victoria de ayer ante Djokovic, Nadal está a un paso de recuperar el número uno del mundo, que aseguraría como mínimo hasta después de Roland Garros, pero como ayer mismo dijo el de Manacor, lo más importante es llevarse un nuevo trofeo a casa, el octavo en Roma y el trigésimo segundo en Masters 1000. Enfrente, un Zverev que llega con una inercia aplastante de 13 victorias consecutivas en arcilla buscando su tercer título consecutivo, tras Múnich y Madrid. El alemán, además, es el vigente campeón en el Foro Itálico y una victoria ante Nadal le haría llegar al segundo Grand Slam del año como candidato a todo.
Nadal busca reconquistar Roma cinco años después
Si hay un torneo que se ha atragantado a lo largo de estos últimos años al mejor tenista de la historia en tierra batida, ese es el de Roma. No sólo no gana aquí desde 2013, cuando batió a Roger Federer en la final, sino que en las últimas cuatro ediciones no había sido capaz de superar los cuartos de final. La derrota en Madrid ante Dominic Thiem, lejos de quitarle confianza, ha supuesto un plus de motivación para el manacorí, que también ha podido llegar este año con más días de descanso a la capital italiana, algo clave para poder estar de nuevo en la final.
El español sólo ha cedido un set en su camino hacia la final, ante el italiano Fabio Fognini el pasado viernes, respondiendo como un campeón para ganar en los dos siguientes sets por 6-1 y 6-2. Pero, sin duda, la mejor manera de llegar a una nueva final fue la victoria de ayer ante Novak Djokovic en semifinales. Ganar por 7-6 y 6-3 a la mejor versión del serbio en casi dos años también ha supuesto un golpe de autoridad del español, que impuso su mayor fortaleza mental para decantar la balanza en los momentos clave y tras un primer set primoroso por parte de ambos.
Así las cosas, Nadal parte como máximo favorito para reconquistar un torneo que ya lleva demasiado tiempo sin ver al manacorí morder su trofeo de campeón.
Zverev o la inercia de ganar
Pero enfrente estará el que muchos, incluido el propio Nadal, han denominado el 'número uno del futuro', un Sasha Zverev que, después de un abrupto comienzo de temporada con resultados nada acordes a su potencial, ha renacido en tierra batida y que llega con la posibilidad de alzarse con su tercer título consecutivo en polvo de ladrillo.
Una racha de trece victorias consecutivas, cediendo sólo tres sets en todas ellas, y con dos títulos en el zurrón, Múnich y el Mutua Madrid Open. La inercia positiva que acumula el temperamental joven de Hamburgo se ha podido comprobar sobre todo esta semana, resultando vencedor en duelos muy parejos y en los que su fortaleza mental ha marcado la diferencia. Frente al británico Edmund en octavos, Zverev tuvo que llegar a la octava bola de partido para vencer por 13-11 en el 'tie-break' del segundo set. Contra David Goffin tampoco lo tuvo fácil y tuvo que recurrir al tercer set para vencer la resistencia del belga. Y finalmente, ayer derrotó al croata Marin Cilic por 7-6(13) y 7-5, salvando varias bolas de set en la primera manga y remontando un 4-2 adverso en la segunda.
En definitiva, un jugador que llega con mucho desgaste acumulado pero con una inercia de victoria tras victoria que lo hacen especialmente peligroso en el día de hoy.
Nadal no sabe lo que es perder ante Zverev
Si nos atenemos al cara a cara, tan importante en un deporte individual como el tenis, éste nos deja un dominio aplastante en favor de Nadal, 4-0. De esos cuatro encuentros, dos han sido en arcilla y ahí es donde el manacorí se ha mostrado netamente superior. En Montecarlo 2017, venció por un doble 6-1, mientras que este año en los cuartos de final de la Copa Davis en Valencia, Zverev también claudicó por la vía rápida, 6-1 6-4 y 6-4. La rapidez de la pista central del Foro Itálico, sumado al gran crecimiento que ha experimentado el alemán en estas últimas semanas, pueden ser motivos para presenciar un duelo mucho más igualado que en estos dos precedentes anteriores. Aunque, como ya ha reconocido el propio Zverev, el favorito indiscutible es Rafa Nadal, el rey de la tierra al que hoy desafiará el hombre destinado a sucederlo.