Andy Murray tendrá que esperar para lograr su primera victoria en un Masters 1000 en la presente temporada. El escocés, que volvía a jugar  un torneo de esta categoría por primera vez desde mayo de 2017, se despidió a las primeras de cambio del torneo de Cincinnati al caer ante el francés Lucas Pouille, 17 del ránking ATP, por un marcador de 6-1 1-6 y 6-4 en una hora y 53 minutos de un partido disputado en el segundo turno de la pista Grandstand. Esta es la primera victoria de Pouille sobre Murray. En los cuatro anteriores enfrentamientos, el escocés siempre había ganado y además en sets corridos.

Murray acabó con un 32% de puntos ganados con segundo servicio, frente al 46% de Pouille. Además, realizó ocho dobles faltasPero todo eso forma del antiguo Murray. El de ahora, por mucho que lograra alcanzar los cuartos de final en el ATP 500 de Washington hace dos semanas, no da para más. Y no porque no quiera (su carácter ganador sigue estando fuera de toda duda) sino porque no puede. La grave lesión sufrida en la cadera ha limitado enormemente los movimientos del escocés, sobre todo a la hora de golpear con el revés, su punto fuerte. En lesiones de este tipo, la precaución es máxima y Murray todavía no tiene ese punto de seguridad para poder hacer daño con su golpe preferido. 

Enfrente tenía hoy a un Lucas Pouille necesitado de victorias que hagan reflotar su, hasta ahora, decaída moral. El francés, irregular como pocos en el circuito, es un jugador de todo o nada, de cara o cruz, y necesita comenzar bien los sets para mostrar su mejor nivel. Eso fue lo que sucedió en un primer parcial en el que Murray sólo fue capaz de conectar un 46% de primeros servicios y en el que terminó con un paupérrimo dos de 14 en puntos ganados con segundo. En media hora y sin hacer nada del otro mundo, Pouille endosó un 6-1 a un desaparecido Murray, cuya única opción era esperar a que el francés hiciera de las suyas y bajara el porcentaje con su servicio.

Y exactamente, eso fue lo que pasó en el segundo set. Pouille se lío sólo y regaló su servicio en el primer juego con varios errores. Esto hizo que perdiese la confianza de manera total y que Murray aumentar la suya. También en media hora, el escocés devolvía el 6-1 a su rival y este partido extraño encaraba su último set con la sensación de que un punto podía decidirlo todo. El primer juego fue decisivo. Murray desperdició un 40-15 y varias ventajas más para acabar cediendo su saque con otra doble falta. El ahora número 375 del mundo intentó poner la igualada pero sus limitaciones sobre la pista se lo impidieron. 

Con el paso de los juego, Pouille se fue viendo ganador y sentenció su victoria por 6-4 haciendo valer el 'break' conseguido al inicio. El tenista de Grande-Synthe buscará su pase a la tercera ronda ante el ganador del encuentro entre el estadounidense Michael Mmoh, procedente de la previa, y el argentino Leonardo Mayer. En cuanto a Murray, queda claro que está muy lejos del jugador que un día fue. La realidad es la que es y el escocés lo tendrá muy difícil para volver a estar al 100%, al menos en lo que queda de año.