Uno puede luchar contra muchas cosas, pero no contra su cuerpo. Esta frase llevaba resonando en la cabeza de Andy Murray desde hacía 18 meses. Finalmente y tras haberlo intentado todo, el escocés la ha aceptado. En la rueda de prensa previa al inicio del Open de Australia, el de Dunblane, visiblemente emocionado, ha anunciado que se retirará del tenis este año, sin todavía poder especificar dónde, aunque le gustaría hacerlo en Wimbledon

Ninguno de los presentes esperaba algo así, pero el rostro del escocés nada más llegar no hacía presagiar nada bueno. De hecho, Murray se ausentó durante unos segundos incapaz de controlar sus propias emociones, para más tarde volver y dar la rueda de prensa más dura de su vida. "Llevo soportando este dolor durante los últimos 20 meses. He intentado todo cuanto he podido para lograr recuperarme, pero todo ha sido en vano. Me encuentro mejor que hace un año, pero aún siento mucho dolor, demasiado como para seguir con esto", reconoció entre lágrimas el tres veces campeón de Grand Slam que, no obstante, admitió que jugará su partido de primera ronda del Open de Australia frente al español Roberto Bautista este mismo lunes. 

"Sí, voy a jugar. Todavía puedo hacerlo, pero no al nivel que me gustaría, pero no es sólo eso. El dolor es tan insoportable que no quiero seguir así. Durante un entrenamiento a mediados del pasado mes de diciembre, hablé con mi equipo y les dije que no podía seguir así, que necesitaba terminar con esto porque no sabía si estos dolores cesarían algún día", explicó el escocés. 

La intención de Murray es retirarse en su amado Wimbledon, el torneo que más alegrías le ha dado y que ya se perdió el año pasado por estos mismos motivos. Pero ni eso es capaz de asegurar el bueno de Andy, escéptico ante la posibilidad de que éste Open de Australia pueda ser el último torneo de su carrera. "Le dije a mi equipo que lo intentaré hasta Wimbledon. Ahí es dónde quiero que esto termine, pero ahora mismo no puedo asegurar que seré capaz de llegar hasta allí. Incluso existe una posibilidad de que éste sea mi último torneo. No sé si voy a ser capaz de aguantar otros cuatro o cinco meses con este dolor", sostuvo. 

El escocés también habló acerca de la posibilidad de volver a someterse a otra operación, pero esta vez para no sufrir más dolores una vez que deje el tenis. "Estoy sopesando la opción de volver a operarme, la cual sería más seria que la anterior pero que me permitiría llevar una vida normal cuando me retire, mejorar mi calidad de vida libre de cualquier dolor. Se trata de algo que estoy considerando seriamente en estos momentos. La razón no sería otra que mejorar mi calidad de vida y no el volver a jugar", finalizó. 

Una noticia muy triste para los amantes del tenis. Andy Murray dejará un legado difícilmente superable como tenista británico. Gracias a él, y también a su hermano Jamie, Gran Bretaña salió del pozo en el que llevaba hundida casi 80 años. Habrá un antes y un después para el tenis de Las Islas sin Andy Murray, uno de los nombres propios de la última década que, desgraciadamente, se encuentra en sus últimos estertores de su carrera.