El partido arrancó favorable al local, ya que a los 49 segundos llegó su primer gol por intermedio de Axel Rodríguez, quien cabeceó y le ganó la pulseada a Sergio Barreto para poner en ventaja al Rojinegro. Tras el tanto, el Rey de Copas buscó reaccionar, se arrimó al arco rival y hasta el panorama parecía favorable, ya que rondando los 20 minutos, el Patrón sufrió la expulsión de Jorge Valdez Chamorro (VAR mediante) por una fuerte plancha contra el Perro Romero, pero no aprovechó la situación, y sufrió el segundo gol en contra antes de tan siquiera poder generar peligro. Sebastián Sosa recibió un pase de Juan Manuel Insaurralde, teniendo la opción de abrir hacia la banda izquierda o jugar la pelota larga, pero intentó amagar contra Jonás Acevedo quien lo descifró y anotó el 2-0 en favor de Patronato, que en dos ocasiones había convertido dos veces, además de cuatro tiros durante los primeros cinco minutos de juego. Este error del uruguayo despertó a Independiente, que comenzó a buscar con más decisión la meta defendida por Facundo Altamirano y tuvo chances concretas en los pies de Leandro Fernández (uno de los pocos que mantuvo un rendimiento regular), Leandro Benegas (que erró dos chances frente al arco) y una polémica: es que Fernández anotó el descuento tras una gran jugada colectiva con Alex Vigo, pero el VAR (en el que se encontraba Nicolás Lamolina) volvió a intervenir y determinó que había un offside milimétrico (y para muchos cuestionable) del 9, por lo que el gol fue anulado. Poco después, el Diablo lograría descontar tras otra gran combinación entre Vigo, Lucas González y Romero, que definió muy bien de zurda luego de un taco de Saltita. Terminaba el primer tiempo, con la visita 1-2 y 45 minutos para remontar con ventaja numérica.

El complemento sería un espejo de la primera parte, Independiente continuó con errores poco antes vistos y le facilitó el trámite a la entidad entrerriana, que le bastó con cerrarse bien en defensa y ser contundente para aguantar el encuentro frente a un Rey de Copas deslucido e impreciso. Antes de la hora de partido llegó el tanto del cachetazo: el ingresado Rodrigo Márquez perdió una pelota que derivó en un centro desde la izquierda, el cual Insaurralde no pudo rechazar porque se resbaló y le quedó nuevamente a Rodríguez para que metiera su doblete y el 3-1. El Rojo siguió buscando el arco del local, pero con pocas ideas, y guiado más por la vergüenza deportiva de Romero, Fernández o Vigo, pero entre ineficacia, malas decisiones, toqueteos sin destino y falta de fútbol, el tiempo fue pasando y el hombre de más jamás se notó, porque el conjunto dirigido por Facundo Sava nunca corrió un riesgo real de perder la superioridad en el marcador. Los cambios que realizó Eduardo Domínguez tampoco rindieron frutos y desarmaron el equipo: sacó a Gerónimo Poblete (claro está que no tuvo su mejor presentación pero estuvo por encima de varios) para meter a Chila Márquez que venía de pobres rendimientos entrando del banco, para luego volver a poner un 5 de marca colocando a Iván Marcone (por un golpe de Saltita González) y al, en teoría, poco considerado Gastón Togni en lugar de Lucas Rodríguez. Las modificaciones no pesaron, y más allá de la falta de jugadores claves como Alan Soñora o Tomás Pozzo, el rendimiento fue preocupante teniendo en cuenta el hombre de más, las equivocaciones de los "referentes", el jugar con un rival que pelea por no descender y la falta de resolución.

Con este resultado, Independiente pasó de ser el posible tercero del certamen a un décimoquinto puesto con dos victorias, dos derrotas y un empate, que le proporcionan un total de 7 puntos sobre 15 posibles. La próxima jornada será el lunes a las 21.30, cuando el elenco de Avellaneda reciba a Platense en el Estadio Libertadores de América Ricardo Enrique Bochini.