Los milagros existen y esta vez ayudaron a Huracán. Parecía imposible y muy poca gente creía, pero la gran campaña que hizo el conjunto de Diego Dabove tuvo un premio aún mayor que clasificar a la Copa Sudamericana.
Tigre recibió a Arsenal en Victoria, en lo que parecía un partido accesible para el Matador por las ambiciones que tenía, por la localía y porque enfrentaba a un equipo inferior. Sin embargo, el Arse dio el batacazo y goleó al local por cuatro a uno, dejándolo sin chances de entrar a la Libertadores.
Todos los goles se gritaron en Parque Patricios, ya que si Tigre ganaba el encuentro se posicionaba en el quinto lugar de la tabla anual y lo dejaba al Globo con la Sudamericana. Con la derrota, Huracán clasificó y deberá jugar repechajes para ingresar a la copa.
El equipo de Dabove arrancará en la fase dos del repechaje. Si supera esta instancia, pasará a la fase tres en donde se asegurará una participación en una copa internacional, ya que si gana pasará a la Libertadores y si queda afuera jugará la Sudamericana.
La última Libertadores en la que estuvo Huracán fue en el 2019. Con una mala imagen, el Globo quedó último del grupo y ni siquiera pudo clasificar a los octavos de final de la otra competencia. Su último encuentro en esta competencia fue contra Deportivo Lara de Perú de local y se despidió del torneo ganando tres a cero.
El Globo tendrá una tarea difícil en el mercado de pases. Sabe que debe reforzarse para dar pelea en la copa y en el campeonato, pero su realidad es diferente. Varios equipos preguntaron en el mercado anterior condiciones por sus figuras como Franco Cristaldo, Santiago Hezze, Lucas Merolla y Matias Cóccaro. La comisión directiva tendrá la responsabilidad de armar un equipo competitivo para medirse frente a los mejores de Sudamérica.
Una campaña para sacarse el sombrero. A pesar de no poder asegurar su plaza en la fase de grupos, el Globo aspiraba a una clasificación pero terminó peleando el campeonato y se ganó la posibilidad de meterse en la Copa Libertadores.