El equipo Mercedes ha retirado la protesta que presentó durante el día de ayer ante los comisarios por los hechos ocurridos durante la penúltima vuelta con Max Verstappen y Lewis Hamilton.
Transcurría la vuelta 52 del Gran Premio de Japón. Nico Rosberg lideraba la carrera con un amplio colchón de tiempo. Unos metros más atrás, Verstappen y Hamilton luchaban por subirse al segundo cajón del podio, en aquel momento en manos del holandés. Se le acababa el tiempo al de Mercedes si quería perder la menor cantidad de puntos posibles respecto a su compañero de equipo, por lo que, tras la horquilla, cogió el rebufo al de Red Bull, se le acercó en la curva 130R y se tiró a por la posición en la chicane Casio. El inglés se tiró con todo hacia el interior, pero se encontró con que Max le cerró la puerta. Para evitar la colisión, el de Mercedes tuvo que irse hacia fuera y coger la escapatoria de la curva, perdiendo así cualquier posibilidad de adelantamiento.
La polémica estaba servida cuando tras la finalización del GP, el equipo Mercedes presentaba una protesta ante los comisarios por conducción peligrosa por parte de Verstappen. Tras el análisis de los comisarios, la FIA anunciaba que posponía la resolución hasta el GP de Las Americas puesto que los protagonistas no se encontraban ya en el circuito de Suzuka.
El hecho salpicaba indirectamente a Nico Rosberg, puesto que los resultados de la carrera se convertían en provisionales cabiendo la posibilidad de que se le diese el segundo puesto a su máximo competidor por el mundial, Hamilton.
Por último, la sorpresa volvía a saltar de nuevo cuando esta mañana la FIA anunciaba que Mercedes retiraba el requerimiento solicitado ante Verstappen: "Mercedes AMG ha notificado a los comisarios que retira la protesta interpuesta".
Uno de los posibles factores detonantes son dos tuits que ha publicado en su cuenta personal Lewis Hamilton, donde arengaba a la paz: "No hay ninguna protesta por mi parte. He escuchado que del equipo sí que hay, pero les he dicho que eso no es lo que nosotros hacemos. Somos campeones. Pasemos página. ¡Final!".
Parece que la buena relación entre los pilotos le ha quitado un dolor de cabeza a la conducción peligrosa a la par que emocionante de Max Verstappen.