La Unión Deportiva Las Palmas regresa este fin de semana a la capital española, Madrid, para disputar el encuentro frente al Atlético de Madrid, estrenando así el Wanda Metropolitano, que llega con ánimos bajos tras la eliminación en Copa del Rey frente al Sevilla FC. En cuanto a estadísticas en las últimas temporadas, tras su vuelta hace tres cursos a la máxima categoría, no le ha ido nada bien a los grancanarios. Con un escandaloso número de seis derrotas y un empate, Las Palmas no consigue embolsarse de vuelta a la isla buenos resultados de sus visitas a conjuntos de Madrid.

En el regreso a Primera

En la temporada de la vuelta de la ilusión de la mano de Quique Setién, la UD comenzaba la temporada 15/16 con un Paco Herrera al que le quedarían pocas fechas en el cargo. Nada más y nada menos que empezar contra el Atlético de Madrid. El resultado en el Calderón fue de 1-0 para el equipo del Manzanares, por aquel entonces. Los amarillos visitarían el Santiago Bernabéu en el que fue el primer partido de Setién en el banquillo isleño, que se saldaría con un resultado final de 3-1, con gol de Hernán Santana para los amarillos. Por último, visitaría el Coliseum Alfonso Pérez, con un Getafe que acabaría en novena posición en la temporada, llevándose los amarillos un póker de goles.

Principio del fin

Como todos sabemos, la temporada pasada fue un descalabro inmenso, un simple aviso de lo que se ha presentado durante ésta. La primera vez que visitaba a un equipo capitalino, la UD volvería al Calderón allá por Diciembre, regresando con derrota por 1-0. 

El primer resultado positivo, llegaba en el Santuario del Real Madrid, en un partido en el que el aficionado amarillo disfrutó como en las grandes etapas de antaño del equipo. Un grandioso empate a tres goles, con una clase magistral de cómo jugarle de tú a tú a un campeón de Europa. Tana, con un golazo espectacular, Kevin Prince Boateng y Jonathan Viera fueron los anotadores.

Por última vez en el transcurso de la temporada 16/17, el CD Leganés fue el último escollo. El equipo pepinero, recién ascendido, y con una UD mermada a sabiendas ya de la marcha de Quique Setién, fue un equipo que se paseó sin alma por el estadio de Butarque, recibiendo un duro trámite, perdiendo aquel encuentro por tres goles a cero.