Tarde de infarto en Las Palmas

Tal dia como hoy, hace ya 37 años, el Athletic festejaba su séptimo título liguero en el estadio de la UD Las Palmas. Una vuelta a pasado en estos tiempos en donde nuestro encierro nos permite reflexionar y rememorar hechos del pasado para volver a disfrutarlos y contarlos.

Aquel 1 de mayo, los leones llegaban al Estado Insular un punto por debajo del Real Madrid y con el gol average a favor de los blancos, por lo que el Athletic no dependía de si mismo para alzarse con el trofeo. La temporada tan extraordinaria que había realizado el Athletic podía quedarse sin el premio final. El sistema de competición premiaba las victorias con 2 puntos, y eso generaba una clasificación muy apretada en todas las posiciones. Así pues, la liga se cerraba de manera espectacular, pues varios escenarios y protagonistas estaban involucrados en la última función, la actuación decisiva.

Guión para demasiados protagonistas

La última jornada de la temporada 1982-83 fue un absoluto infarto. Sin los deberes hechos, Athletic y Real Madrid se jugaban el título, mientras que la salvación aguardaba una plaza para cinco protagonistas: Osasuna, Racing de Santander, Celta de Vigo, Valencia y UD Las Palmas.

Los leones con 48 puntos se mantenían en segunda posición por debajo del Real Madrid, líder de la competición con 49 puntos. Por lo tanto, una carambola podía proporcionar el éxito para los de Javier Clemente. Sin embargo, la tarea se antojaba complicada, pues en su último partido debían visitar a la UD Las Palmas en el estadio Insular que se jugaba el descenso a la segunda división.

Por su parte, el Real Madrid, entrenado por Alfredo Di Stefano, visitaba Mestalla para obtener, mínimo, un punto que le diese el título de liga. Enfrente el Valencia de Koldo Aguirre, cuyas opciones de permanecer en Primera División pasaban por ganar y esperar el "milagro".El conjunto ché era peor posicionado para conseguir el objetivo de la salvación, puesto que ocupaba la última plaza liguera con 23 puntos.

La carambola perfecta

Los partidos comenzaban a la misma hora (17:30). Ramos Marcos y Jiménez Madrid, árbitros de ambos encuentros, dieron el pistoletazo de salida a los protagonistas para el encuentro final.

El Athletic Club de Javier Clemente, que no pudo contar con Andoni Goikoetxea, salía con su once más reconocible: Zubizarreta, Urkiaga, Liceranzu, Núñez, De la Fuente, De Andrés, Sola Urtubi, Dani, Sarabia y Argote.

Transistor en mano, el Athletic era consciente de que no dependía de sí mismo, y la UD Las Palmas tenía en su mano la posibilidad de ofrecer la salvación a su afición en el Insular. Por ello, el partido para los leones no pudo empezar peor, pues un autogol de Miguel de Andrés en el minuto 6 complicaba la proeza rojiblanca. Mientras, en Mestalla el marcador continuaba en tablas por lo que el Real Madrid se postulaba como el virtual campeón.

Los leones, lejos de amedrentarse por la situación, sintieron un enorme poder de reacción fruto de la casta, orgullo y coraje que les caracterizaba. Así pues, en el minuto 12, Manu Sarabia se encargaba de introducir en la red un balón en el área pequeña. Posteriormente, Dani recogía un rechace y anotaba el segundo tanto que daba esperanzas a los leones. Pero al mismo tiempo, algo extraordinario sucedía a orillas del mediterráneo. 

El milagro de Tendillo

Los dos polos más opuestos de la competición se enfrentaron en la decisiva última jornada. A los valencianistas solo les valía la victoria y esperar. Esperar, una carambola, un milagro, pues su partido no solo se jugaba en Mestalla. 

Un escenario demasiado complicado, ya que los valencianos debían esperar a que Las Palmas perdiese en casa ante el Athletic de Bilbao, que el Racing de Santander cayera ante el Atlético de Madrid y que el Celta saliera derrotado de Valladolid. Para más inri, era imprescindible que el quinto protagonista, Osasuna, finalizara su partido, frente al Barça, con victoría del equipo que fuese. Un empate en El Sadar mandaba a Segunda al conjunto de Mestalla.

Aunque la jornada no empezó como se esperaba, ya que Las Palmas comenzaba adelantándose en el Insular y el Racing en Madrid, la situación cambió con el paso de los minutos. Así, la derrota fue oscureciendo la esperanza de Racing, Las Palmas y Celta y en Mestalla, estaba a punto de obrarse el milagro.

Corría el minuto 39 de la primera parte, y el Valencia se disponía a sacar un córner en el flanco derecho de su ataque. Pablo Rodriguez, el encargardo de botarlo, centró al primer palo, buscando la cabeza de Botubot que logró peinar el balón para que Tendillo anotase el gol que el daba la victoria al conjunto ché. 

Minutos de infarto

El Athletic se iba al descanso como campeón de liga, un hito que no lograba desde hacía 27 años, y estaba a 45 minutos de volver a lograr. Tras la reanudación, en la segunda parte, los de Clemente fueron una apisonadora y lograron ampliar el marcador gracias a tres tantos de Sarabia, Argote y Urtubi. El resultado en el Insular era de 1-5 a favor de los leones, mientras en Mestalla el Real Madrid era incapaz de rebasar el muro valencianista para logar un tanto que le diese el título.

Unos minutos más tarde de que Urtubi anotase su gol en el 89, el colegiado Ramos Marcos señalaba el final del encuentro. Los leones aún no eran matemáticamente campeones, pues el partido en Mestalla había comenzado con una pequeña diferencia de tiempo. Los nervios de los jugadores rojiblancos, a pie de césped, eran evidentes. Minutos eternos de espera, que quizá se asemejaban a lo llevaba sin levantar el trofeo de liga.

Locura radiofónica que se vivió durante tres o cuatro minutos hasta que Jiménez Madrid decretó el final del partido en Valencia, momento en el que la alegría y felicidad invadió el césped en Las Palmas. El Athletic Club lo había conseguido, 27 años después celebraba su séptimo título de liga.Una felicidad indescriptible para los protagonistas y sus aficionados. Tantos años de espera merecían la pena.