El Real Madrid y la Copa de Europa, una historia de amor que se escapa de toda lógica. Hace ya mucho tiempo que lo inexplicable se volvió habitual cuando entran en escena los blancos, el Santiago Bernabéu y la UEFA Champions League. Muchas veces se había visto al club de Chamartín hacer cosas increíbles en esta competición, pero este año se han superado todos los precedentes en una edición que ha estado marcada por la épica, la locura y la lucha. Hasta los propios jugadores han llegado a admitir que había encuentros que terminaban sin que pudieran entender qué había ocurrido.
El camino que ha tenido el equipo de Ancelotti no ha sido nada fácil. En fase de grupos se midió con el Inter de Milán, el Shakhtar Donetsk y el Sheriff Tiraspol,, y ya en las fases eliminatorias se ha enfrentado a Paris Saint-Germain, Chelsea y Manchester City, para poder llegar a la final del 28 de mayo contra el Liverpool de Jürgen Klopp.
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Cómoda fase de grupos
Al contrario que en otras ediciones, los merengues no tuvieron complicaciones a la hora de pasar a los octavos de final de la competición.
La temporada en Champions League empezó para los madridistas teniendo que jugar en San Siro contra el Inter, el vigente campeón de la Serie A. Tras un partido complicado e igualado en el que los italianos tuvieron ocasiones muy claras, Rodrygo consiguió marcar el definitivo 0-1 a pase de Camavinga para conseguir los tres primeros puntos en el casillero blanco en el último minuto. El siguiente rival era el Sheriff, la "cenicienta" del grupo, que visitaba el Bernabéu con ganas de dar la sorpresa, y así fue, después de un partido en el que el Madrid no aprovechó sus oportunidades, los moldavos acabaron consiguiendo un 1-2 histórico y dejando dudas en los de Ancelotti.
Luego llegaron los dos partidos contra los ucranianos, que siempre es un adversario incómodo. El primer duelo, fuera de casa, se saldó con un 0-5 para los merengues en una exhibición de Vinicius Jr, que marcó un doblete y dio una asistencia. Sin embargo, el segundo partido no sería tan asequible. El equipo dirigido por De Zerbi salió a por todas en el feudo madridista y consiguió poner en problemas a los blancos, que acabaron ganando por 2-1 con dos tantos de Karim Benzema.
Para finalizar esta primera fase, los de Ancelotti tenían que visitar al Sheriff y recibir al Inter luchando por el primer puesto del grupo. Los dos encuentros acabaron con victorias cómodas para el Real Madrid, por 0-3 y 2-0 respectivamente. Así, el equipo acabó como primero con 15 puntos y pasó a la siguiente ronda del torneo.
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Algo más allá del campo
Tras un esperpéntico sorteo que UEFA tuvo que repetir, al club de la capital de España le tocó medirse a uno de los "cocos", el Paris Saint-Germain de Mauricio Pochettino. Una eliminatoria cargada de morbo por el tema de la Superliga y, sobre todo, por lo que había ocurrido con Kylian Mbappé meses atrás.
El partido de ida en el Parque de los Príncipes fue un monólogo del PSG contra un Real Madrid que hizo uno de los peores partidos que se le recuerda desde que Ancelotti volvió al banquillo blanco. La gran actuación de Militao, Alaba, y especialmente Courtois, que paró un penalti a Leo Messi, dejaron con vida a los blancos, que llegaban a la vuelta teniendo que remontar el 1-0 que marcó el propio Mbappé en el último minuto.
Para el segundo partido de la eliminatoria, el equipo pidió el apoyo de la afición, que no falló a los suyos. Pocas veces se ha visto un ambiente previo como el de ese día. Ya en el encuentro, Mbappé volvió a marcar para los parisinos antes del descanso y complicaba el pase a los merengues. Sin embargo, la entrada al terreno de juego de Camavinga y Rodrygo cambió el partido. Los blancos se metieron en el encuentro gracias a un fallo clamoroso de Donnaruma que aprovechó Benzema y que les dio mucha confianza. A partir de ese momento, empezaron 18 minutos mágicos en los que los locales pusieron el 3-1 en el marcador que les acabaría dando el billete a la siguiente fase. Los tantos, los tres de un imperial Benzema, desataron la locura en el feudo madridista y dejaron imágenes para el recuerdo, como la de Alaba levantando la ya mítica silla.
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La venganza contra el campeón
La siguiente ronda depararía un duelo contra el anterior campeón de la competición, el Chelsea de Thomas Tuchel, que había echado al por entonces conjunto de Zinedine Zidane en las semifinales de la temporada anterior.
Los merengues hicieron un partido muy serio en la ida en Stamford Bridge y trajeron un contundente 1-3 de territorio londinense. Los goles, otra vez, obra de Karim Benzema, que volvería a hacer un hat-trick con dos tantos magníficos de cabeza y uno aprovechando un fallo entre Mendy y Rüdiger. Viendo el primer duelo se preveía que el club español no sufriese para alcanzar las semifinales. Nada más lejos de la realidad. La vuelta en el Santiago Bernabéu fue un infierno para los blancos y el Chelsea llegó a ponerse a 0-3 con goles de Mount, Rüdiger y Werner. Con este marcador, volvió a aparecer Thibaut Courtois para evitar que la catástrofe fuera mayor y dejó a los suyos con vida. Entonces, cuando todo parecía perdido, Modric hizo algo de lo que solo él es capaz, dar un pase de 25 metros con el exterior que cazó Rodrygo para llevar el encuentro a la prórroga. Ya en la primera parte del tiempo extra, Camavinga robó un balón que sirvió a Vinicius, y este, centró a Benzema para hacer de cabeza el gol que llevaría al Madrid a las semifinales de la Copa de Europa por octava vez en diez años.
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Guardiola, último escollo
El club de Chamartín se plantaba en las semis y su rival no era otro que el Manchester City de Pep Guardiola. El primer encuentro, en el Etihad Stadium, empezó muy mal para los intereses merengues, ya que los "citizens" se pusieron 2-0 en el minuto 11'. A pesar de ello, como en el resto del torneo, los blancos no se vinieron abajo y Benzema hizo el 1-2 antes del entretiempo a pase de Mendy. Ya en la segunda parte, los ingleses volvieron a conseguir una ventaja de dos goles que Vinicius lograría recortar con un gol espectacular en el que se recorrió todo el campo "skyblue" y batió a Ederson. Sin embargo, llegaría otro tanto del City, obra de Bernardo Silva, que otra vez volvería a minimizar Benzema con un penalti que transformó a lo panenka.
Otra vez necesitaban los de Ancelotti a su afición y la energía y mística del Santiago Bernabéu para remontar la eliminatoria contra uno de los mejores equipos de Europa. El encuentro estuvo igualado hasta que Mahrez hizo el 0-1 en el minuto 73'. A partir de ese momento, se sucedieron las ocasiones de los ingleses. Courtois con paradas increíbles, y Ferland Mendy, con una salvada espectacular bajo los palos, dejaron vivos al Real Madrid, lo cual no suele ser buena noticia para los rivales. Siguiendo con la locura que ha caracterizado esta Champions League de los madridistas, Rodrygo marcó dos goles, en el 89' y el 91', cuando parecía imposible, que desataron el éxtasis entre los seguidores merengues. Con el partido ya en la prórroga, un penalti de Ruben Dias a Benzema, que convirtió el francés, puso el definitivo 3-1 que metía al trece veces campeón de Europa en una nueva final de su competición fetiche.
Después de este camino lleno de emociones, el Real Madrid de Carlo Ancelotti buscará ser el nuevo campeón de la Champions League y conseguir su decimocuarta Copa de Europa este sábado contra el Liverpool.