Durante esta segunda etapa como técnico del Real Madrid Carlo Ancelotti ha logrado escribir una nueva página en la historia del club blanco, el italiano ha conseguido gestas memorables como la consecución de la catorceava Champions League, pero aún hay un reto pendiente en su agenda. Xavi, el recién llegado al banquillo culé, ha tomado la delantera en cuanto a “clásicos” se refiere, el técnico de Terrasa lidera esta competición personal con un apabullante resultado de cinco victorias y dos derrotas.

Claves tácticas

Desde el momento en el que ambos equipos se plantan sobre el verde se puede observar que el Barça adecua notablemente su disposición táctica en función de las armas del Madrid, mientras que los de Carlo mantienen un esquema predeterminado para las grandes citas sin tener en cuenta quien sea el rival.

La prueba más visible del trabajo analítico del Barça se encuentra en el carril derecho, donde Araujo reconvierte su posición al lateral para tratar de tener lo más encimado posible a Vinicius, por si esto no fuera poco, el uruguayo cuenta con la ayuda constante y cercana de uno o dos jugadores que le facilitan la ardua tarea de marcar a Vinicius.

Otra de las sorpresas en esta última ocasión fue la titularidad de Sergi Roberto, con la que el Barça buscó ganar presencia en tres cuartos de campo sin perder de vista la posibilidad de tener que replegar ante una contra del Madrid.

Foto: Real Madrid
Foto: Real Madrid

En la otra cara de la moneda Ancelotti optó por alinear a sus hombres de confianza, las únicas dudas se situaban en el pivote donde acabó decantándose por Camavinga para tratar de dotar al equipo de mayor recorrido y en el lateral izquierdo, donde Nacho está consolidándose como la opción más fiable.

Otro de los factores clave a la hora de decantar la balanza es que el Barça tiene una capacidad de reacción muy superior a la del Madrid, los de Xavi ajustan multitud de detalles según el trascurso del partido, esto se vio claramente en el último clásico donde los blaugranas se estaban viendo superados en la presión hombre a hombre y corrigieron la situación dando un paso atrás.

En último lugar, el técnico blanco no ha estado acertado a la hora de hacer los cambios en las últimas citas, sin irnos más lejos en el último choque retiró del campo a Camavinga a pesar de que el francés estaba siendo uno de los más participativos.

Cuestión de carácter

Los últimos años el Barça no está pasando por su mejor situación tanto a nivel deportivo como extradeportivo, y por esa razón afrontan cada clásico como una final. El ambiente de competitividad que desprenden todos y cada uno de los jugadores blaugranas en cada disputa o en cada repliegue dista en gran medida de la actitud de algunos jugadores blancos, que más allá de no dar el rendimiento que se espera de ellos se encuentran desaparecidos por momentos.

Foto: FC Barcelona
Foto: FC Barcelona

Es innegable que los jugadores culés salen más enchufados al campo, no negocian un esfuerzo y eso se ve recompensado en forma de resultados. Del primero al último bajan a defender cuando el equipo lo necesita, en tramos del partido los blaugranas llegaron a acumular hasta diez efectivos en la zona de finalización blanca, dejando descolgado únicamente a su ariete, Robert Lewandowski.

Final anticipada

El cinco de abril el Camp Nou se vestirá de gala para recibir al Real Madrid en la vuelta de las semifinales de Copa del Rey. Los blaugranas cuentan con una renta favorable de un gol, lo cual es una nimiedad para un partido de estas características donde cualquier cosa puede pasar.

Para ambos equipos el partido es vital, no solo porque les abriría las puertas de una nueva final si no por lo que supone eliminar al máximo rival de una competición siempre especial como es la Copa del Rey.

Carlo Ancelotti tendrá que ajustar su planteamiento si pretende poner fin a la mala racha que arrastra en los enfrentamientos contra el equipo de la ciudad condal. Una de las opciones que  ya barajaba el técnico italiano antes del encuentro liguero es la de alinear a Vinicius por la banda derecha donde puede llegar más liberado a la zona de finalización.

Foto: Real Madrid
Foto: Real Madrid

La copa ha sido sede de encuentros memorables entre ambos equipos, de hecho, el primer clásico de la historia tuvo lugar en las semifinales del, por aquel momento, Copa Coronación en el año 1902, donde el Barça se impuso por dos goles a uno en una eliminatoria pareja que necesitó de 4 partidos para resolverse.

Los madridistas buscarán repetir alguna de sus gestas coperas como la carrera antológica de Bale o el cabezazo de Cristiano que enmudeció Mestalla.

Lo que está claro es que el devenir de este choque marcará un antes y un después entre ambos conjuntos.