Toca ahora desgranar el Grupo Blanco de estas WTA Finals 2018, liderado por la vigente campeona, la danesa Caroline Wozniacki. La número tres del mundo se ha reencontrado con su mejor versión en el momento exacto, conquistando el Premier Mandatory de Pekín para llegar a la defensa de su condición de 'Maestra' con la moral por las nubes. Y es que, como le ha sucedido a muchas otras antes, la de Odense no supo asimilar del todo bien la conquista de su primer Grand Slam en el Open de Australia. Tantos años luchando por coronarse en un 'grande' que cuando finalmente lo consigues, notas un enorme vacío en tu interior, como si ya lo hubieses logrado todo. 

Cara a Cara Wozniacki: vs Kvitova (5-8), vs Svitolina (1-3), vs Pliskova (6-3)

Eso pareció sucederle a la buena de Wozniacki (40-15), que fue encadenando una serie de tempraneras derrotas en los eventos más importantes del circuito y ante jugadoras muy inferiores a ella en el ránking. Se desquitó en la hierba de Eastbourne, pero no fue hasta hace dos semanas en Pekín cuando volvimos a ver la mejor versión de la danesa, esa en la que parece que es imposible ganarle un punto debido a su extraordinaria solidez desde el fondo de la pista. Esa solidez será clave ante pegadoras natas como son sus tres rivales del grupo, jugadoras ante las que poner siempre una bola más te puede llevar a la victoria. 

Precisamente, una de esas jugadoras que no entienden este deporte de otra manera que la de buscar constantemente el golpe ganador es Petra Kvitova. Dos años después de casi perder su mano izquierda producto de un asalto en su casa de Bilovec, la checa (47-14) ha completado su viaje de regreso a la élite con hasta cinco títulos en su haber (Doha, Madrid, San Petersburgo, Praga y Birmingham), la que más de entre las ocho presentes en Singapur. Al contrario que Wozniacki, Kvitova lleva sumida en una importante crisis de juego desde hace varios meses. La checa es una tenista que juega con tanta agresividad en sus golpes, que necesita estar completamente inspirada para ser competitiva. Si esto no ocurre, la desconfianza se apodera de su cabeza y tanto los errores no forzados como las dobles faltas no paran de crecer. Lo mejor para la cuarta favorita del cuadro es su carácter ganador, con dos trofeos de Wimbledon y otro en este mismo escenario en 2011 en sus vitrinas, y el cara a cara, superior frente a cada una de sus oponentes en esta fase de grupos: Wozniacki (8-5), Svitolina (7-1) y Pliskova (3-0). 

Este 2018 próximo a su fin no ha sido el esperado para Elina Svitolina (39-15). Si bien ha conseguido estar entre las ocho mejores por segunda temporada consecutiva, la ucraniana no ha sido capaz de dar un salto evolutivo más y competir por los grandes torneos, quedándose un tanto estancada. La número siete del mundo repitió títulos en Dubai y Roma, sumando también otro éxito en Brisbane, lo que parecía ser el comienzo de un gran 2018 para ella. Pero a partir de ahí, las dudas , tanto a nivel mental como físico, comenzaron a aparecer en su juego, unas dudas que continúan acentuándose en los Grand Slams, donde todavía no ha pasado la barrera de cuartos de final. El colchón de puntos que logró durante los primeros cinco meses del año le ha valido para obtener su billete a Singapur, pero es evidente que la ucraniana no está bien y no parece que vaya a ser aquí donde logre ese golpe de efecto necesario para que todo vuelva a cambiar. 

Head to head Svitolina: vs Wozniacki (3-1), vs Kvitova (1-7), vs Pliskova (2-5)

No ha sido, ni mucho menos, la mejor temporada de Karolina Pliskova (47-20), pero le ha bastado para estar por tercera vez consecutiva en el último torneo del año. La checa ha vivido un 2018 lleno de altibajos, siendo muy competitiva en arcilla (campeona en Stuttgart y semifinalista en Madrid), pero con la sensación de sufrir demasiado sobre la pista, especialmente con su servicio, su punto fuerte pero que este año no ha explotado lo suficiente. Su alianza con Conchita Martínez previa al US Open tuvo premio y gracias a los cuartos de final en 'Flushing Meadows' y su segundo título de la temporada en Tokio, la checa fue capaz de remontar la diferencia que la separaba de la octava plaza y firmar su clasificación esta misma semana. Como ya hemos dicho, la tenista de Louny necesita de su servicio para poder competir con garantías. Si sus dos mejores armas, el saque y la derecha, funcionan, será tenida en cuenta. Su balance en el cara a cara, perdido con Wozniacki y Kvitova (3-6 y 0-3) pero ganado con Svitolina (5-2), muestran esta irregularidad latente en su juego. 

Dadas las trayectorias de las cuatro jugadoras en estos últimos meses, Wozniacki parte un punto por delante, pero esto es la WTA  y aquí nada está escrito hasta que acaba el último punto.