Aunque todavía estamos en pleno mes de junio, las oficinas de Las Gaunas echan humo. La directiva blanquirroja trabaja sin descanso en la confección de la plantilla de la próxima temporada. El objetivo es conseguir un conjunto sólido, con talento en la mediapunta y sobre todo, con gol. Precisamente ese ha sido el debe del equipo blanquirrojo en las últimas temporadas, el poco acierto de cara a la meta rival. En Segunda B, la cualidad que lleva a un equipo hacia arriba es precisamente la capacidad goleadora. Es de perogrullo que de nada vale avasallar al rival si luego no metes la pelota por detrás de la línea. Esa es la esencia del balompié, el valor que permanecerá invariable, pasen los años que pasen.
Como cada temporada hay muchos jugadores que acaban contrato, por lo que los directores deportivos de los clubes de bronce deben permanecer ojo avizor, con el fin de captar gratis a jugadores muy válidos. Esa será la función de Pouso y su junta directiva. No son pocos los futbolistas que quedan libres este verano, por lo que hay un amplio abanico de opciones. Obviamente, muchos futbolistas se escapan de la órbita de la UD Logroñés. Ya sea por calidad, pretensiones o ficha, hay jugadores inviables. Pero existen muchos otros que podrían ser perfectamente futuribles:
Una primera opción podría ser Jorge Galán (Real Unión), que queda libre este verano. El delantero pamplonica es un ariete de garantías. En sus tres últimas temporadas en el Real Unión, ha conseguido anotar 42 goles. Galán comenzó a formarse en la cantera de Tajonar, dando el salto a Primera con Osasuna, pero sin casi minutos. Tras otra breve experiencia en Segunda con el Huesca, su carrera ha estado principalmente en la categoría de bronce. Al dejar el club de El Alcoraz, recaló en el Real Unión, pero sin tener protagonismo. Se fue fogueando en los filiales de Levante y Osasuna. Dos años después, volvió a Irún convertido en todo un indiscutible. El navarro es sinónimo de gol y brega. Se deja absolutamente todo en el campo, y sin duda sería un gran refuerzo para el conjunto de Las Gaunas.
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Otro punta que queda desobligado contractualmente, es Eduardo Ubis (Arenas de Getxo). El logroñés ya estuvo en equipos de la capital riojana durante cinco temporadas, iniciando su carrera en el malogrado CD Logroñés. Tras la desaparición del Señorgol, se vio obligado a marcharse. Después de pasar por equipos como Conquense, Guijuelo, Mirandés o Amorebieta, volvió a su hogar, fichando por la Unión Deportiva Logroñés. En sus tres campañas en Las Gaunas nunca logró maravillar. La 2015/16 fue su mejor temporada, marcando quince tantos con el Amorebieta. Su última campaña no estuvo mal, puesto que logró siete tantos en casi 1600 minutos con el Arenas de Getxo. Ubis riojanizaría al equipo, algo imprescindible para crear sentimiento y arraigo en la afición blanquirroja.
Un gran conocedor de la categoría es Lander Yurrebaso (Barakaldo CF). Formado en la cantera de Lezama, el bilbaíno se ha ido curtiendo en la categoría de bronce. Emigró del nido hacia Burgos y después hacia Leioa, donde cuajó una buena campaña, anotando ocho dianas. Barakaldo fue su siguiente destinos. Lander es un jugador desequilibrante y veloz. Si el Logroñés quiere ficharlo, tendrá rivales. Uno de ellos el Leioa, que según medios locales, ya ha tanteado al vizcaíno para formar parte de sus filas.
Óscar García (Leioa), también podría ser una opción viable. El andaluz en un absoluto trotamundos del fútbol y acostumbra a cambiar de equipo temporada tras temporada. El granadino finaliza contrato el 30 de junio, y tras su gran temporada en el conjunto de Gordobil, se ha revalorizado. A buen seguro que muchos equipos desearían contar con sus servicios. Óscar García es un delantero polivalente, pudiendo actuar también de segundo punta o interior, ofreciendo más posibilidades a su equipo. Destaca por su olfato de gol y su asociación en ataque, siendo un jugador de calidad. Sus credenciales: nueve tantos esta temporada, colaborando a construir el mejor Leioa de la historia.
Koldo Obieta (Amorebieta) sería la apuesta más joven. Con apenas 23 años, el gernikarra ya ha demostrado su valía sobre los campos de bronce, siendo capaz de anotar 11 goles para mantener a los de Urritxe en la categoría de bronce. Con apenas experiencia en Tercera (Zamudio) y Segunda B, el jugador tiene sin duda un gran margen de mejora. Sería una apuesta arriesgada, pero en el fútbol si no arriesgas, no puedes ganar. Su estilo peleón y rocoso, típico del fútbol vasco, podría aportar la mala leche diferencial que ha echado en falta el bloque blanquirrojo durante las últimas campañas.
