El Real Madrid cierra 2017 como un año para el recuerdo. En los 115 años que atesora el club nunca se vio al equipo coronarse con cinco de los seis títulos que disputaba. 2017 quedará marcado tanto en la memoria de aficionados como en las vitrinas del Bernabéu.

Campeón de invierno y adiós a la Copa

El equipo blanco comenzaba el año con el partido de Copa del Rey frente al Sevilla. Apenas había comenzado el 2017 y los de Zidane ya se enfundaban la camiseta para encarrilar el partido de ida de la competición del ko. El Real Madrid pasaría de ronda copera para verse las caras con el Celta de Vigo en cuartos. Sería el equipo gallego quien dejará al Madrid sin la posibilidad de pleno en títulos anuales. Con el empate en el Bernabéu y la derrota en Vigo, los blancos quedaban apeados de la Copa del Rey.

Zidane aprovechaba enero para consolidar la clasificación de su equipo en la tabla y dejarlo con el símbólico título de campeón de invierno que revalidaría meses más tarde ya con el título oficial de campeón de liga.

La vuelta de la Champions

Febrero ya empezaba a ser ese mes que le gusta al Madrid y al madridismo. Su competición fetiche vuelve a estar presente y el Nápoles sería el rival a batir. Con los tres goles en el Bernabéu, los de Zinedine Zidane dejaban prácticamente sentenciada la eliminatoria y viajarían a Nápoles con los deberes hechos.

El partido de vuelta fue más duro de lo esperado. Una gran primera parte de los italianos hacía que el equipo de Concha Espina tuviera que trabajarse el pase a cuartos. Sergio Ramos acudiría una vez más al rescate de su equipo.

Además, en la competición doméstica, el Madrid alcanzaría la cifra de 36 partidos consecutivos viendo portería. 

Al equipo blanco le quedaba el segundo trimestre del año. La Liga pasaría por ganar al Alavés en casa, empatar con el Atlético y perder el clásico frente al Barcelona

En Champions llegaría el todopoderoso Bayern de Munich, que perdería la batalla de cuartos en un gran partido disputado en el Bernabéu.

Mayo, el mes decisivo

Zidane y sus pupilos eran conscientes de que los títulos se jugaban en el mes de mayo. Una ajustada Liga con la "ventaja" del partido aplazado frente al Celta y unas semifinales de Champions en las que se volvería a ver las caras con el Atlético de Madrid. Los rojiblancos llegaban al Bernabéu con sed de revancha. Las dos finales de Champions perdidas hacían de esta una buena oportunidad para vengarse y dejar al vecino sin la final de Cardiff. El partido de vuelta sirvió para cerrar los derbis en el Calderón, ese "último adiós" que nubló el cielo de Madrid para que el dios Neptuno llorase el último vals que Zidane y el Cholo bailarían en el estadio del Manzanares. El francés se llevó el partido y la clasificación para la final de Cardiff, la segunda final de Champions en los casi dos años que llevaba en el banquillo. 

Cardiff esperaba pero al Madrid todavía le faltaba cerrar la competición doméstica. Los de Zidane tendrían que esperar a la última jornada de liga para coronarse con el título de la regularidad. La Rosaleda sería el escenario elegido para conquistar un título que se les resistía a los blancos. Ahora sí, tocaba pensar en la Champions.

La segunda Champions consecutiva, el broche de oro

Llegó junio, el momento más esperado por los aficionados blancos, la segunda final de Champions consecutiva o la tercera en cuatro años. El momento de encumbrarse en la historia y romper esa maldición que decía que con el nuevo formato de Champions ningún equipo la revalidaba. El Madrid no perdonó y los goles de Cristiano, Casemiro y Asensio tiñeron de blanco el cielo de Cardiff. Zidane y "su Madrid" habían hecho historia. 

Una gris pretemporada

Con el sello del Real Madrid impregnado tanto en la Liga como en la Champions, llegó el momento de despedir una gran temporada, por lo que el equipo merengue se dispuso a coger fuerzas para enfrentarse a los nuevos desafíos a los que tendría que enfrentarse en la última mitad del año 2017.

El Real Madrid se encontró con las bajas de Pepe, Coentrao, Danilo, James y MorataNo obstante, la pretemporada no fue del color de rosa tal y como se esperaba. El conjunto de Chamartín sufrió las bajas de gran enjundia de jugadores tales como Pepe, que puso rumbo a Turquía; Coentrao, que seguía sin encontrar la luz en el camino madridista; Danilo, un zaguero que nunca cuajó en el Bernabéu; James, en busca de más oportunidades; y Morata, con intención de brillar en la Premier League.

Para contrarrestar, el equipo de Zidane no protagonizó ningún fichaje estrella, pero sí incorporó a su disciplina a varias perlas que habían destacado lejos de Madrid. Así, se produjo el retorno de Vallejo, Mayoral y Llorente, y las incorporaciones de Theo y Ceballos, que prometían no cesar en su empeño de dar alegrías a la parroquia de Concha Espina. 

Dani Ceballos en su presentación | Foto: Dani Nieto (VAVEL).
Dani Ceballos en su presentación | Foto: Dani Nieto (VAVEL).

Sin embargo, el periodo de preparación estival, con las Supercopas de Europa y España en el horizonte, no dio los atisbos deseados, ya que el Real Madrid comenzó su andadura en la ya tradicional International Champions Cup de Estados Unidos siendo derrotado por el Manchester United de Mourinho. Los de ‘Zizou’ consiguieron empatar mediante un gol de penalti trasformado por Casemiro, por lo que ambos equipos se la tuvieron que jugar mediante penas máximas. Fue ahí cuando los ingleses se alzaron con la victoria, pero no sería un preludio de lo que pasaría en la Supercopa de Europa.

Tras la derrota ante el Manchester United, llegó la del Manchester City. El combinado madrileño fue superado por los pupilos de Guardiola por cuatro goles a uno. La falta de puntería fue uno de los aspectos que condujeron al Real Madrid hacia su segundo partido consecutivo sin conocer la victoria. Para finalizar la International Champions Cup, llegó un partido especial, un partido que a pesar de ser amistoso siempre tiene un aliciente diferente. Real Madrid y FC Barcelona midieron sus fuerzas en Miami y regalaron a los allí presentes un festival ofensivo que, finalmente, se le puso de cara al conjunto culé, que se hizo con la victoria por un ajustado 2-3.

Así, a pocos días del combate por la Supercopa de Europa, el Real Madrid no había conseguido vencer ningún partido. No obstante, eso iba a cambiar, ya que, en el partido disputado ante las estrellas de la MLS estadounidense, el club madrileño se hizo con la victoria en la tanda de penaltis.

Dos trofeos más en forma de Supercopas

Con alguna que otra duda, los hombres de Zinedine Zidane se plantaron en Macedonia para hacer frente, de nuevo, al Manchester United, campeón de la Europa League. No obstante, ese partido poco se pareció al amistoso que previamente habían disputado, puesto que en esta ocasión el Real Madrid tiró, más que nunca, de táctica y garra, y, con los goles de Casemiro e Isco, y sin que el gol de Lukaku tuviera especial relevancia, los campeones de la duodécima Champions League levantaron también el trofeo de la Supercopa de Europa del 2017. Ya eran tres, los títulos que se habían sumado a las vitrinas blancas. Sin embargo, todavía quedaban por llegar.

El Real Madrid se hizo con las Supercopas de Europa y España en el mes de agosto El 13 de agosto, llegó el primer partido correspondiente a la Supercopa de España. El Camp Nou acogía a los eternos rivales del fútbol español. Todo estaba en juego, el campeón de la Copa del Rey versus el campeón de la Liga. No obstante, y a pesar de la mala pretemporada realizada, el Real Madrid asaltó el coliseo culé como si tal cosa. 1-3 señaló el marcador que reinaba en el Camp Nou, merced de los goles de Piqué, en propia puerta, Cristiano Ronaldo y Marco Asensio, que volvía a marcar en uno de sus debuts. El tanto del Barça fue obra de Messi, pero, a pesar de la polémica arbitral que giró alrededor del partido y que hizo que el Real Madrid acabase el choque con un hombre menos por la expulsión del '7' madridista, los blancos dejaron casi apalabrado el segundo título de la temporada que estaba a punto de comenzar.

El Real Madrid dejó casi sentenciada la Supercopa de España tras el partido en el Camp Nou | Foto: Alex Gallardo (VAVEL).
El Real Madrid dejó casi sentenciada la Supercopa de España tras el partido en el Camp Nou | Foto: Alex Gallardo (VAVEL).

El Santiago Bernabéu fue testigo de la vuelta de la Supercopa de España y, por tanto, de la consagración del Real Madrid. Los de Zidane venían con los deberes hechos de Barcelona, sin embargo, no podían confiarse si querían alzarse con el título. La confianza, el tesón y los goles de BenzemaAsensio, hicieron que el trofeo se quedara en Chamartín tras una contienda que fue cómoda para los madrileños. El mimo al cuero y el toque fueron cruciales para noquear a un Barça que veía cómo se le escapaba un título ante su eterno rival.

Un nuevo comienzo

Casi sin tiempo para celebraciones, el Real Madrid volvió a ponerse el mono de trabajo para que el espectáculo de la Liga volviese a comenzar. Los de Zidane viajaron a La Coruña para enfrentarse al Deportivo, y sin Cristiano Ronaldo, debido a su expulsión en la Supercopa de España, supieron anteponerse a las adversidades y vencieron a los gallegos por 0-3, gracias a los goles de Bale, Casemiro y Kroos, pero con la desgracia a sus espaldas de no terminar el partido con los once jugadores en el césped, ya que Ramos se marchó expulsado.

Tras el debut liguero y para poner fin a la pretemporada, el Real Madrid disputó el tradicional Trofeo Bernabéu. El rival fue la Fiorentina, ya que se quería conmemorar el sesenta aniversario de la final de la Copa Europa que disputaron ambos combinados. Aquel histórico encuentro fue para el Real Madrid y, el Trofeo Bernabéu también lo fue, aunque esta vez gracias a las dianas de Mayoral, que equilibró la balanza tras el gol de Veretout, y un zarpazo de Cristiano Ronaldo.

Cristiano Ronaldo marcó un golazo en el Trofeo Bernabéu | Foto: Dani Nieto (VAVEL).
Cristiano Ronaldo marcó un golazo en el Trofeo Bernabéu | Foto: Dani Nieto (VAVEL).

Para poner el broche final a un mes de agosto que había colmado de alegrías al Real Madrid, llegó la visita del Valencia y con ella empezaron a fraguarse las dudas. Los de Zidane no lograron superar la ausencia de Cristiano y pecaron de mala puntería. Solo Asensio con su doblete puso un poco de luz al camino madridista, pero este empate a dos auguró curvas.

Expulsiones y falta de puntería 

Septiembre dio comienzo cargado de partidos, la Champions volvía a estar en juego, pero antes el Real Madrid volvió a cosechar un empate en el Bernabéu en el encuentro liguero que disputó ante el Levante. La maquinaría madridista estaba fallando y las rotaciones parecían no funcionar de la manera deseada, además para más inri, el Real Madrid volvía a sufrir otra expulsión de uno de sus jugadores, lo cual aumentaba la agonía.

No obstante, como un atisbo de esperanza volvía a aparecer la Champions y, el conjunto blanco, inmerso en el Grupo H junto con el Tottenham, el Borussia Dortmund y el APOEL, recibió y goleó a este último por tres goles a tres, dejando claro que el Real Madrid busca lograr su tercera ‘orejona’ consecutiva.

Cristiano celebra con Isco un gol ante el APOEL | Foto: Dani Nieto (VAVEL).
Cristiano celebra con Isco un gol ante el APOEL | Foto: Dani Nieto (VAVEL).

A mediados de septiembre, la tropa de Zidane visitó el siempre complicado estadio de Anoeta. Allí, salió el sol para el Real Madrid que se reencontró con la victoria liguera. Sin embargo, la alegría duraría poco, ya que en el siguiente compromiso que aconteció los fantasmas volvieron a aparecer en el Bernabéu, ya que Sanabria, jugador del Betis, dio el tanto de la victoria a los suyos en los minutos de descuento, dejando al Real Madrid a siete puntos del Barça.

En la visita a Mendizorroza volvió a quedar latente los problemas de puntería que sufre el equipo de la capital, pero, a pesar de ello, los de Zidane volvieron a la senda de la victoria. En Champions, el conjunto blanco parecía sufrir una transformación y, por ello, los madrileños se impusieron ante el Dortmund consiguiendo su primera victoria en el coliseo alemán y demostrando que en la Liga de Campeones no tienen ningún problema de cara a puerta.

La primera victoria en Liga de la presente temporada no llegó al Bernabéu hasta el 1 de octubre La primera victoria liguera en el Santiago Bernabéu no llegaría hasta el primer día de octubre cuando Isco consiguió acabar con los traumas ligueros y fue determinante para obtener la victoria ante el Espanyol. No obstante, el Real Madrid seguía sin ser el mismo y contra el Getafe le costó, más de lo esperado, hacerse con la victoria. Ya de nuevo en Champions, ante el Tottenham fue incapaz de superar el muro defensivo de Pochettino, por lo que tuvieron que firmar las tablas.

El Real Madrid - Tottenham acabó con un 1-1 en el marcador | Foto: Dani Nieto (VAVEL).
El Real Madrid - Tottenham acabó con un 1-1 en el marcador | Foto: Dani Nieto (VAVEL).

A pesar de lo que pasó la pasada temporada en la visita del Eibar a Concha Espina, en esta ocasión volvió a salir el sol y los de Zidane se hicieron con una cómoda victoria, pero con un ritmo de juego inferior a lo que el Real Madrid tenía acostumbrado a sus aficionados.

La Copa se unió a la fiesta

Para más inri, llegó el momento de comenzar a afrontar la Copa del Rey, ese trofeo que parece que se le está resistiendo al conjunto de la capital desde hace ya algunas temporadas. El Fuenlabrada sería el rival a batir, por lo que, en el primer partido, disputado en el estadio Fernando Torres, Zidane apostó por las jóvenes promesas de una cantera que él conoce bien. A pesar de las dificultades, los visitantes se llevaron una victoria por cero goles a dos que parecía menguar en gran medida las opciones del conjunto de la categoría de bronce del fútbol español.

Tres días después de disputar el primer partido del torneo del K.O, el Real Madrid volvió a cosechar otra derrota más en Liga, esta vez ante el recién ascendido Girona, que superó a los blancos no solo en el marcador. Para agravar la crisis que estaba sufriendo el equipo de Chamartín volvió a llegar la Champions y el Real Madrid viajó a Inglaterra para medirse, de nuevo, al Tottenham y luchar para ser primero de grupo, pero se encontró con un mal resultado, ya que el conjunto inglés venció por tres goles a uno a un Real Madrid ansioso que a pesar de tener buena actitud no pudo sacar nada positivo.

Después de la tormenta, llegó la calma y los hombres de Zidane lograron salir victoriosos de sus partidos ante Las Palmas, Málaga y APOEL. No obstante, de nuevo, volvió a perder puntos en Liga tras empatar a nada en el derbi ante el Atlético de Madrid.

El Fuenlabrada cerca estuvo de dar la campanada en el Santiago Bernabéu | Foto: Dani Nieto (VAVEL).
El Fuenlabrada cerca estuvo de dar la campanada en el Santiago Bernabéu | Foto: Dani Nieto (VAVEL).

De nuevo en el Santiago Bernabéu, el Real Madrid volvió a sufrir una maldición y es que el Fuenlabrada cerca estuvo de darle un susto, puesto que la vuelta copera entre ambos finalizó con un 2-2 latente en el marcador. No obstante, si algo preocupaba a la parroquia madridista esa era la Liga y en la visita a Bilbao, el conjunto blanco volvió a dejarse puntos por el camino.

Diciembre y el Mundialito 

Ya metidos de lleno en el mes de diciembre, el conjunto blanco afianzó su segunda plaza en la fase de grupos de la Champions tras vencer al Borussia Dortmund y goleó al Sevilla en el Santiago Bernabeú en Liga antes de marcharse a Abu Dabi para buscar hacerse con el Mundial de Clubes.

El Real Madrid sufrió para imponerse al Al-Jazira Su andadura en el ‘Mundialito’ comenzó ante el Al-Jazira. El combinado blanco tuvo que poner toda la carne en el asador para vencer al conjunto árabe y pasar así a la gran final. Así, con tesón y esfuerzo, pero algunas carencias especialmente defensivas, el Real Madrid se impuso por 1-2 y se metió en la gran final, donde ya le esperaba el Gremio.

En esa gran final, el Real Madrid hizo historia. El conjunto blanco manejó el partido y Cristiano Ronaldo, con un gol de falta, hizo que los blancos se agenciaran su segundo Mundial de Clubes consecutivo y el quinto trofeo del año 2017.

Sin duda, 2017 ha sido el mejor año del Real Madrid, que ha escrito con letras doradas en su historia la hazaña que Zidane y sus pupilos han logrado tras hacerse con la Liga, la Champions, las Supercopas y el Mundial de Clubes, y que sin duda no puede verse empañado por la derrota liguera que el Real Madrid sufrió ante el FC Barcelona para despedir el año.

El Bernabéu despidió este histórico 2017 con una derrota liguera ante el FCB | Foto: Dani Nieto (VAVEL).
El Bernabéu despidió este histórico 2017 con una derrota liguera ante el FCB | Foto: Dani Nieto (VAVEL).

Un Balón de Oro llamado Cristiano 

Para laurear más al conjunto madrileño, Cristiano Ronaldo vio como le fue adjudicado la última edición concedida del Balón de Oro. El portugués conquistó en París su quinto trofeo, igualando así a Messi. Su papel fundamental para que el Real Madrid se hiciera con el trofeo de la Liga y el de la Champions, además de su buen hacer con la selección portuguesa, hicieron que el galardón se decantase por el luso, que lleva años convirtiéndose en la historia viva de un Real Madrid al que, sin duda, le queda mucho por decir. 

Cristiano junto con sus cinco Balones de Oro | Foto: Dani Nieto (VAVEL).
Cristiano junto con sus cinco Balones de Oro | Foto: Dani Nieto (VAVEL).

 

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