Tras un buen 2017 en el que, a pesar de conseguir su primer título, Kastkina no lograría pasar del Top 20, la tenista rusa ha demostrado que es más que una futura promesa y, a sus 21 años, ha cosechado un año muy sólido, demostrando que, si está concentrada, es capaz de plantar cara a cualquier rival. Con un record favorable de 46-23 en cuanto a partidos ganados, la tenista rusa ha pasado del puesto 24 que ocupaba en el ranking a comienzos de año, a acabarlo como número diez tras conquistar el título en Moscú. Consiguió mejorar todos sus números respecto al año anterior, llegando a su primera final de Masters 1000 y llevando a cabo mejores actuaciones en los Grand Slam.

Desastre como sinónimo del Open de Australia

Kasatkina sabiendo de la importancia del Open de Australia decidió competir previamente en los torneos de Brisbane y Sydney. Sin embargo, en ambos se llevaría un duro golpe ya que caería en primera ronda, ganando tan solo un set en Sydney. Tan solo una semana después se presentaba al Open de Australia, llegando poco rodada y sin haber dejado buenas sensaciones. A causa de esto, cayó en segunda ronda sin prácticamente poder poner resistencia.

El renacer de Kasatkina

Tras la debacle australiana, Kasatkina decidió volver a su tierra a competir en San Petersburgo. Este cambió logró sacar a la mejor Kasatkina que no sólo volvió a conseguir las buenas sensaciones con las que había competido durante 2017, sino que también logró llegar hasta semifinales y competirlas frente a una Mladenovic que llegaba en su mejor momento. Tras caer en primera ronda de Doha, comenzaría la que sería la consagración de la rusa.

Dubai sería su punto de inflexión, donde florecería su mejor juego, demostrándolo al llegar a la final cediendo tan solo dos sets y eliminando a tenistas de la talla de Muguruza o Konta. Sin embargo, en la final se cruzaría con una pletórica Svitolina que no le dio ninguna opción. Tras caer en la final y, tomándose una semana de descanso para centrarse en el primer Masters 1000 de la temporada, afrontaba Indian Wells en su mejor momento del año y, tal fue su implicación que conseguiría su mejor marca en un torneo de tal calibre. Mostrando un juego muy sólido fue eliminando a tenistas de la talla de Sloane Stephens, Caroline Wozniacki, Angelique Kerber o Venus Williams. Sin embargo, tal fue el cansancio acumulado durante la semana que en la final nada pudo hacer ante Naomi Osaka. Tras este gran mes, llegaría Miami, torneo en el cual nada pudo hacer cayendo a las primeras de cambio.

Roland Garros como segunda parada y la gira sobre clay

Pese a conseguir una buena gira sobre tierra batida, Daria Kasatkina tuvo serios problemas frente a tenistas top 10 del ranking, las cuales la frenaron en todos los torneos y, siempre, en cuartos de final, con la excepción de Roma.

Primero fue Julia Goerges en Charleston quien frenó en seco su sueño de volver a alcanzar la final de este torneo. Posteriormente lo haría Rybarikova en Stuttgart y Petra Kvitova en Madrid en donde Kasatkina venía de eliminar en tres sets a la local Muguruza. Posteriormente, en Roma, tuvo la mala suerte de encontrarse con Elina Svitolina, futura campeona del torneo, que en tres rápidos sets acabaría con ella por segunda vez en lo que iba de año.

Tras esto, llegaría el momento esperado, Roland Garros y la conclusión sobre tierra batida. Kasatkina desempeñaría un gran torneo, eliminando en octavos a Caroline Wozniacki sin siquiera darle oportunidad. Sin embargo, como prácticamente toda su gira sobre tierra batida, el pase a semifinales se le volvió a truncar, cayendo ante una muy superior Sloane Stephens que se tomó su venganza particular por Indian Wells. Con esto y, tras mejorar sus números respecto al año anterior, llegaba el fin de la gira sobre clay para dar paso a la gira sobre hierba.

Wimbledon y la maldición de los cuartos de final

Tras acabar la gira sobre tierra batida, la rusa se tomaría tres semanas de descanso. Tras esto, Birmingham, su primer de los tres torneos que disputaría sobre hierba, al cual llegaría sin rodaje previo. Cosa que acabó acusando demasiado y tan solo ganaría un partido. Después de su rápida eliminación, una mayor aclimatación a la superficie le sirvió para dejar unos buenos resultados en Eastbourne. Pero de nuevo, en cuartos de final, vería como su pase a semifinales se veía truncado por Angelique Kerber, a la que no conseguiría volver a derrotar como hizo en Indian Wells.

Tan solo dos semanas después de haber iniciado su gira sobre hierba, daba comienzo Wimbledon, el tercer Grand Slam del año. En este torneo volvía a verse a la Kasatkina más seria, ofreciendo un gran juego, muy sólido y demostrando que era capaz de adaptarse a cualquier superficie. Consiguió ganar todos sus partidos por 2-0 y, únicamente Alison Van Uytvanck logró forzarle un tercer set. Pese a esto, en ningún momento se dudó de su juego. Sin embargo, otra vez en cuartos de final y otra vez Angelique Kerber volverían a frustrar su sueño de estar entre las cuatro mejores de un Grand Slam.


Angelique Kerber sería la bastia negra de la rusa durante toda la gira sobre tierra batida.


Tras dar por finalizada la gira sobre hierba, Kasatkina volvería a jugar un torneo sobre tierra batida antes de iniciar la gira norteamericana. Está vez en Moscú, siendo la local y partiendo como la segunda favorita. Sin embargo, en segunda ronda se le complicó un partido que, a priori tenía ganado y acabó cayendo.

Decepcionante último Grand Slam y fin de año

Tras acabar la gira sobre hierba, la implicación de Kasatkina descendió en exceso, hecho que acusó cayendo varias posiciones en el ranking.

Tras su efímero paso por Moscú empezaría una decepcionante gira norteamericana en la cual se presentaría a dos torneos previos al US Open en los cuales sólo lograría una victoria, sufriendo abultadas derrotas. Afrontaba de esta manera el último Grand Slam sin haber mostrado ningún indicio del buen juego que llegó a desplegar meses antes. El resultado no fue otro que una rápida eliminación en segunda ronda frente a Aliaksandra Sasnovich por 2-0.

Tras dejar tantas dudas en su último mes de competición, la rusa se tomaría un mes libre previo a iniciar la gira asiática. Pero como se suele decir, volver de las vacaciones nunca es fácil y, esto, lo acusó Kasatkina. Participaría en Wuhan, Beijing y Zhuhai, no pasando de octavos en ninguno de los torneos y cayendo frente a tenistas de menor nivel que ella, como por ejemplo en Beijing cayendo en primera ronda frente a Laura Siegemund (142 del mundo en ese momento) por 2-0.

Acabaría maquillando este horrible final de año con su vuelta a Rusia al premier de Moscú. Pese a jugar como local, estos malos resultados la hicieron comentar como la sexta favorita. Sin embargo, espoleada por el público local, Kasatkina volvió a plasmar su gran juego gracias al cual se plantó en la final habiendo eliminado a todas sus rivales por 2-0. En la final se toparía con Ons Jabeur, la cual conseguiría ganarle el primer set obligándola a remontar el encuentro.

Para finalizar el año, sellaría su participación en las WTA Elite Trophy, torneo que disputarán doce jugadoras entre la nueve y la diecinueve. Sin embargo, sólo lograría una victoria dando por finalizado su año.

Pese a tener algún bajón, Kastkina ha logrado hacer un año muy serio, colándose entre las diez primeras y ganando un título. Solo queda esperar que mantenga el nivel y acabe colándose entre las mejores del mundo de cara a 2019.