Como es costumbre, el entrenador académico sorprendió con ciertos jugadores en el esquema inicial. Nicolás Reniero, Héctor Fertoli y Emiliano Saliadarre conformaron el tridente ofensivo. Además, el joven Baltasar Rodríguez reemplazó a Nicolas Oroz por un problema gástrico.
Lisa y llanamente lo que se vio durante el primer tiempo fue un espanto. No solo desde lo futbolístico, sino también desde lo actitudinal. A los futbolistas de Racing le ganaron en cada pelota dividida. Martín Palermo, el técnico del local, sabiendo las falencias defensivas del oponente, planteó transiciones rápidas que dejaron siempre mal parado a los de Gago. Así llegó el primer gol.
Apenas cuatro minutos después de que Hernán Mastrángelo dio inicio al encuentro, de contrataque, y con un Racing totalmente desbalanceado, Gonzalo Valdivia puso el 1-0 parcial. Intentando anticipar, le ganaron en la mitad de la cancha al debutante Baltasar Rodríguez y tras un centro quedó solo el futbolista de Platense que convirtió el primer tanto del partido.
Lo del Calamar estuvo lejos de ser un concierto de fútbol, pero fue tan malo lo mostrado por Racing, que todas las segundas jugadas siempre las ganaba el local. El mediocampo académico fue superado por el rival (otra vez). Aníbal Moreno, el hombre encargado de la salida desde abajo, estuvo siempre rodeado por oponentes y esto produjo un sinfín de pases entre los centrales que no sabían cómo superar líneas. Juan Nardoni, y el ya mencionado Baltasar Rodríguez, eran presionados apenas les llegaba la pelota y la perdían.
Tácticamente el primer tiempo de Racing fue plano, sin ideas y con nada a destacar a su favor. La única jugada de peligro fue un remate de Nardoni luego de un buscapié de Fertoli. El modus operandi celeste y blanco consistió en tirar pelotazos a los extremos y a partir de ahí confiar en los accionares individuales de cada jugador. El problema está en que todo el plantel está contagiado. Es un equipo que se acostumbró a perder, y lo sucedido en Vicente López no representó una excepción.
Si la situación ya era mala, todo empeoró a los 24´ cuando el paraguayo Ronaldo Martínez, de volea, concretó el 2-0. Si se le presta atención al origen del gol, es posible apreciar un problema que ya trasciende lo meramente futbolístico. Mauro Quiroga le ganó el duelo individual a Sigali, luego Valdivia desbordó a Mura y en el centro del área había dos jugadores libres para definir. El método de marcación de Racing es realmente preocupante. Es el equipo más goleado del campeonato con 26 goles en contra.
Jugadores estáticos, en un mal momento de forma y con poca creatividad y resolución individual. Un cóctel letal que hunde a Racing en un presente futbolístico desalentador. De esta manera finalizó la primera parte, con tan solo una jugada a destacar por parte de La Academia.
A pesar de las variantes realizadas por Gago a lo largo del complemento, el trámite fue el mismo. Racing no pateó prácticamente al arco. Le costó horrores poder romper la estructura defensiva del Calamar. Esto producto a una circulación de la pelota lenta, predecible y hasta cansina.
El local amenazó todo el tiempo en terminar de liquidar el partido. Las corridas de Schor y las intervenciones de Taborda le agregaron a los ataques de platense la cuota de peligrosidad que les faltaba. ¿Racing? Entregado. Dejando una imagen desconcertante en lo que fue ,quizás, el peor partido del campeonato por parte del conjunto de Avellaneda.
Luego del encuentro contra Talleres el DT académico se quedó una hora dentro del vestuario hablando con sus dirigidos. Evidentemente no surgió efecto, y de hecho el rendimiento de La Academia va en declive. Su equipo se arrastró por el terreno de juego.
Para terminar con el sufrimiento de los hinchas de Racing, el partido finalmente fue liquidado a los 50´ de la segunda parte con un gol de penal de Nicolás Servetto. 3-0 y nocaut.
Racing perdió 6 de los últimos 7. Recibió 13 goles en los últimos 4 partidos. Sumó tan solo 1 punto de 21 posibles. La pregunta a realizarse tras estas estadísticas es: ¿Seguirá Gago en el cargo? A pesar de que para la dirigencia es “intocable”, según declaró el presidente en la semana, parece difícil imaginarse a pintita como técnico del club si su equipo sigue esta senda. Racing se acostumbró a perder, y el contraste con el año pasado hace todavía más dolorosa la actualidad del club de Avellaneda. Será una semana larga.