La temporada de la UD Las Palmas está yendo por unos derroteros donde el sufrimiento por la salvación está bastante lejos. La Liga va por un camino donde los de abajo no ganan muchos puntos y equipos como el amarillo, pasito a pasito, punto a punto, se van alejando de la zona de peligro. Aun así, la realidad refleja que el curso futbolístico 16/17 de los grancanarios podría ser un poco más brillante si los resultados lejos del jardín del Estadio de Gran Canaria fueran mejores, y es que la escuadra dirigida por Quique Setién no sabe lo que es ganar como visitante desde el 22 de agosto de 2016 cuando derrotaron al Valencia en Mestalla por 2-4.

Después de aquella fantástica noche a orillas del Mediterráneo, Las Palmas acumula 224 días sin sumar tres puntos en territorio ajeno, una cuestión que le coloca como el tercer peor equipo de toda la Primera División como visitante sólo superado por el Granada e igualado a puntos con Osasuna. Tras el triunfo en la Comunidad Valenciana, llegaron tres empates en Pamplona ante Osasuna, en Vitoria ante el Alavés y en el Bernabéu ante el Real Madrid; todo lo demás han sido derrotas que han impedido a los amarillos soñar un poco más.

Por todo eso, la pregunta es clara: ¿será Balaídos el lugar donde reiniciar la cuenta?  Las Palmas es el tercer peor visitante de LaLiga Lo cierto es que el Celta no parece el rival idóneo para puntuar lejos de casa; los hombres de Berizzo están realizando una gran campaña tanto en Liga como en la Europa League, pero ya se han dejado 14 puntos como local en lo que va de temporada. Leganés, Sevilla, Atlético Madrid y Villarreal se llevaron una victoria de tierras gallegas, mientras que sólo el Espanyol arrancó un empate.

Estos datos complican un poco la misión que la UD tendrá que afrontar, algo que se agrava si se observa que en los registros amarillos en el feudo celeste acumulan 13 derrotas, 4 empates y sólo 3 victorias, siendo la última un 7 de enero de 2001.

A pesar de todo, el equipo Pío-Pío no debe obviar que la temporada no está acabada y una victoria en Balaídos supondría un buen empujón para seguir escalando puestos en la clasificación. Es cierto que Europa queda lejos, pero es importante que se mantenga el nivel competitivo hasta el final para seguir evolucionando y mirando hacia el futuro. Las Palmas del mañana también depende de lo que se hagan en estas próximas 10 jornadas de Liga.