Arrancaba convencido el Celta, decidido a ganar, confiando en el plan de partido establecido por el ‘Chacho’ Coudet. Los primeros cinco minutos denotaban las claras intenciones de los celestes ante un Madrid al que parecía que la situación le estaba superando.
Una presión alta, asfixiante, prácticamente hombre a hombre, que ahogaba la salida de balón de un Real Madrid incapaz de salir de su propio campo. Los gladiadores olívicos mostraban a su público su disposición a morir, matando a las bestias blancas, vestidas de azul marino esta jornada.
Lo que Nolito te quita…
A la primera combinación rápida que pudo confeccionar, el conjunto madrileño ya empezó a marcar terreno. Avisaba a su rival de que a la mínima que dejase una puerta abierta, no iba a perdonar.
Y así fue. Nolito fue el damnificado al cometer penalti sobre Éder Militão. El máximo artillero del Real Madrid esta campaña, Karim Benzema, lo transformó en el 0-1 cuando tan solo habían transcurrido veinte minutos.
El Celta no desistió y continuó buscando la portería rival, custodiada por un Thibaut Courtois portentoso. Al término de los noventa minutos, Iago Aspas se deshacía en elogios, refiriéndose al meta belga como “el mejor portero del mundo”. Y no es para menos, ya que Courtois le sacó una falta magistral pocos minutos después del tanto de Benzema. Esta intervención se sumaba a una interior en la que despejó un disparo potente de Denis Suárez desde la frontal.
🔝 ¡Otra parada para la colección de @thibautcourtois!
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Las fuerzas se fueron equilibrando con el paso de los minutos, pero la superioridad de los locales era palpable durante varios tramos de la primera mitad, dirigidos por un Fran Beltrán excelso a la hora de otorgar velocidad de circulación al juego.
En uno de esos tramos llegó el gol anulado a Thiago Galhardo por posición incorrecta de Iago Aspas. Nolito colgó un gran centro al corazón del área. Galhardo logró cabecearlo a puerta con mucho acierto y Courtois se estiró despejando el remate al palo. El balón cobró vida y el efecto que llevaba cogió tal forma que, al volver a botar, se introdujo en la portería.
El Príncipe de las Bateas estaba en fuera de juego: no tocó en ningún momento la pelota, pero impidió que Alaba pudiese participar en la jugada y evitar el tanto, por lo que el árbitro anuló la jugada.
Al bueno de Iago no le quedaba otra que resignarse a la decisión arbitral y coger fuerzas para la segunda mitad, en la que su equipo volvería a saltar con la misma intensidad que en la primera.
Nolito te da
Nada más regresar del túnel de vestuarios, Nolito se resarció, esta vez sí, de su error en el primer tanto. Una transición vertiginosa orquestada por un Iago Aspas desatado arrancó en la banda derecha y acabó por el costado izquierdo, culminando en el gol de Nolito (1-1) a pase de Javi Galán. De esta forma, el ex del Huesca firmaba su tercera asistencia de la temporada y Nolito volvía a anotar tres meses después de su último gol, contra el FC Barcelona.
Javi Galán se percató del socavón que tenía el Madrid en su banda y no dudó en aprovecharlo. Todas las llegadas peligrosas del cuadro olívico partían desde el costado izquierdo. Marco Asensio, pese a estar trabajando bien en el retorno defensivo, no era capaz de soportar el ritmo del lateral extremeño. Eso dejaba solo en el duelo directo a Lucas Vázquez, incapaz de aguantar sus acometidas.
Ancelotti, desde casa por culpa de la COVID y representado en el banquillo por su hijo Davide y Abián Perdomo (responsable de cantera y formación del Real Madrid), se vio obligado a incorporar a dos futbolistas frescos para frenar los avances de Galán. Dani Carvajal y Rodrygo Goes se apuntaban a la misión en detrimentos de unos Lucas y Asensio que se marchaban denostados.
Y lo que Murillo te quita… Dituro te lo devuelve
En la primera oportunidad que tuvo el recién incorporado Rodrygo, el joven brasileño forzó un penalti buscando el contacto con Jeison Murillo, quien pecó de picardía para evitar la segunda pena máxima del encuentro.
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Sin embargo, en una especie de regreso a la década de los 90, Matías Dituro atajó el lanzamiento de Benzema con su llamativa gorra, al más puro estilo Benji Price. Los muchachos de Coudet seguían con vida gracias a su portero y se veían superiores a su rival. El Real Madrid, salvo algún tramo de inspiración de Luka Modrić, se tenía que agarrar a las certezas de Courtois en portería y Militão en defensa, los cuales firmaron un partido soberbio.
El día de los inocentes
En la cultura anglosajona, el 1 de abril es el día marcado para realizar las famosas inocentadas que en España se cometen el 28 de diciembre. Bien, pues justo un día después, parece ser que esta festividad se ha trasladado a Vigo, más concretamente Balaídos, que se ha sumado tarde a la fiesta. Tres penaltis señalados a favor del Real Madrid. De menos a más dudoso. De más a menos evitable.
En los dos primeros, Nolito y Murillo pecan de inocentes. No obstante, el último de ellos sí que parece no era. Ferland Mendy recorta y cae en el área antes de contactar con Kevin Vázquez, quien hace todo lo posible por no tocar al francés.
El colegiado González Fuertes no lo interpretó de la misma manera y decidió señalar la pena máxima. Karim Benzema no volvió a perdonar desde los once metros y, cinco minutos después del anterior, sí que lo materializó (1-2), lanzando por el mismo lado que en el penalti que había marrado.
Pese a todas las adversidades, el Celta siguió achuchando con la entrada de hombres frescos como Franco Cervi, Santi Mina, Renato Tapia u Orbelín Pineda, quien dio salida a un Brais Méndez fundido tras efectuar una actuación descomunal.
La tuvo Joseph Aidoo en el último saque de esquina, pero finalmente los tres puntos se van a Madrid. Los blancos agrandan su ventaja respecto a Sevilla y Barça para quedarse todavía más cerca del título de Liga. Por su parte, el RC Celta se queda undécimo con 36 puntos.