Un despropósito más y ya van

El Atlético de Madrid empata contra el Almería y vuelve a perder unos puntos que el alejan aún más de la Champions League

Un despropósito más y ya van
El Atleti celebrando el gol de Correa | Foto: Atlético de Madrid
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Por Alejandro Guerrero

Es muy difícil achicar agua cuando se te está hundiendo el barco, pero, si además, la tripulación del navío no acompaña e intenta arreglar la situación, están todos condenados a hundirse en el fondo del mar. Algo parecido sucede con el Atlético de Madrid, que poco a poco ve como su barco se inunda mientras que el capitán, Diego Pablo Simeone, y sus marineros, poco más hacen que ver como ocurre el desastre

El partido contra el Barcelona podría haber supuesto un cambio de mentalidad en el equipo, pero al final se quedó en eso: un "podría". Los primeros diez minutos del encuentro demostraban que el Atleti es un equipo perdido, con mal juego y sin soluciones contundentes para sus problemas. Un poco de presión intensa sirvió al Almería para incomodar al equipo rojiblanco, que encadenaba imprecisiones como si el objetivo del partido fuese hacerlo todo al revés.

Menos mal que pronto apareció el de siempre, Antoine Griezmann, que con una genialidad dejó solo a Correa contra el portero almeriense. El argentino no falló y se reencontró con el gol después de proclamarse campeón del mundo. El Atlético de Madrid se ponía por delante en el marcador, aunque tampoco estaba demostrando merecerlo en exceso. 

Correa golpeando el balón | Foto: Atlético de Madrid
Correa golpeando el balón | Foto: Atlético de Madrid

Parecía que sí, pero no

Tras anotar, los rojiblancos se desinflaron y lo poco que estaban haciendo bien hasta el momento, dejaron de hacerlo. Un partido más que los del Cholo se relajaban después de marcar un gol. Sin embargo, el Atleti pudo ampliar su ventaja, si no hubiese sido porque Kondogbia decidió que un 0-1 era suficiente, que no era necesario hacer más daño al rival. Llorente recogió un balón en la esquina del área, que tras controlar y perfilarse, colocó el balón pegadito al palo donde no pudo llegar el portero rival, pero sí Kondogbia, que estaba en fuera de juego.

Cuando no tienes nada que perder, es cuando más peligroso eres y así se lo demostró el Almería al Atleti, que después de que les perdonasen el 0-2 de forma absurda, empató el partido. Un centro medido a la cabeza de El Bilal, mientras que la defensa rojiblanca miraba de lado a lado buscando el balón, devolvió el partido al mismo resultado que tenía 37 minutos atrás.

Vuelta a empezar para los dos equipos, aunque el más perjudicado en esta situación era el Atleti, que volvía a ser inferior ante un equipo al que sobre el papel debería ganar.

El descanso llegó como las lluvias después de un seco verano. El Atleti necesitaba un cambio urgente y volver a poner el partido a su favor, pero aunque se tocaron muchas teclas, ninguna era la correcta.

El primero en salir al campo fue Pablo Barrios por el capitán, Koke. El canterano volvió a destacar sobre sus compañeros, pero esta vez no fue suficiente. Con la salida de Barrios el equipo rojiblanco mejoró, pero no pudo transformarlo en un gol, que al final es lo más importante en el fútbol.

Pablo Barrios con el balón | Foto: Atlético de Madrid
Pablo Barrios con el balón | Foto: Atlético de Madrid

Ni está ni se le espera

Para el minuto 60, el Atlético de Madrid volvía a pasearse por el campo  como si no les importase ni lo más mínimo el resultado. La imagen que daban los rojiblancos en Almería era indignante, pues no conseguían ni encadenar dos pases seguidos y mucho menos defender una acción de peligro del equipo rival.

Antes del minuto 70 el Cholo intentó cambiar las tornas del encuentro con un doble cambio, que aunque si es cierto que revolucionaría el partido, no sirvió de mucho. La falta de puntería —porque decir mala suerte sería un insulto a la diosa Fortuna— condenó al Atlético de Madrid a no superar ese 1-1 que subió al marcador en la primera parte. Morata falló tres ocasiones claras, de esas que el aficionado ya está levantándose del sofá para celebrar el gol, y Correa le siguió con otra más. Hay que añadir alguna otra a diferentes jugadores rojiblancos, que sumadas a las del partido anterior hacen un total de 34 tiros en dos encuentros, de los cuales solo uno acabó en gol.

Uno de los jugadores que salieron en ese doble cambio fue Reguilón, que no terminó el partido, pues se fue expulsado en el 87 por doble amarilla —una por protestar y otra por una falta— dejando al Atleti con uno menos y con unas opciones prácticamente nulas de remontar el partido. 

Griezmann, Llorente y Pablo Barrios es probablemente lo único positivo que puede sacar el Atlético de Madrid del empate en Almería.

Griezmann con el balón | Foto: Atlético de Madrid
Griezmann con el balón | Foto: Atlético de Madrid

Se podría decir que finalmente el Atleti salvó un punto de su partido contra el Almería, pero nada más lejos de la realidad. La situación rojiblanca es insostenible: no hay unión entre el vestuario y el entrenador, ni de la afición con el equipo —que fueron los únicos que dieron la cara por el Atlético de Madrid en el Estadio del Mediterráneo— y mientras tanto la directiva sigue a lo suyo. El Atleti se hunde en medio del océano y nadie está haciendo nada para solucionarlo.