En Wembley, por la Finalissima, la Selección Argentina le ganó a Italia por 3 a 0, a partir de grandes individualidades y más tarde por un sólido juego en conjunto. En los primeros minutos el equipo orientado por Lionel Scaloni manejó más la pelota pero sus intentos fueron más por el remate lejano de Ángel  Di María y el tiro libre de Lionel Messi. No hubo jugadas bien creadas hasta que a los 14 de la primera etapa se generó una buena posibilidad. El conjunto italiano por su parte a través del contraataque buscó incomodar a la defensa albiceleste. Con este juego los dirigidos por Mancini emparejaron el encuentro y comenzaron a encender las alarmas argentinas. 

Luego de las ocasiones del elenco azurro, el combinado conducido por Scaloni respondió con el ingenio de Messi. Por su inalcanzable talento nació una gran jugada que terminó en los pies de Lautaro Martínez, quien infalible abrió el marcador. A pesar del resultado Italia fue fiel a su plan porque cuando tuvo el balón fue eficaz y peligroso en los últimos metros. 

Una vez que la formación albiceleste escapó de la presión italiana apostó al ataque a través de una buena maniobra de Di María en el área. El talento de Martínez en el mediocampo fue letal porque su empuje y su pase ayudaron a que el ex atacante de Rosario Central explote su velocidad. Entonces el ex delantero de Real Madrid se fue directo al arco de Donnarumma y con categoría convirtió el 2 a 0. 

En la segunda etapa las dos escuadras modificaron sus estrategias. Por un lado la Selección Argentina por intermedio de De Paul, Molina, Messi, Di María, Lo Celso y Martínez a la hora de la resistencia y en la generación del juego. Por su parte el cuadro italiano con el control del balón para abrir los espacios. No obstante un error de la defensa azurra pudo finalizar en la tercera conquista albiceleste. En otras dos llegadas Di María reiteró su buena pegada pero Donnarumma mostró todo su oficio y sacó los disparos de gol. Después Messi volvió a frotar la lámpara y en una chance clara Lo Celso no pudo anotar. En esos pasajes el diez argentino mostró su fantasía y su capacidad para volver a inquietar al portero italiano, quien tuvo una gran actuación.

El conjunto argentino a esas alturas levantó su nivel y recuperó el esférico. Con la pelota en su poder, el seleccionado conducido por Scaloni ofreció su mejor libreto, sobre todo en ataque. Defensivamente no sufrió sobresaltos en ese tramo. Por ello la victoria no peligró en esta segunda parte. Sobre el final Messi armó una ocasión fantástica y Paulo Dybala genialmente marcó el 3 a 0 definitivo. De cara al Mundial de Qatar y ante un rival de la magnitud de Italia se vio una propuesta aceitada, que se mantiene como en la Copa América y en las Eliminatorias Sudamericanas. En consecuencia con este funcionamiento, soñar no cuesta nada.