La Albiceleste empezó con el pie izquierdo. Se enfrentó a un rival que parecía inferior pero que mostró mucho más nivel que otras selecciones como Qatar o Irán. Supo leer las debilidades de Argentina a la hora de presionar al equipo y esa cualidad dio sus frutos, ya que generó las situaciones de gol mediante esa vía y gracias a eso molestó en todo momento al combinado nacional.
En el primer tiempo, Argentina fue superior en los primeros minutos y salió a controlar el partido como se preveía. Sin embargo, se encontró con un equipo intenso para presionar la línea defensiva y bien ordenado para aguantar los ataques argentinos.
A los siete minutos, tras un agarrón a Paredes dentro del área que fue revisado por el VAR, Messi puso el único tanto para Argentina de penal. Pateó suavemente a la derecha del arquero árabe y ponía el uno a cero parcial. Anteriormente, había tenido una ocasión que fue anulada por el arquero.
El equipo de Scaloni fue encontrando algunos espacios en los primeros minutos y, a pesar que se lo notaba incómodo, pudo generar muchas ocasiones. A los 21, 26 y 34 minutos Argentina convirtió tres goles pero todos fueron anulados por offside. La imagen que había dejado la selección era de seguir intentando en el segundo tiempo y estirar la ventaja para tranquilizar el partido.
En la segunda parte, Arabia Saudita se propuso mucho más de lo que había planteado en el primer tiempo. Se animó a adelantar su última línea, jugó mucho más en el campo ofensivo y su presión fue mucho más intensa, proponiendo aprovechar el error de la selección.
El planteo dio el efecto necesario. A los 47 minutos, tras un pelotazo, Al-Shehri encaró al Cuti Romero, lo superó y clavó el empate por el palo más lejano del Dibu Martínez. Cinco minutos más tarde, a los 53, tras una defensa floja por parte de la Albiceleste y una muy buena jugada personal de Al-Dawsari, el número 10 de Arabia Saudita metió un golazo al ángulo para poner el dos a uno final.
Luego de ese gran golpe, Argentina nunca pudo hacer pie. Intentó mucho con centros laterales y frontales pero Arabia Saudita reforzó su defensa con cambios y fue infalible a la hora de aguantar el resultado.
El seleccionado nacional perdió el partido y se le esfumó el invicto de 36 partidos que tenía sin perder un encuentro. Se quedó a uno de empatar la racha más larga sin conocer la derrota que conserva Italia.
Argentina jugará dos finales frente a México y Polonia para clasificar a octavos de final. Contra el país de Norteamérica se enfrentará el sábado 26 a las 16.