La Academia arribó a este encuentro siendo el único de los llamados “cinco grandes” sin conocer la victoria. Un empate frente a Belgrano y una derrota el pasado fin de semana contra Argentinos Juniors produjeron una necesidad importante de llevarse los tres puntos este domingo por la tarde. El fin de semana no terminaría de la mejor manera finalmente.
La incorporación de Gabriel Rojas en el lateral izquierdo, la vuelta de Facundo Mura y Gabriel Hauche en el carril derecho, y la ausencia de Moreno en la mitad de la cancha fueron los cambios más significativos en el once celeste y blanco. Del otro lado estaba Tigre, comandado por Diego Martínez desde el banco y Mateo Reteguí en el frente ofensivo.
Desde la previa el encuentro prometía ser más que interesante debido a la propuesto de ambos equipos. Y no decepcionó. El local salió, como siempre, a intentar tener la posesión de la pelota para así luego comenzar a construir las diferentes jugadas. Tigre, rezagado, estaba al acecho de cualquier error en la circulación de Racing. Este plano táctico abrazó el inicio del partido, pero terminó durando pocos minutos.
Progresivamente el sector del mediocampo se convirtió en un área de mero peso en el traslado de pelota de ambos clubes. Racing nunca estuvo cómodo, no supo por cuál sector desequilibrar la estructura defensiva del Matador. Se jugaba a lo que quería Tigre. A pesar de esta radiografía de partido, la jerarquía siempre pesa. A los 12´, tras un centro perfecto de Hauche, Maxi Romero apareció solo entre defensor y lateral y remató de cabeza para sentenciar el 1-0 parcial.
Realmente poco duro la alegría de los hinchas de Racing. Apenas dos minutos más tarde, se presentó la gran polémica de la noche. Castro ejecutó un corner para el visitante, cabeceó Luciatti, y Leizza la desvió para convertir el empate en la noche de Avellaneda. La duda estuvo en si la pelota realmente entro en el arco que defendido por Gabriel Arias. El arquero académico llegó a sacar la pelota, pero según el VAR el balón ya había pasado la línea. La incógnita está en cuál fue la imagen que vio Silvio Trucco desde Ezeiza para determinar el gol de Tigre. Ningún plano confirmaba la situación, pero poco le importo esto al Matador que volvió a estar en partido.
De esta manera se cerró la primera mitad. Un desarrollo igualado, con un Racing desordenado y con poca generación de juego.
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Estaba claro que por las deficiencias defensivas tanto de Tigre como de Racing el encuentro no iba a terminar 1-1. Así fue. Nueve minutos pasados el inicio del complemento apareció, como de costumbre, Hauche para poner arriba a La Academia en el marcador. La jugada había arrancado con un mano a mano de Romero que, al tratar de eludir al arquero, se alejó del área, pero luego arregló su error y metió un centro atrás para que “El Demonio” convierta el segundo tanto del local.
Situación similar sucedió a lo que pasó en el primer tiempo. Cuando los aficionados académicos recién terminaban de abrazarse por el triunfo parcial de su equipo, el goleador del torneo, Mateo Retegui, se hizo presente para ponerle paños fríos a la situación e igualar todo en Avellaneda. Gran remate del ex Talleres y Boca tras un mal repliegue defensivo de los defensores de Racing.
Adivinar el resultado era algo realmente difícil. De ambos lados atacaban y defendían como podían. La elaboración de juego se vio nula en el equipo de Gago. Todo se resolvía vía pases en profundidad, y más aún tras el ingreso de Carbonero a falta de poco para que termine el encuentro.
La noche en el Cilindro casi tiene un final feliz para los de Avellaneda. En su debut absoluto con la camiseta de La Academia, Paolo Guerrero recibió un pase y mandó a guardar a la red una pelota sobre el final del cotejo. La mala noticia fue que el balón tocó su mano cuando intentó recibir. Esto lo advirtió el árbitro Andrés Merlosy el gol no fue convalidado.
Merlos pitó y de esta manera finalizó el partido, con una sensación rara que abrazó a los aficionados académicos mientras se retiraban por las puertas del estadio. Racing aún no logró ganar en sus primeras tres fechas y acumula dos puntos de nueve posibles. Está claro que aún falta mucho torneo, pero también es una llamada de atención para que La Academia despierte y empiece a sumar de a tres antes de que sea demasiado tarde para estar en la parte alta de la tabla de posiciones.