Goodison Park acogió el último partido de la jornada 29 de la Premier League entre Everton y Tottenham Hotspur. Un partido en el que se jugaron más de tres puntos. Los locales, buscando salir de la zona de descenso en estos últimos diez partidos restantes, y en el caso de los visitantes, ver luz al final de un túnel en el que ya no se encontraban ni Antonio Conte ni Fabio Paratici, pero sí dio el paso Cristian Stellini, que en caso de victoria, se posicionaría tercero de la Premier League.
Sean Dyche salió con el mismo once titular y el mismo 4-5-1 que le hizo sacar un punto valioso de Stamford Bridge. Pickford salió en portería, Coleman en el lateral derecho, Keane y Tarkowski como pareja de centrales y Ben Godfrey en el lateral izquierdo. Gueye jugó como mediocentro defensivo, acompañándole Doucouré y Onana. En la banda derecha se posicionó Alex Iwobi, en la izquierda, como viene siendo habitual, McNeil y en punta de ataque, Demarai Gray.
En el caso de Stellini, realizó dos cambios en su primer partido como entrenador de los Spurs respecto al empate a tres en Southampton, manteniendo el 3-4-2-1 de Conte, cambiando a Davies por Perisic y a Richarlison por Kulusevski.
Partido de tú a tú desde el principio
El choque empezó intenso desde el primer minuto, en el que el primer ataque de los locales llegó con un regate de Iwobi a la defensa de los Spurs y se la dejó a Gray para que hiciera su jugada favorita internándose al área para chutar, eso mismo hizo y el disparo se marchó por encima de la portería de Lloris.
Excepto el primer ataque de los toffees, el Tottenham dominó los primeros minutos del partido manteniendo la posesión del balón. Un aspecto a destacar por parte del equipo de Stellini fue la banda derecha, Pedro Porro y Kulusevski se entendieron a la perfección y prácticamente esa banda fue un puñal en ataque. En el minuto 23, Ben Godfrey tuvo en sus botas el primer gol del partido por un disparo dentro del área con el interior, que golpeó en Dier y se fue a córner.
El partido, además, se caracterizó por la imprecisión con el balón por parte de ambos equipos, no combinaron bien los pases entre ellos y hubo gran cantidad de pérdidas de balón, sobre todo en las salidas de balón y en el centro del campo.
Una de las mejores opciones que barajó Dyche fue optar por los balones parados de McNeil y sus centros desde la banda izquierda, que, la mayoría de ellos, provocaron un peligro constante en el trío defensivo de Dier, Lenglet y Cuti Romero.
Empate a rojas y goles
Eric Dier no tuvo su mejor partido, tuvo sus errores habituales de cada partido, sobre todo en salida de balón, por eso nada más empezar la segunda parte, Gueye le robó el balón muy cerca del área y tras alcanzar un tres contra dos en ataque, decidió tirar él solo y se marchó muy por encima.
Los Toffees empezaron atacar más y gracias a los desbordes de Alex Iwobi y los regates de Gray, los jugadores del Everton gozaron de oportunidades con disparos lejanos como los de Onana o Doucouré. Tras el cambio de actitud de los pupilos de Dyche, el Tottenham se aguardó a la contra como ya nos tenían acostumbrados con Conte y en el minuto 57, Kane inició una contra tras un fallo de Gueye después de robarle el balón a su compañero Keane, pero que al llegar al área, Kulusevski quiso centrar el balón y tocó en un defensa toffee.
Dos minutos más tarde, tras una entrada de Kane a Gray, Doucouré se pasó de revoluciones y le soltó un manotazo al delantero inglés, lo que supuso tarjeta roja para el mediocentro francés y dejó a su equipo con uno menos. Tras la expulsión, los de Stellini se volcaron al ataque y gozaron de más ocasiones gracias a centros de Pedro Porro y las subidas de Ivan Perišić.
En el minuto 65 el Cuti Romero se adelantó a Keane a un balón en el área del Everton y el defensa toffee arrasó por completo al argentino, lo que supuso penalti para los Spurs. Harry Kane lo disparó raso, fuerte y a la esquina izquierda, un disparo con el que, su compañero de selección, Pickford, no pudo hacer nada.
El gol del Tottenham hizo que la expulsión del Everton no tuviese efecto, ya que se metieron atrás y los locales tuvieron más oportunidades para empatar el partido. Disparos lejanos de Gueye, remates de córner de Keane o los desbordes de Iwobi.
A tres minutos de terminar el partido, Lucas Moura realizó una entrada muy dura sobre Keane en una presión intensa y le dobló el tobillo, lo que supuso la segunda expulsión del partido. Ya con igualdad de jugadores en el campo, el Everton fue a la ofensiva y un golazo de Keane de fuera del área dos minutos más tarde hizo rebotar a un Goodison Park que celebró el empate y que pensaba más en el descenso que en la permanencia.
Con este empate, el Tottenham de Stellini sigue manteniendo las dudas que ofrecía con Conte y mantiene su puesto Champions, aunque no consigue alejarse del Manchester United, que tiene dos partidos menos, por lo que peligraría su puesto en el Top Four. En cambio, el Everton se aleja un punto de los puestos de descenso y alcanza el puesto número 15 en la tabla de la Premier League.